Al cierre de este artículo todavía sigue un ambiente de expectativa ante las inminentes elecciones de gobernadores. En una campaña golpeada, en la que el CNE ha vuelto hacer de las suyas, impidiendo sustituciones de candidatos o reubicando centros electorales a última hora, estas fueron algunas de las jugadas para ir en contra del voto opositor.

Por su parte, dirigentes y candidatos opositores hicieron lo propio exigiendo reglas claras y cese de la violación de la ley electoral. Sus acostumbrados comunicados o declaraciones son tan comunes que ni siquiera tuvieron eco en la opinión pública. Pareciera que ya se infiere que todas estas malas jugadas del CNE son tan normales que hasta los opositores deberían aceptarlas.

Y fue así, otra vez las injusticias fueron aceptadas y no se hizo absolutamente nada. La campaña cerró y nuevamente la MUD y el PSUV se midieron en una contienda. Esa élite política se midió sin importar la disidencia alrededor, solo importa el statu quo político.

Mismo statu quo que hizo una campaña sucia, por un lado, los que teniendo el árbitro a su favor hicieron todo lo posible para promover la abstención, pero por otra parte estaban aquellos que intentando incentivar al voto descalificaron y señalaron a todo el que estaba en su legítimo derecho de no ir a votar.

Lo cierto es que a la publicación de este artículo ya será 16 de octubre y un nuevo amanecer tendrá Venezuela. Sí, un nuevo mapa político tendrá el país, a favor o en contra del statu quo pero a fin de cuentas un nuevo mapa y un nuevo capítulo en este tortuoso camino a la libertad.

Lo que sí no habrá es un nuevo país o algo distinto, la situación económica y social seguirá siendo la misma, y usted venezolano de a pie, independientemente de que haya votado o no (ambos por razones legítimas), sigue siendo más pobre cada día y sus salarios que se hacen pan y agua van destinado solo a comprar un poco de comida.

Independientemente del mapa político nuevo con el que amaneció el país hoy, la realidad de los enfermos en hospitales es su condena irrevocable a la muerte por falta de medicinas. La cruda verdad es que muchos niños ya no sueñan con jugar, sino simplemente con comer. Y esa verdad no la va a cambiar una gobernación roja u opositora, la verdad es que todavía seguimos lejos de encontrarle una salida a toda esta crisis.

Por esa sencilla razón respeto a las personas que no votaron este 15 de octubre porque más allá de ser “tarifados o chavistas” tienen la visión que tenemos muchos, y es que la crisis está muy lejos de ser resuelta siguiendo el camino que decidió tomar la MUD. El statu quo político se pelea por puestos de poder mientras que la gente común sigue peleando; peleando contra el hambre, contra la inflación, inseguridad, entre otros.

El ciudadano venezolano es el personaje más admirable de toda esta proeza, porque mientras sus gobernantes se pelean por espacios de poder, él lucha por sobrevivir al costo que sea de una crisis que le están haciendo pagar. El ciudadano venezolano es sin duda el héroe en esta ocasión porque independientemente de la situación todo lo que ha hecho hasta hoy 16 de octubre, ha significado un esfuerzo para encontrar la libertad, y en él reposan exiliados, presos y muertos. Eso no hay que olvidarlo. Hoy amanecimos con un nuevo mapa político, pero sigue gobernando la misma élite política y nos sigue matando la misma crisis.


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