Entrado ya en Cuaresma, muy importante en las costumbres cristianas, hay que aclarar que Jesús se entregó porque quiso, no por incauto ni por ignorante ni por otras razones parecidas, maltratado como cordero y llevado al matadero como oveja muda ante los matarifes. Característico de los actores en República Dominicana luego de tener que enfrentar el dilema de si asistir o no a las elecciones presidenciales. Jesús fue forzado a cargar el madero por un terreno pedregoso. Aquí es donde aparece Simón de Cirene, quien solo cargó el madero de la cruz, pero no los pecados que solo Cristo llevó hasta la cumbre del monte de La Calavera.

Esta metáfora, las metáforas por lo general se expresan por medio de una realidad diferente con lo representado, la sociedad civil, como Simón, ayudará, pero los pecados pertenecen exclusivamente a la dirigencia política que absurda y sorpresivamente tomará, posiblemente, la decisión de conducirnos al cadalso a través de unas elecciones pintadas como petardistas por los que hoy dudan estúpidamente. No ha debido plantearse ni siquiera la posibilidad de asistir a esa convocatoria eleccionaria fraudulenta.

De manera que debemos partir de la premisa de qué tan absurdo fue oponerse al diálogo para buscar equidad y garantías para asistir a las elecciones presidenciales, como asistir a este proceso electoral sin conseguir equidad ni garantías. Muchos de quienes defendimos como un ejercicio conveniente que la Mesa de la Unidad Democrática asistiera a las negociaciones en la ciudad de Santo Domingo, hoy, contrariamente, no los acompañamos en ese trance demencial, incoherente, apocalíptico. A ese atrevimiento irreflexivo de participar en un evento cuestionado por los mismos que hoy maduran la especie de invitar a semejante tramoya.

¿Qué sentido tuvo, entonces, sentarse a esa mesa de negociaciones si de todas maneras era factible hacerlo en cualquier situación? Si había la posibilidad de asistir a las presidenciales en cualquier condición, ¿por qué no firmaron el acuerdo propuesto por el gobierno que algunas garantías se lograrían? Por eso mismo se les hace tan engorroso a los que insisten en explicar las razones de acudir a los centros de votación el venidero 22 de abril. Argumentos de inteligencias prodigiosas que se explayan en argumentos complejos e inacabadamente largos, cuestión que no sucede a la inversa.

Seguidamente voy a nombrar a la carrera algunas instituciones nacionales, internacionales y grupos que claramente se oponen a respaldar semejante desafuero: Conferencia Episcopal Venezolana, rectores de las Universidades, Frente Institucional Militar, Fedecámaras, Organizaciones de Estudiantes. Además de la comunidad internacional, la Unión Europea, el Grupo de Lima y el Parlamento Europeo.

Para terminar, una muestra sin la rigurosidad científica de una encuesta realizada por la diputada Delsa Solórzano a través de la red social Twitter de si votaría o no en las elecciones presidenciales: Participantes 59.418, en una encuesta solo lo hacen con 1.200 personas. No: 88%. Sí: 9%. No sabe: 3%.

Tengo confianza en que la sensatez y el talento se impondrán. De no ser así, la frustración, el desánimo y la desconfianza en la oposición seguirán empujando al éxodo de venezolanos hacia cualquier rincón del planeta.

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