“El que no está con la libertad, puede conservar las cadenas del infortunio, y con la desaprobación universal” / Simón Bolívar.

Estudiosos de la psicología refieren que el ser humano es muy complejo, y aunque los sentimientos pueden responder a una lógica de causa-efecto entre un acontecimiento externo y una vivencia interior, no siempre encajan a la perfección. Subrayan que el ser humano también puede ser contradictorio y muestran el fenómeno de la envidia como ejemplo. También aducen que una persona puede sentir tristeza ante el bien ajeno, y muestra la actitud de aquel que, en lugar de huir de una situación que le produce dolor, permanece en su lugar.

Estos mismos profesionales de la psicología manifiestan que existe cierta sensación de culpa a través de situaciones que le producen dolor y se convierten en una especie de castigo, y se encierran en una realidad determinada para adoptar el papel de víctima, dejando entrever una enorme represión interior y altos niveles de frustración. En otras palabras, afloran manifestaciones de culpa y victimización, y, aunque el sufrimiento y el dolor forman parte de la vida, conviene recordar que el verdadero objetivo vital de todo ser humano es ser feliz, y para alcanzar este objetivo debe recorrer el camino más efectivo a fin de lograr esa meta.

Lo anteriormente señalado dibuja el perfil de quien envalentonado del poder que disfruta, siendo el segundo a bordo dentro de la maquinaria partidista del régimen, y según algunos observadores políticos “macho alfa” del nido de alacranes que enfrenta una lucha interna por el liderazgo y control del aparato del Partido Socialista Único de Venezuela, no tiene recato a la hora de exponer al escarnio público a los adversarios del régimen castro-comunista, y para ello utiliza el canal del Estado, Venezolana de Televisión, con un bodrio, cuyo logotipo asoma la figura de un garrote, coloquialmente llamado en nuestro país mazo.

El fulano en cuestión demandó al diario El Nacional por supuestos daños morales causados en el año 2015 por reproducir una información publicada en el diario ABC de España, según la cual un fiscal federal del estado de Nueva York abrió una averiguación por narcotráfico a Diosdado Cabello, y este a su vez demandó al diario venezolano, querella que el juzgado de primera instancia en lo civil, mercantil y tránsito sentenció en favor del demandante, obligando a pagar la suma de 1 millardo de bolívares por concepto de “daño moral causado”. El Nacional trató de detener la demanda alegando que se planteó como un “fraude procesal”. Pero el tribunal desestimó dicha pretensión. Ahora, el monto en bolívares que deberá pagarle El Nacional a Cabello tendrá que ser indexado (actualizado) según una “experticia complementaria” que realizará un perito, dice la sentencia. Además, el tribunal impuso al periódico la carga de soportar el pago de las costas de la demanda.

Todo un vil ensañamiento contra uno de los pocos medios de comunicación independientes, que sobrevive a las medidas de acoso del régimen de Nicolás Maduro, quien, prevalido del poder y de las instituciones que tiene secuestradas, enfila toda la artillería de la maquinaria oficialista para procurar silenciar a los medios impresos y radioeléctricos que subsisten en todo el territorio nacional. Es el modelo cubano que a largo plazo piensan ejecutar, y por eso restringen el suministro de papel periódico a través de la Corporación Maneiro creada por el régimen, y luego no cesan en su acoso judicial, como es el caso contra Miguel Henrique Otero, presidente-editor del diario El Nacional, quien enfrenta la demanda antes citada, pues sin haber sido citado ni tampoco la directiva del periódico y sin audiencia preliminar terminaron dictándole medidas cautelares, que le obligaron a mantenerse fuera del país desde hace dos años. Desde entonces el acoso ha aumentado, al extremo de acusársele de magnicida, de estar planificando la muerte de la hija de Cabello, tráfico de armas, financiamiento de paramilitares, lavado de dinero y traición a la patria. Todo un rosario de falaces acusaciones como para imputarle un larga condena en la cárcel. Razón por la cual teme regresar al país y ser encarcelado.

Por si fuera poco, el oficialismo diseñó la ley resorte que es punitiva y discrecional, la cual establece, entre otras cosas, sanciones sobre los contenidos, como los que atentan contra la decencia y el Estado. Con esa regulación tienen aterrorizadas a la radio y a la televisión independiente, no así a las radios comunitarias, financiadas por el gobierno. Otro de los temas que contiene la referida ley es el de los productores independientes, con el pretexto de “democratizar” la producción de programas y, por último, los comités de usuarios que son una fórmula de participación en la cual una comunidad puede crear esta figura y denunciar contenidos que la perjudican. Esta ley, en la práctica, está creando un modelo hegemónico, que ya existe.

Por esta y otras muchas razones, como las agresiones físicas a periodistas y atentados contra los medios independientes, el régimen de Nicolás Maduro permanece en constante amenaza contra la libertad de prensa, además de mantener una estrategia que le ha permitido establecer una hegemonía comunicacional a su servicio, con televisoras, diarios y emisoras en todo el territorio nacional.

El Nacional fue fundado el 3 de agosto de 1943 en la ciudad de Caracas, y su primer director due el poeta Antonio Arraiz; forma parte del Grupo de Diarios de América, al que pertenecen otros importantes medios impresos de Latinoamérica, como El Tiempo (Colombia), El Mercurio (Chile), El Comercio (Ecuador) y La Nación (Argentina), entre otros, y ha sido galardonado con el Premio Nacional de Periodismo, como medio de comunicación impreso en los años 1959, 1977, 1981 y 2000.

Constituye un necesario referente del periodismo venezolano por el que han transitado destacados periodistas, además de ser un pilar fundamental en el que se han desarrollado profesionalmente periodistas egresados de las aulas universitarias, cuyos nombres ocuparía extenso espacio, y que me eximo de nombrarlos para no omitir involuntariamente a alguno. Sin duda alguna, un regio bastión del periodismo venezolano que trasciende las fronteras patrias para orgullo de los venezolanos.

En sus 74 años de labor, durante 17 mandatos presidenciales diferentes, se ha mantenido a la vanguardia y ha sido pionero en diferentes áreas: El Nacional fue el primer diario de Venezuela en tener una página web, además cuenta con un Manual de Estilo propio. Firme en sus postulados, se mantiene de pie contra los ataques y sanciones que viene enfrentando en los últimos años, en cuya lucha lo acompañamos quienes nos sentimos orgullosos de haberle prestado nuestros servicios. El Nacional no está solo, también lo acompaña todo un país consciente de que constituye un firme baluarte en defensa de la libertad y la democracia.

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