El gobierno ofrece un cono monetario llamado bolívar soberano, lo cual no es ninguna novedad. Lo hizo Chávez en enero de 2008, y lo dio a conocer casi un año antes, cuando informó sobre la posibilidad de esas nuevas monedas en el programa Aló Presidente N° 276, del 18 de marzo de 2007, en el que dijo: Los equipos están trabajando hasta las monedas, los detalles de las monedas, los detalles de los billetes… el nuevo bolívar, el bolívar fuerte.

Maduro, que es el único responsable de la inflación galopante, propone, con menos de un mes y medio de antelación a la fecha de su implementación, el nuevo cono monetario. Sin casi aviso y sin protesto.

En materia monetaria, la competencia es del Banco Central de Venezuela, cuya ley –siguiendo la Constitución– establece que la unidad monetaria es el bolívar, y solo en el supuesto de una moneda común, consecuencia de la integración latinoamericana y caribeña, podría adoptarse otra moneda. Le corresponde al BCV el derecho exclusivo de emitir billetes y de acuñar monedas de curso legal, y ninguna, absolutamente ninguna institución, pública o privada, cualquiera que sea su naturaleza, puede emitir especies monetarias; salvo la emisión de especies para el intercambio de bienes y servicios entre prosumidores, en el ámbito comunal.

No quiero alarmarlos, hay una ley que dictó Chávez en la que se anunciaba el estado actual de postración de nuestra economía y en la que se establecen las pautas para otras locuras. Se llama Ley para el Fomento y Desarrollo de la Economía Popular (decreto ley 6130, Gaceta Extraordinaria 5890, 31/7/2008). En esta se establece la creación de las monedas comunales y eso que llaman prosumidores, que son los consumidores que utilizan unos billetes distintos al bolívar, en zonas limitadas.

El presidente Chávez avisó que el trueque sería la manera de comerciar, que se implementaría el sistema alternativo de intercambio solidario, basado en unas monedas que no tienen curso legal (aceptación obligatoria), ni circulación en el territorio de la República, solo serían válidas en unos ámbitos determinados. Al referirse a las monedas, dijo: “Entonces es el trueque…, yo le aporto a la comunidad y la comunidad me aporta a mí. Y al final, todos salimos ganando. ¿Saben cómo se llama eso? Socialismo”.

Bueno, ya saben, el socialismo es hambre. No hay novedad.

Tengo mis dudas sobre la legalidad de algunas de esas monedas comunales, por cuanto se aprobaron antes de la mencionada Ley de Fomento de la Economía Popular; y si creemos en lo publicado por el BCV, son 12 las monedas comunales. Desde 2007: la lionza: moneda comunal empleada en el primer Mercado Comunitario de Trueque, realizado en Urachiche, estado Yaracuy. El zambo: moneda correspondiente a la Confederación de Consejos Comunales José Leonardo Chirino, en Falcón. El momoy: facilitador de intercambio usado en Boconó, estado Trujillo. Desde 2008: el ticoporo: es la moneda del sistema de trueque de Socopó, en el estado Barinas. La paria: moneda comunal de la península de Paria, en Sucre. El turimiquire: es el nombre de la moneda perteneciente al sistema de trueque biorregión Turimiquire, ubicado en los estados Monagas, Sucre y Anzoátegui. El cimarrón: utilizado en la localidad de Barlovento, en el estado Miranda. El tamunangue: utilizado por el sistema de trueque Saquito Larense. El relámpago del Catatumbo: se usa en el sistema de trueque de Perijá Norte y el sistema de trueque de Perijá Sur. Los guaiqueríes: forman parte del sistema de trueque de Paraguachoa en el estado Nueva Esparta. Desde 2009: el cóndor: se utiliza en el sistema de trueque merideño. Desde 2010: el zamorano grandeza del Tuy: perteneciente al sistema de trueque Kirikire de los Valles del Tuy, estado Miranda.

El BCV no menciona la moneda el mirandino, impuesta de manera forzada en 2006 por el Ministerio de la Economía Popular (Minep), luego conocido como Ministerio del Poder Popular para las Comunas y Protección Social (MPComunas), y que tuvo una sola emisión; dicen que fue un experimento. Y eso que no me refiero al panal, por no ser emitido por el BCV, aunque lo quieren imponer como moneda en la zona del 23 de Enero, en Caracas.

También está la moneda petro, que no se puede comprar con bolívares, y se ha informado que las operaciones inmobiliarias y otros servicios deberán denominarse en petros (creo que se refieren a hacer la equivalencia), y algunos servicios como los turísticos podrán pagarse en esa moneda. Vapores de la fantasía.

A todas estas, pocas personas consiguen un medio de pago, llámese billete de lo que sea: bolívar, petro o monedas comunales para intercambiarlos por bienes, por comida. Los billetes parecen un huevo de Pascua, escondidos para que los busquen, como hacen los niños. Otra obra más del gobierno socialista.

Ya sabe, si usted intercambia harina de maíz por arroz está haciendo realidad el sueño de Chávez, destruir la economía y que nos dediquemos al trueque.


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