Hacer historia. Gusta llamarse a sí mismo “artista de la transformación”, experiencia que probó a los 12 años, cuando decidió ver cómo era su apariencia después de una ardua sesión de maquillaje para mostrarse como alguien distinto al sexo con que nació. En estadio de profesionalización, Juan Solórzano se hizo un nombre en la escena nocturna del ambiente caraqueño, aunque identificado como La Chiky Lorens.

Su desparpajo y su irreverencia, sustentados en el conocimiento que ofrece la academia, lo han convertido en un lanzallamas, cuyo combustible no es otro que la segregación de las glándulas salivales para tener la lengua siempre a tiro. Con ese arsenal debutó el viernes 8 de septiembre en el programa La bomba de Televen, marcando un hito al convertirse en el primer travesti con participación regular en la televisión venezolana.

Llegó al espacio matutino después de estudiar en el Ballet Metropolitano de Caracas, en la Universidad de las Artes y en la Universidad Central de Venezuela, donde obtuvo el título de licenciado en Artes. Como bailarín, además, tuvo la oportunidad de intervenir en algunos espectáculos de Miss Venezuela, al tiempo que hacía carrera como animador de discotecas. Una amenaza de muerte lo llevó a desaparecer durante dos años para resguardar su vida.

Con la nueva experiencia, La Chiky visibiliza a un sector de la población que existe, que siente, que piensa y que tiene mucho por decir. Se suma, además, a otros personajes que han hecho historia al abrir ventanas en la pequeña pantalla para permitir el reflejo de minorías, aunque el recelo o los prejuicios o la legislación o todas las anteriores hayan impedido la visualización cotidiana de quienes también cohabitan en el territorio nacional.

Vale recordar lo que significó Karla Luzbel en los años setenta y ochenta, cuando se convirtió en la primera venezolana sometida a tratamiento de reasignación de sexo que trabajó en Radio Rochela y en dramáticos de RCTV. Y a Stayfree (Julián Eduardo Guzmán), primer homosexual abiertamente declarado que integró el staff de Noche de perros. Después surgiría Mariluchy Delgado en Brujas de Canal i.

Lo cierto es que la llegada de La Chiky a la televisión tiene una importancia especial cuando en distintos escenarios de la vida nacional se discute el país del futuro, el que hay que construir. Y la inclusión debe ser un objetivo en esa sociedad progresista. Ya el seudosocialismo agotó la cuota de la discriminación.


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