Todos los mecanismos delictivos para retener indefinidamente el poder ya usados en Cuba, Venezuela y Nicaragua se aplican ahora en Bolivia. Es el esfuerzo para que Evo Morales sea candidato, pues tiene asegurado ganar las elecciones de 2019 con un nuevo acto de “simulación de democracia” y violación de los derechos humanos de todo un pueblo. Para las dictaduras castrochavistas es imprescindible retener Bolivia bajo su control y repiten los crímenes con los que someten a Cuba, Venezuela y Nicaragua.

Morales suplantó la Constitución Política de la República de Bolivia –que no permitía reelección continua de presidente– falsificando el contenido de la reforma con la ley 2631 de 20 de febrero de 2004 promulgada por Carlos Mesa, que sin competencia autorizó una asamblea constituyente cuando solo se permitía la reforma parcial de la Constitución. Con asamblea constituyente dolosa pusieron en escena la construcción del Estado plurinacional que liquidó la República de Bolivia con una Constitución que no es la redactada por la constituyente, pues con otro crimen denominado ley 3941 de 21 de octubre de 2008 Morales impuso un texto diferente al de la constituyente en el Congreso Ordinario que usurpó funciones. Un iter criminis que creó la “legalidad de la dictadura”.

En 2008 la oposición presidía y era mayoría en el Senado (Jorge Quiroga jefe de 13 y Doria Medina 1, mayoría 14 de 27) y pudo evitar la liquidación de la República, pero fue llevada a un pacto con Morales, aprobó la ley 3941 y proclamó la constitución castrochavista como de unidad nacional, dando la reelección a Morales. Pueblo, líderes cívicos, gobernadores de 6 de los 9 departamentos resistieron, pero Morales los redujo con muertes, presos políticos y exilio, con las masacres del Hotel Las Américas, Porvenir en Pando, La Calancha, Cochabamba y más. Un iter criminis que creó “oposición funcional”.

Con su Constitución plurinacional de 7 de febrero de 2009, Morales convocó de inmediato a elecciones y se reeligió el 6 de diciembre de 2009 por “única vez”. Se presentó a las elecciones de 2014 y de nada valieron las denuncias de la “oposición” que invocó un documento garantizado por la OEA de Insulza en el que Morales se obligaba a reelegirse solo una vez, pues en esta ocasión el Tribunal Constitucional del régimen emitió un fallo autorizando su tercera postulación consecutiva con el argumento de que habiéndose creado el Estado plurinacional el año 2009, la elección de 2014 era la primera reelección de Morales en el nuevo país.

Asumido su llamado tercer mandato Morales convocó a un referéndum en que planteó el Sí para su perpetuación indefinida en el poder y el No para no volver a ser candidato, anunciando que si perdía volvería a sus cultivos de coca ilegal. El 21 de febrero de 2016 ganó el No, Bolivia dijo No. Pese al fraude dictatorial el triunfo del pueblo boliviano fue contundente, pero entonces recomenzó la aplicación de los medios delictivos utilizados en Cuba, Venezuela y Nicaragua.

De los miles de crímenes del castrismo para retener el poder en Cuba, destaca hoy el supuesto accidente en el que mataron a Osvaldo Payá, fundador y organizador del “Proyecto Varela” mediante el cual, amparado en la Constitución castrista, recolectó las firmas necesarias para presentar al régimen una solicitud de cambios. Evo Morales está acusado en La Haya por los asesinatos extrajudiciales del 16 de abril de 2009 en Hotel Las Américas en Santa Cruz y además debe responder por decenas de crímenes que ha perpetrado para tomar y retener el poder

Venezuela dijo No a Hugo Chávez y su proyecto de constitución el 2 de diciembre de 2007 y el dictador Chávez admitió “derrota solo por ahora”, y luego, manipulando procesos electorales fraguados, fraude, jueces sometidos, fuerza, amedrentamiento, sobornos, crímenes y metodología castrista, hizo lo que quiso, manipuló un nuevo referéndum en 2009 y se quedó en el poder hasta su muerte.

Nicaragua, con la experiencia de la dictadura de Somoza, estaba constitucionalmente protegida, pero Daniel Ortega primero rebajó a 35% el porcentaje para ser elegido, controló los organismos electorales, obtuvo el apoyo de opositores a cambio de impunidad por asuntos de corrupción, hizo reconocer por un tribunal sometido “su derecho humano a postularse indefinidamente” y dio un golpe judicial para controlar el Congreso.

Repiten en Bolivia los crímenes de las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua para retener el poder, ¿pero se repetirá el resultado? El pueblo boliviano se moviliza, toma las calles y se apresta a la resistencia civil, y el mundo no puede ignorarlo.


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