En la lucha por el rescate de la democracia y la libertad de Venezuela no se ha concretado la victoria definitiva, bien sea por improvisación o por acciones de manera premeditada que van en contra del discurso que se ha venido esgrimiendo, y esto desde hace ya bastante tiempo, es decir, no se ha logrado la salida del régimen que me atrevería a decir ha sido el más nefasto de la historia republicana de Venezuela.

Hace ya más de un año que a raíz de la convocatoria de forma ilegal a la realización de una asamblea nacional constituyente por parte del régimen, el cual no cumplió con las reglas para su creación (nunca cumple leyes ni reglas) y creo efectivamente a pesar de los reclamos justificados, la oposición la calificó como la «consumación del golpe de Estado continuo de Maduro a la Constitución» y se trabajó para que esta fuera desconocida, lo cual solo se logró internacionalmente y hasta este punto todo va bien.

Es de sentido común para cualquier persona pensante que todo lo que derive o haga esa asamblea fraudulenta es simplemente ilegal, ya que técnicamente su nacimiento lo es, pero lamentablemente al estar el resto de los poderes secuestrados o anulados esto no ha sucedido dentro de Venezuela, vale la pena recordar que la motivación del dictadorzuelo de formar esta constituyente fue la estrepitosa derrota de diciembre de 2015, este al perder el Legislativo se le movió el piso y obviamente esto atentaba contra la continuidad de los ladrones en el poder.

Ahora bien… en los últimos días ciertos personajes relevantes y otros no tanto andan en campaña por el No, por la posible convocatoria a referéndum por parte del régimen para aprobar una nueva constitución, incluso agarrados de la mano con los mismos que acusaban de divisores de la oposición por participar en las también fraudulentas elecciones presidenciales, calificadas de fraudulentas por ser convocadas por asamblea nacional constituyente.

¡En qué cabeza cabe semejante disparate!, estar preparando el terreno para otra contienda ilegal, ¿es que sufren de algún síndrome de electoritis aguda? Por favor.

Ahora vienen con que se debe derrotar al régimen como se hizo en 2007 y en 2015; señores, con el debido respeto, ¿ustedes son imbéciles?, es que acaso no se han percatado de que internacionalmente esa asamblea nacional constituyente no es ni ha sido reconocida, y la que ha sido reconocida es la elegida en 2015; es que acaso son tan miopes que la simple idea de participar en algo que proponga esta no es como que darle legalidad a lo que no lo tiene o simplemente ustedes no son capaces de tomar el toro por los cuernos y hacer campaña pero para el alzamiento, la insurgencia popular, que a fin de cuentas es lo que lograría la liberación y el rescate de nuestro pueblo de las fauces de este grupo de mafiosos que son los culpables de todas la penas que nuestra gente vive día tras día.

Quizás muchos de los que comulgan con su enfermedad electoral querrán descalificar estas líneas con el clásico: “Nosotros no tenemos armas” a lo que les respondo: ninguno de nuestros próceres las tenía al comienzo de la gesta emancipadora; o “es muy fácil mandar a otros al frente”, a lo que también respondería que es muy fácil seguir el juego para otro fraude y más donde no hay garantías de transparencia.

Es hora, estimados lectores, de asumir y de exigir a nuestra oposición el cese de las contradicciones e improvisaciones; es hora de forzar la caída del régimen. Ellos mismos están divididos, ¿no se ve acaso cómo se tiran entre ellos? No vemos lo evidente, siguen carentes de discurso y soluciones si es que alguna vez los tuvieron, siguen reciclando “el imperio estadounidense… adueñarse de nuestras riquezas”, bla, bla, bla, ya el propio contralor de la República dice que la corrupción sigue galopante (su contralor lo dice) ya es inocultable, qué esperamos.

La campaña que debe empezar con contundencia la oposición es la de la insurgencia, otra no cabe ni vale la pena.

¡Que hable la calle!

Fuerza y fe.


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