Ahora soy también ciudadano norteamericano

Cuando estén leyendo este artículo ya tendré doble nacionalidad, habré recibido formalmente la condición de ciudadano norteamericano que me ha concedido este gran país. A partir de ahora podré participar en su política, incluso votaré en las elecciones para renovar el Congreso que se efectuarán el próximo 6 de noviembre y que serán un termómetro para medir la aceptación del presidente Trump y su gestión a la mitad de su período.

Ernesto Akerman fundó hace 16 años una organización de ciudadanos de doble nacionalidad venezolana y norteamericana y me ha invitado a participar. Se trata de la “Independient Venezuelan American Citizen (IVAC)” la cual aquí tiene representación en 32 de los 50 estados y a la que entre sus agremiados, familiares y personas allegadas se le calcula un poder electoral de 3.500.000 votos, los cuales son muy apetecidos por republicanos y demócratas. Pude constatar la vitalidad de este grupo cuando a comienzos de año me pidieron que les redactara un documento para llevar al Congreso planteando el tema venezolano, así lo hice y los acompañé a Washington, donde pude ver la entusiasta movilización que lograron de cerca de mil activistas que abordaron a cada uno de los senadores y representantes (diputados); uno por uno les entregaron aquella carta explicándoles su contenido y les pedían apoyo para los venezolanos. Eso me entusiasmó con esta organización y hora con mi doble nacionalidad me incorporo activamente.

Estados Unidos debe dar protección a venezolanos emigrantes

Una de las principales tareas que me impongo ahora como ciudadano de Estados Unidos es velar por los intereses de los miles de venezolanos que aquí han llegado y siguen llegando en este terrible éxodo empujados por la tragedia humanitaria que allá se vive. No se entiende cómo siendo a lo externo Estados Unidos el más fuerte crítico de la absurda dictadura de Nicolás Maduro y su pandilla, tenga a lo interno una política mezquina para dar visas y protección temporal a nuestros compatriotas, y allí es donde afincaré mi actividad como estadounidense y en lo que aquí debemos mostrar músculo electoral, por eso veo en esta organización IVAC un instrumento para presionar un trato humanitario acorde con la tragedia que empuja a emigrar.

Ojalá este activismo cunda en mexicanos, centroamericanos y demás latinos que aquí también se han asentado, sería importante blandir la fuerza electoral de nuestra gente para recibir mayor atención de este gigante, atención que nos ayude a salir del tercermundismo, a enraizar verdaderamente el sistema democrático y dotarlo de medios defensivos, no podemos seguir bajo el riesgo de dictadores que se instalan en el poder engañando a la gente para tiranizarla.

Hay que firmar un pacto militar con Estados Unidos

Creo en la necesidad de un convenio entre nuestros países con Estados Unidos para la defensa militar del sistema, tal como existe en África, donde se firmó un pacto de mutua asistencia en materia de defensa y con la cual se estableció una Fuerza Armada de la Comunidad e incluso un Tribunal de Justicia de la Comunidad (ECOWAS). Este es un modelo a copiar y adaptar a nuestra región, pues con esos instrumentos el año pasado obligaron al dictador de Gambia Yahya Jammeh (mentor y protector de Fatou Bensouda la fiscal de la CPI cómplice de Maduro) a entregar el poder a Adama Barrow, quien ganó unas elecciones que se pretendieron desconocer. Una fuerza militar integrada de los países del Convenio entró a Gambia y el dictador tuvo que salir corriendo.

Estados Unidos se formó de la emigración inglesa. Aquí formaron 13 colonias que pronto se rebelaron contra el yugo de altos impuestos que les hacía la vida imposible y contra lo cual no podían reclamar en las cortes legislativas porque no les permitían nombrar representantes. Entonces dejaron de ser 13 colonias y pasaron a ser 13 estados, una república independiente del imperio británico a la cual de inmediato este quiso someter a sangre y fuego. Sufrieron mucho los colonos, mucho dolor, mucha sangre, mucho sacrificio que con el apoyo militar y financiero de Francia y España les costó formar y construir esta gran nación con 50 estados que hoy es la primera potencia del mundo en todo sentido, que es faro de libertades y donde todos queremos venir a refugiarnos de las pandillas que toman el poder para lucrarse a costa del sufrimiento de los pueblos arrebatando derechos naturales, como los que se tienen por el solo hecho de nacer, como son el de la vida, la libertad, la felicidad.

De manera que la propia existencia de Estados Unidos está enlazada con la solidaridad internacional, sobre todo con el apoyo militar efectivo.

Coalición militar multinacional con venezolanos a la cabeza

Ratifico que ahora como ciudadano venezolano/norteamericano seguiré luchando contra la dictadura criminal que ha destruido a mi país de origen y tiene en grave sufrimiento a nuestro pueblo, e invito a todos los que de allá vienen a sumar esfuerzos por lograr la apertura de un canal humanitario, a la formación de una fuerza multinacional que con nuestros militares del exilio a la cabeza entre por aire, tierra y mar a restablecer la Venezuela que antes fue, tierra de paz, de libertad, de bonanza, de gente feliz y próspera, educada y buena, emprendedora y amistosa, paraíso de reinas, de gaitas y de joropos, lugar de poetas y doctores, tierra rica, bonita y buena que juramos recuperar.

¡Viva Venezuela! ¡Viva Estados Unidos de Norteamérica!


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