Venezuela no solo sigue en el centro de la preocupación regional, sino que la magnitud del drama que estamos viviendo ya ha alcanzado el escenario mundial al haber sido objeto de examen en reciente sesión cerrada nada menos que del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Ya no vale la excusa utilizada hasta ahora según la cual las organizaciones internacionales no pueden discutir temas atinentes a sus miembros sin la expresa autorización del interesado, o sin la presencia de sus representantes y mucho menos aún si de lo que se trata es de derechos humanos cuyo respeto está sujeto a jurisdicción universal según lo disponen importantes tratados internacionales de los cuales Venezuela es parte. Lamentablemente la Cancillería venezolana, convertida en hazmerreír de la comunidad internacional, se sigue aferrando a eslóganes que hace años han perdido su vigencia. Lo que vienen consiguiendo es un creciente aislamiento que pretenden ocultar con gestos cada vez más rocambolescos, insultos a granel e inflamados comunicados emitidos por el despacho que hoy dirige una muchacha consumida por el odio.

No tienen ya tiempo para otra cosa que no sea condenar el “injerencismo” extranjero que hora a hora se manifiesta desde todas las latitudes del planeta, según lo reseñan los medios de comunicación que, de paso, también son objeto de subidos epítetos.

Para ilustrar y dar soporte a lo afirmado veamos una pequeña muestra de los eventos de los últimos días.

1.- En el Consejo Permanente de la OEA (34 miembros) se ha votado por la celebración el 31 de este mes de una Reunión de Cancilleres (instancia estatutaria de la organización) en la que se va a tratar el tema Venezuela. Es muy importante tener en cuenta la votación habida en la reunión en la que tal reunión fue acordada. 18 países que representan 89,63% de la población del continente y más de 90% del PIB votaron a favor de que se lleve a cabo la reunión. 12 países que representan 6.43% de la población y menos de 10% del PIB se abstuvieron (entre ellos los “panas” Bolivia, Ecuador, El Salvador y República Dominicana más –naturalmente– la clientela cautiva de Petrocaribe). Solamente uno, Nicaragua, (0.64% de la población continental) votó en contra y dos (Venezuela y Grenada con 3.30% de la población) ¡estuvieron ausentes de la sesión! Pareciera que el principio de la igualdad jurídica de los Estados requiere algún ajuste para que lo formal se acerque a lo real. Con estos resultados la soñadora Delcy Eloína proclamó el triunfo de la ¡causa bolivariana! Definitivamente un caso más apto para el estudio profesional de un psiquiatra que de un analista internacional medianamente cuerdo.

2.- El Consejo de Seguridad de la ONU (el mismo al cual el gobiernochavista/madurista se enorgulleció hasta 2016 en pertenecer) abordó el tema Venezuela, desde la perspectiva de la crisis humanitaria y la violación de los derechos humanos. Es cierto que no se tomó ninguna resolución, pero también es cierto que las cosas en ese cuerpo tienen sus propios ritmos y también es cierto que ese es el órgano de Naciones Unidas que tiene la facultad de hacer uso de la fuerza y/o de la contención militar ante circunstancias determinadas. Venezuela ha participado con tropas en operaciones de ese tipo. Pobrecito Rafael Ramírez quien, con su estrella en declinación, ha declarado que todo esto se trata de un operativo para disimular otros escenarios.

3.- El presidente Donald Trump, en medio de las múltiples crisis que confronta en lo internacional y lo interno, ha abordado el tema Venezuela en reunión con su homólogo de Colombia, con Macri y en conversaciones telefónicas con Kuszinsky y otros mandatarios.

4.- Los órganos colegiados de la Unión Europea, como así también la Comisionada de Relaciones Exteriores (Federica Mogherini) que también han expresado sin disimulo sus preocupaciones.

5.- Henrique Capriles acaba de conseguir una audiencia con ZeidRa’ad al Hussein, Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Este personaje no es altamente conocido, pero es la máxima instancia mundial en la materia, que seguramente tendrá algo que decir.

En fin…, el objeto de estas líneas es hacer ver que la cosa en el ámbito internacional se le está poniendo difícil a los que están en el gobierno. Tal clima adverso no se originó por generación espontánea sino por la tenaz y coordinada (y a veces no coordinada) acción de muchas personas que, con menguados recursos, pero inquebrantable voluntad, han ido armando el expediente que tarde o temprano sustentará el veredicto de la historia y, ojalá, también de los tribunales de justicia.

Nota extra: Apoyamos las manifestaciones de repudio y luto que se llevan a cabo en el exterior, pero alertamos en el sentido de que esos países tienen sus leyes y seguramente no desean ver trasladado a su suelo el conflicto venezolano. Imagínese usted a israelíes y palestinos desatando violencia en las calles de Caracas. La sugerencia es seguir con las acciones, pero sin violar las leyes de cada lugar.

César Miguel: Solidaridad irrestricta con uno de los profesionales más respetados del país. Gracias, amigo, por permitir al régimen decomisar tu pasaporte para con ello dar una muestra más del desespero exhibida al mundo entero.


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