Ilegal. Incoherente. Irresponsable. Fusiona tres elementos que solos o revueltos definen el momento nacional.

1.- Al narcosocialismo del siglo XXI.- La ex República de Venezuela  es una tiranía militarista que viola de modo flagrante y constante la Constitución promulgada en 1999, bajo patrocinio y parámetros de su PSUV. Las  instituciones y poderes  basales de toda  sociedad democrática están intervenidos  en directo y bajo simulacros que de facto las desactivan. Lo anticonstitucional domina los ámbitos  de la nación: las Fuerzas Armadas Nacionales convertidas en Fuerza Armada Chavista, la electa Asamblea Nacional de 2015 sustituida por la ilegal asamblea constituyente, el Tribunal Supremo de Justicia con directorio ilegítimo presidido  por un ex convicto liberado de culpas criminales, el Consejo Nacional Electoral transformado en ministerio oficial electoralista y el resto del gabinete ministerial, gobernaciones, alcaldías, cuerpos policiales en  todas sus jerarquías y oficios, cumplen órdenes castristas y castrenses. Su saldo criminal está contabilizado. Lo inconstitucional golpista está en su ADN. ¿Hacen falta más pruebas?

2.-  A la Mesa Ex Unidad opositora. No incluye a los partidos democráticos ya radicalmente autoexcluidos de toda conducta lenta, neutra y colaboracionista. En orden alfabético, los principales son: Alianza Bravo Pueblo, Causa R, Vente y Voluntad Popular. En cambio, algunos dirigentes mesistas van y vienen, cordializan con totalitarios, se retractan, retiran y regresan para dialogar ahora bajo la mesa, piden taima de semanas en el calendario votista como si ese detalle fuera decisivo para lograr la libertad política del país, admiten que todavía esperan la oportunidad de “cualquier resquicio por mínimo que sea” para participar en sufragios fuera del marco constitucional en fechas y condiciones  primordiales que  garanticen una verdadera elección. La incoherencia y secretismo de su trayectoria genera una creciente desconfianza, la antipolítica, en quienes fueron sus electores engañados. Si les consta que no habrá cambios de fondo en el plan del fraude, ¿por qué dudan tanto en integrarse, sin egos, a un frente unitario de emergencia?

3.-  A Henri Falcón. Actor contratado para que el show revolucionario pueda continuar. Sus promotores juegan al manipulador y dañino culto funerario de la masa que siguió al paracaidista Hugo Chávez, pues algunos de sus rasgos físicos, gestuales y vocales  remiten al “eterno” comandante. De formación militar psuvista, ex gobernador, busca recuperar su liderazgo local con discursos en frases, tono y tics del nuevo sesgado “chavismo light”. Conoce al monstruo en su entraña  y sabe que si gana en votos, el fraude castromadurista lo despoja del triunfo pero se deja usar de mampara que valida la permanencia de esa mafia sanguinaria. Es complicidad de su minitribu Avanzada Progresista con la escasa militancia del Movimiento al Socialismo, otro micropartido que por acomodaticio con el chavismo propició la salida de su honorable fundador Teodoro Petkoff. Irresponsabilidad de bochinche teatral con el poder central que bloquea la ayuda humanitaria y desconcierta a los organismos internacionales de marca mayor, defensores de la sociedad venezolana ya en crisis terminal. ¿Quién paga tan encuestada campaña?

A los tres ¿no  les bastan veinte años de invasión castrocubana?

¿Con quiénes, cuándo, cómo y cuántos, aún se puede extirpar a la instalada Triple I para refundar una Venezuela libre, legal, sana y decente? Con militares y civiles  venezolanos de adentro que bien dirigidos apliquen sin reservas el recurso constitucional 350 y los de afuera, con su demostrada eficaz acción solidaria, ya mismo y con soporte exterior provisional de cualquier índole que detenga las masacres planificadas por desnutrición, enfermedad y la delincuencia paramilitar del Estado terrorista.

Receta casera. Quien tenga otra, que la active. Ya van dos décadas de jugar perdiendo. La historia registra y  no absuelve.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!