Sobre tema tan legal he escrito con anterioridad, sin embargo, ahora que por fin y en serio la Ley del Odio se va a aplicar, perdón, quise decir, la Ley contra el Odio, deseo profundizar y reiterar, que la apoyo.

Quiero aclarar además, que si algún día por equivocación hice alguna leve crítica a la revolución, fue por la influencia nefasta del comediante Laureano Márquez y del poeta Leonardo Padrón, quienes me metían ideas raras en la cabeza diciendo que la revolución bolivariana estaba destruyendo a Venezuela. Ellos, he de confesarlo, casi me convencieron, pero gracias a la iluminación divina y a la de mi comandante eterno, no caí en tan insidiosa, falaz y tendenciosa campaña, dirigida por el pitiyanqui de Donald Trump.

Aprovecho la ocasión para ponerme a la orden de la revolución, con el objeto de decirles que también tengo información, de otros amigos míos quienes con la excusa de reunirnos para tomar whisky, no pierden la clandestina ocasión para hablar mal de nuestros queridos líderes y del socialismo del siglo XXI. Aclaro, no hago esto por sapo. Lo hago por convicción y para defender a nuestra amada revolución.

Informo que la lista de los odiosos contra revolucionarios es larga y que haré entrega de ella para que tomen capture de pantalla y la usen como prueba cuando la ley así lo requiera. ¡Eso sí!, recuerden que aquellos a quienes acusaré, después de todo son mis amigos whiskiseros y confío en que serán tratados con amor cuando los lleven a la prisión llamada La Tumba, lugar privilegiado de Venezuela porque las paredes están blanquitas, hay aire acondicionado y luz ininterrumpida las 24 horas del día con la ventaja de que el preso jamás sabrá si es de día o de noche.

¡Hay que estar ciegos para no reconocer el progreso y bienestar que estamos viviendo! No entiendo qué es lo que a algunos les molesta de tan excelente y necesaria ley. Cumplirla es fácil. He aquí una guía práctica para entender, escribir, pensar y hablar sin temor de ir presos a La Tumba o al Helicoide.

Consejos

  1. Si lo acusan de algún delito y no existen pruebas fehacientes de que usted es culpable, se le dictará una sentencia de amor esotérico denominada: Corrupción Espiritual, tal como le ocurrió a la jueza Afiuni. Dicha sentencia espiritual, por demás innovadora, revela un gobierno autónomo, original y creativo, porque dicho delito no está tipificado en la ley de ningún país del mundo. Definitivamente, es este un nuevo logro de la revolución y de los derechos humanos, por aplicarse sin distinción de raza, sexo o color y por ser un fallo cuya justicia llega directo al espíritu del individuo. ¡Sí! Usted irá preso, pero sentirá el amor espiritual de la revolución. Pregúntese: ¿en qué país del mundo aplican condenas espirituales?
  2. Si a las 2:30 de la mañana llegan a su casa y cual inesperada serenata de amor le tumban la pared con una mandarria y luego lo sacan amarrado, agradezca a la revolución por haber derribado la pared y no la puerta, ya que reponerla en hiperinflación resulta muy costoso.
  3. Cuando mencione al líder, jefe de la revolución, siempre diga: nuestro querido e iluminado líder benefactor.
  4. Recuerde que, tal como indica el ordinal 7, se impide la discriminación de sexo y género al mencionar los órganos genitales, por ejemplo, el pene será llamado la pena y la vagina el vagino.
  5. Según el artículo 2, solo podrá referirse al presidente o a la presidenta del CNE, por su nombre de pila. Cualquier adjetivo descalificativo será duramente penalizado por la ley.
  6. Queda terminantemente prohibido decir que algún funcionario del gobierno ha robado. En el supuesto negado de que esto ocurriese, en el expediente correspondiente se reseñará así: la derecha le mete ideas deshonestas y pecaminosas en la cabeza a ingenuos funcionarios revolucionarios y estos, sin querer, toman prestados cientos de millones de dólares de manera accidental.
  7. Artículo 12: queda prohibida la perniciosa costumbre sexista e imperialista de llamar al hombre papá y a la mujer mamá. Ahora se igualan ambos sexos conservando el acento. Al padre se le llamará papó y a la madre mamó.
  8. Queda prohibido criticar al barbero de la morgue, por ser este el estilista privado de altos funcionarios de la revolución.
  9. Queda prohibido decir: la noche está negra. Ahora se dirá: la noche está afrodescendiente.
  10. Un cocinero, al escribir parchita como ingrediente de una receta, deberá referirse a ella como la fruta de las pepitas, ya que su nombre original incita al odio homofóbico.
  11. Cuando al hablar haga referencia a las enormes colas inducidas por la derecha donde ancianos, mujeres y niños pasan horas humillantes e interminables para comprar comida, medicina o para que el cajero de un banco entregue una cantidad de efectivo que solo alcanzará para pagar el pasaje, usted deberá decir: la revolución ha logrado que personas de diferentes edades y sexos sociabilicen felices durante horas, mientras nos colocamos uno detrás del otro como en los juegos infantiles.

Por último, y esto no está en la ley, la verdadera, verdad, verdaíta, es que antes de esta maravillosa Ley del Odio, ya todos habíamos dicho lo que teníamos que decir, habíamos hablado lo que teníamos que hablar, odiado lo que teníamos que odiar, votado lo que teníamos que votar, advertido lo que teníamos que advertir, marchado y protestado lo que teníamos que marchar y protestar.  Entonces…  qué importa la Ley Constitucional contra el Odio por la Convivencia Pacífica y la Tolerancia, si ahora nadie se tolera, nadie convive pacíficamente y todos nos odiamos.


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