En conversación corta, pero sustantiva, con don Erasmo Enrique “Kike” Rosales, todo un caballero intelectual de la radio a escala mundial, en una ocasión le hacia los siguientes comentarios: “Muy buenas notas editoriales de don @Kikefutbol en su programa de la 103.1 FM de San Cristóbal (3:00 a 5:00 pm)… Muchas frases impactantes en el día de hoy. Una de ellas: ‘Silencio que hace ruido’. Respetado amigo, ¿los editoriales de su autoría intelectual están disponibles en algún sitio de la web? A lo cual el maestro Rosales respondió con la mayor humildad que le caracterizaba: ‘Profesor, estoy pensando publicarlas, debo corregirlas pero lo haré”. En efecto, sus editoriales (que nos van a hacer falta) con alto contenido socio-económico-político son de gran valor intelectual que bien merecen ser publicadas, difundidas y formar parte del acervo intelectual generado por este notable venezolano de pura cepa.

“Un ser humano con íntegra personalidad caracterizada por buen sentimiento y emoción… bien merece un honoris causa por su ferviente e irrenunciable vocación a los medios de comunicación y en especial a la radiodifusión… debido al ininterrumpido cultivo a lo intelectual y espiritual con absoluta dedicación… con entrega a lo académico para compartir conocimiento y cultura con fiel devoción… toda una personalidad con extraordinario léxico fruto del pensamiento crítico y creativo puesto al servicio de la humanidad…. siempre humilde con una postura de generosidad, gratitud, solidaridad y caballerosidad… debe servir de modelo de ciudadanía ayer, hoy y siempre, por lo que el ‘templo sagrado del fútbol’ podría rememorar con el nombre de don Kike Rosales para toda la eternidad…”.

A propósito del “silencio que hace ruido”, de parte de la voz del propio pueblo venezolano que sufre los rigores de la gran “crisis humanitaria que requiere de inmediato ayuda humanitaria”, en la siguiente clasificación (no exhaustiva) se hace alusión en esta entrega a los compradores que sufren los rigores del “síndrome de las colas”, dejando para el próximo artículo a los que aún en la era de la “hiperestanflación decadente e involutiva” mantienen un poder adquisitivo ilusorio, coyuntural y no sustentable.

  1. La cola de la tercera edad: siempre existe la posibilidad de empezarla bajo la premisa de que “todos vamos para viejos”.
  2. La cola de los infantes, se caracteriza por personas con sus infantes en los brazos.
  3. La cola del “informe”, el cual soporta cualquier papel o documento médico, debido a que el responsable de “coordinar” (que no es ningún experto en el área de salud) apenas revisa si la persona tiene algún récipe, radiografía, examen médico, etc. (estas tres primeras categorías suelen agruparse en una sola).
  4. La cola de la “veracidad”: la representan aquellas personas que por lo general llegan muy temprano al establecimiento, ya que manejan información oportuna, veraz y precisa del lugar, hora, producto que venderán con su respectivo precio en determinada fecha.
  5. La cola “especulativa” o los negociantes de la cola, es decir, que comercializan un lugar de privilegio (el producto tiene un límite para su venta). Puede tener ese cupo diferentes tarifas dependiendo de las circunstancias.

Estando en lo interno del establecimiento existen posibles variantes:

  1. El acaparamiento interno y esperar que se acabe el producto, se disuelva la cola y luego ingresan los refuerzos y distribuye el producto acaparado.
  2. Esconder el producto regulado en la misma estantería del supermercado.
  3. Se acerca otra persona a la caja donde está el cliente y le ofrece pagar en efectivo el producto. Tiene varias opciones, entre ellas: 8.1) No le corresponde el día de la cédula, pero está decidido a pagar un sobreprecio por él; 1.2) ofrece pagar por el cupo que representa estar en el momento de hacer la transacción por el producto regulado.
  4. Operación bloqueo: las personas se ubican cerca de la caja y cuando un comprador está bloqueado para no comprar dicho artículo entonces lo toma…
  5. Se repite en varios casos la práctica tradicional del negocio formal que tiene un negocio informal o buhonero. En este caso un porcentaje de los productos regulados es vendido a un precio superior o real de mercado en la “sucursal”.
  6. Ir en grupo familiar a los establecimientos a comprar el producto e incluso se distribuyen en distintos supermercados en el mismo día.

Por último la Sra. Montilva (fiel lectora de esta columna en la ciudad de San Cristóbal) como genuina representante del gran grupo de los que están en “silencio pero hacen ruido”, nos hace llegar sus valiosos comentarios (respecto de la recién finalizada Semana Santa 2018), pero dedicados en particular a la memoria de don Kike Rosales:

“Educar al hombre para el perdón hoy más que nunca. La tierra debe ser un gran hogar de humanos. Necesitamos hombres que sepan perdonar. Construir perdón en la sociedad. El trabajo, escuelas deben ser motivadores para el perdón. La familia debe ser constructora del amor, en los hogares debe haber paz para tener sensibilización de amor: valores para honrar la vida y cultivar la paz. Todos debemos buscar a Dios para tener una morada de paz y amor. Dios es la necesidad más grande del hombre.

“Debe aparecer ante el mundo el rostro de una sociedad que sea humilde y ayude a su hermano, crear paz y dignidad, dejar a un lado la explotación, la miseria y pobreza. La violencia es fuente de pobreza, miseria, hambre y desempleo; si no se remedia se desborda el grave problema ante la sociedad. La sociedad está obligada a ayudar a los pobres y no por bienes superfluos. Hoy necesitamos gente humilde, solidaria y con valentía, que faciliten el camino para vivir dignamente.

“La sociedad necesita hombres como ‘Kike’ que respondan con amor a la miseria, que tiendan la mano con el corazón y ayuden a que encuentren el camino de la verdad y felicidad. Dios te bendiga. Nunca te olvidaremos estimado señor cuando en la radio se escuchaba: la tarde son más amenas con ‘Kike’ Rosales”.

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