El régimen hace agua y la hora del quiebre está por llegar. Que nadie lo dude, he allí el llamado a la organización. La plataforma Soy Venezuela con María Corina Machado a la cabeza lo ha entendido muy bien. 

No se puede volver a improvisar, debemos estar aliados a los liderazgos coherentes y perseverantes. Me refiero a esos que nunca se les han arrodillado a la tiranía. Serán ellos quienes alumbren el camino, los que fijen la ruta. Ya basta de caer en trampas electorales o en la seducción de diálogos oxigenantes. Ya sabemos que la tiranía no saldrá por las buenas, sino con la fuerza de la razón. No es admisible que se cometan más errores.

María Corina Machado lo ha venido explicando muy bien “Sabemos que el régimen solo saldrá con la fuerza. Fuerza no es violencia; fuerza es fuerza. Fuerza ciudadana: protesta y denuncia. Fuerza institucional: TSJ legítimo y FAN profesional. Fuerza internacional: más juicios y sanciones. Fuerza moral: unidos; sin cómplices, ni corruptos”.

Suscribo en su totalidad esa explicación. Que nadie se caiga a engaños. Llegó la hora de la verdad, y tenemos que decirla por muy incómoda o dura que pueda resultar.

No más engaños

La gente se ha dado cuenta de los engaños, pero también ha reconocido a quienes hablan con la verdad. Claro que lo ha reconocido. Al que actúa con perseverancia y con coherencia siempre el tiempo le dará la razón. De eso se tratan estos comentarios que quise plasmar en la columna semanal. Es tiempo de no tolerar un solo engaño más.

El viernes 27 y sábado 28 de julio, junto a Soy Venezuela estuvimos en los estados Yaracuy y Lara. Les confieso que tenía muchísimo tiempo sin sentirme tan reconfortado por lo que presencié en cada parte que visitamos, incluso durante todo el trayecto de las carreteras cuando teníamos que pararnos porque había una alcabala o teníamos que echar gasolina. Cuando los guardias o policías veían a María Corina, lo que les faltaba era pedirle que se tomara un selfie con ellos, la admiración que reflejaban en sus rostros no la podían disimular, igual los trabajadores de las estaciones de servicio o quienes atienden los sitios donde nos detuvimos para desayunar o ir al baño. La gente la reconoce y la respeta. Por su decencia y mucha templanza, lo que a su vez hace reposar sobre ella la inmensa responsabilidad de no defraudar a quienes en este día y en esta hora le dan su confianza.

La gente está unida

Pues bien, el viernes estuvimos en San Felipe, San Pablo y Chivacoa, nos acompañaron dirigentes del estado Yaracuy, entre ellos Dinora Fernández y Biaggio Pilieri, ambos diputados de la fracción 16J.

Luego partimos a Lara para asistir a una asamblea de ciudadanos en la urbanización Gran Mariscal Sucre, constituida por edificaciones construidas me imagino que por el Banco Obrero de la época, cuando el dinero público se invertía en infraestructura, tiempos aquellos cuando una enfermera o un maestro podían tener su apartamento propio y comprado con el dinero de su trabajo, sin necesidad de ser obligados a recurrir a la humillación de sacar un carnet de la patria ni nada de esos indignantes documentos que la tiranía le pide a los empleados públicos para recibir una bolsa de comida o una pensión de vejez o incapacidad.

La urbanización Sucre, podemos afirmar indiscutiblemente, es un importante bastión de la resistencia y de la dignidad larense. Los organizadores de la actividad dejaron muy claro que allí no entra ningún político a excepción de María Corina porque siempre los ha acompañado. El año pasado ese sector fue literalmente bombardeado por los gendarmes del régimen. Pero allí están los vecinos de Sucre, con la frente en alto luchando por la libertad. La asamblea de ciudadanos se desarrolló en un maravilloso ambiente de invocación de Jesús y de la Divina Pastora.

La gente de Yaracuy y Lara nos demostraron que están unidos como nunca antes en torno a un solo propósito: salir de la dictadura.

Organización y más organización

Lo dije durante todo el recorrido del fin de semana, estamos unidos con los ciudadanos, solo hace falta una cosa: organización y más organización, por eso les invito a formar parte de Soy Venezuela, no podemos actuar desarticuladamente.

Todos los días estamos en reuniones y en la calle llevando el mensaje. El régimen se hunde y debemos hacer peso para que termine de desaparecer. Venezuela tiene futuro y estamos a punto de ver ese amanecer. Lo importante es que estemos claros en eso.

Nadie debe afligirse, claro que estamos atravesando por una malísima situación y sé que algunos sienten una especie de desesperanza, quiero que se quiten eso de la mente. El régimen trata de desmoralizarnos con sus discursos y amenazas, con sus medidas económicas que a todas luces tienen como finalidad asfixiar a la población y hacerla cada día más dependiente de los tiranos. El mensaje de desánimo es estrategia comunista para seguir provocando el éxodo. Créanlo, de esto vamos a salir y más pronto de lo que algunos piensan. Eso sí, no perdamos más tiempo, llegó la hora de la organización.


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