Aunque la sabiduría popular dice que “deseo no empreña”, de entrada es justo aplaudir el esfuerzo realizado por Venevisión para celebrar los 65 años del Miss Venezuela en el peor contexto posible: escasez de anunciantes, recorte presupuestario, competencia de los canales por suscripción, críticas a la conveniencia de realizar el concurso y tristeza generalizada por la situación país.

En este caso, como en todos, puede hacerse hincapié en el medio vaso lleno o en el medio vacío. La opción escogida para dar forma a estas líneas es destacar lo positivo, aunque con referencias a lo negativo del espectáculo transmitido el jueves en la noche.

1)      Muy original la idea de que Arveláiz nombrara a las cinco finalistas mientras cantaba en vivo, aunque resultó incomprensible que se redujera el grupo de 10 sin algún trámite intercalado.

2)      La presencia de Mirla Castellanos, la cantante que más ha intervenido en el espectáculo, antes, durante y después de la “Era Riviera”. Debieron cuidarla un poco más con las tomas.

3)      El desfile en traje de gala. Como dijo Mariángel Ruiz: posiblemente el más bello en la historia del concurso. Aunque predominaron los tonos pálidos, si por televisión lucían increíbles, en persona debían ser joyas del diseño.

4)      El trabajo correcto del team de animadores. Algún despiste de Henrys Silva con la cámara y el desaprovechamiento de la vena humorística de Mariela Celis, pero nada grave.

5)      Un aparte para Shirley Varnagy. La escogencia en sí misma habló de la intención que tendría la ronda de preguntas. Observación única: que omitiera el nombre del Miss Perú 2017 en la interrogante a Miss Barinas.

6)      La producción de Aran One: a la altura de una entrega internacional de premios, con los triángulos de neón y las esferas iluminadas descendiendo del techo. Lástima que los dos temas sonaran muy parecidos.

7)      El quinteto de finalistas: bello por donde se mire. Podría alterarse el orden de las triunfadoras sin perder calidad. Un valioso catálogo de lo que el mestizaje ha logrado en Venezuela. Ilusiona lo que pueden lograr en el exterior.

8)      La recuperación de las bandas de Miss Venezuela Mundo y Miss Venezuela Internacional. En principio, disipa rumores de lo que sucederá con la próxima representación en los certámenes aludidos.

Fallas técnicas hubo muchas y notorias; sin embargo, lo más out resultó el premio a las dos primeras: pólizas de seguro “platinum” por 300.000 y 200.000 bolívares, con lo cual no puede pagarse ni un antibiótico.


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