Es más que rápido, sumario, el juicio al que se enfrentan los hombres a los que se les reduce el poder que han tenido, sobre todo cuando los enemigos acechan. Antes, todos comían del mismo plato. Le adulaban. Ahora, por el contrario, cada uno trata de garantizarse un espacio en el bote salvavidas que deja la nave que hará más que partir. Partirá no hacia otro puerto sino a hundirse con los últimos desprevenidos o desmedidamente ambiciosos que creen que se trata de que quieran o no “entregar el poder”.

La historia está llena de episodios como los que se están presentando en la Venezuela de hoy. Es claro que se lucha por cómo convertir la saga de mentiras, manipulaciones y vestimentas patrioteras que unos pocos han utilizado durante más de tres lustros para el desfalco y el latrocinio, hasta sitiales inimaginables en la cuarta república. Sobre la mayoría de una nación a la que han empobrecido y humillado, hasta ponerla a comer de la basura, los grupos de interés cómplices del saqueo desconocieron a los dirigentes populares democráticos, y más que dividirla entre crédulos y hasta en pendejos, dividieron a la nación entre aquellos que se prostituyeron y los que no. Claro, en una prédica aberrante decían que «es mejor jalar bolas en la sombra que rastrillo en el sol”.

Pero la grandeza trasciende y se superan los errores y los traidores circunstanciales mueren en la ignominia, cuando obran por mezquindad o por bajas pasiones. Así nos lo demostraron Miranda y Bolívar. Este último por supuesto que estuvo entre los que sin comprender al Generalísimo lo entregaron al enemigo. El gran ideólogo y militar que fue Miranda, salvó la vida de sus jóvenes oficiales al capitular, y luego cuando permanece en puerto y es entregado para así obtener los salvoconductos. Eran jóvenes oficiales, era el chantaje de la muerte para todos, incluida seguramente la del propio Miranda. Eran más de 30 años de diferencia de edad, 33 para ser exactos, entre Bolívar y él. Sus conocimientos, experiencias las internalizó Bolívar, quien le llamaría luego “El más grande venezolano de América”. Los hijos de Miranda estuvieron también después al lado de Bolívar. ¡Hay que aprender de los errores! Por más graves que estos sean. Reconstruir los puentes cuando estos se han desplomado. Averiguar la verdad del porqué. Lugar de la meta. Los de la supuesta unidad que se desplomen, hay que saber por qué. La verdad siempre se sabrá en algún momento.

El pasado jueves 15 de marzo, en las inmediaciones o adyacencias de una hermosa comunidad universitaria, en crecimiento y desarrollo, del sur de la Florida se desplomó todavía inexplicadamente un puente peatonal en construcción. Fue en nuestra Florida International University, lugar donde pasé un año de mi formación profesional como profesor visitante y de investigación. Las pérdidas irreparables de vidas nos obligan al esclarecimiento legal del hecho. Sin embargo, existe un deber ser de todos los universitarios y es el continuar el trabajo de búsqueda de la verdad académica, para lo cual la investigación es la clave del incesante progreso humano.

Nada nos podrá detener, y nada nos detendrá, mientras existan ideas de libertad, justicia y respeto por los derechos del hombre, en lugares poderosos de la Tierra, como en los Estados Unidos, por ejemplo. Es la alianza necesaria, vital, para que todos podamos vibrar desde América y hacia el resto del mundo, en la promoción de dichos valores.

Mientras existan en nuestra memoria hombres como Washington, Jefferson, Madison o nuestro venezolano universal Francisco de Miranda, podremos siempre construir sobre lo destruido. Podremos luchar por la libertad de todos, así en principio hayamos sido unos pocos. Aun a costa de la propia libertad o de la propia vida, como han hecho miles de jóvenes de los Estados Unidos y de nuestra Venezuela, así como en otras naciones del planeta, nuestra descendencia tendrá la libertad.

El próximo viernes 30 de marzo de 2018, a las 10:00 am, en las instalaciones de la Florida International University fundaremos la primera Cátedra Internacional por la Libertad Francisco de Miranda, primera en su tipo y demás fines. Desde el territorio de esta nación hermana comenzamos también, con dicha Cátedra Miranda ¡la etapa final que nos conducirá, desde el foso en que las fuerzas del mal han metido a nuestra amada patria, al camino hacia la libertad y la reconstrucción nacional!

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Instagram: catedramiranda


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