Sin darse cuenta, el cuerpo tiene sus maneras de expresar la personalidad, estados de ánimo, los pensamientos y los sentimientos de los individuos, a través de la información que genera con sus expresiones, gestos o posturas. Este lenguaje demuestra cómo es la naturaleza de la persona, sus gustos, emociones y el grado de entendimiento al comunicarse. Por esta razón, para emitir un mensaje no solo se necesitan palabras, sino que, además, se debe apoyar con lo que se transmite mediante la conducta no verbal. Los mejores comunicadores son los que tienen conciencia de sus señales no verbales, pues pueden monitorear su comportamiento y medir el impacto que despierta en los demás.
Manejar la comunicación del cuerpo con éxito requiere generar conciencia de esos mensajes para perfeccionar en lo posible esta habilidad. Entre algunas de las ventajas que se pueden destacar, para entender la importancia de dominar el lenguaje corporal, es que permite desarrollar la capacidad de relacionarse con los demás, demostrar la identidad o la naturaleza propia del individuo, lograr el entendimiento de las ideas propias, transmitir emociones, entre otras. Todos estos beneficios contribuyen con las funciones de socialización de las personas y, por otro lado, ayudan a reforzar los mensajes verbales emitidos y les dan más fuerza.
En este sentido, las posturas manifiestan el interés demostrado, la apertura, la predisposición, la pasividad o el estado de ánimo. Desde el punto de vista visual, estas, además, tienen mucha influencia en la imagen personal percibida, especialmente, cuando se desea proyectar seguridad, confianza y estabilidad. Del mismo modo, los gestos acompañan el discurso social y representan expresiones que pueden traducirse en manifestaciones de orgullo y poder. Estos tienen mucha relación con la credibilidad y simbolizan sus propios significados. Por otro lado, demuestran las emociones de los individuos y dirigen las interacciones entre ellos.
Por su parte, la apariencia juega un papel importante y es una de las formas de mayor impacto en la comunicación. Transmite datos personales básicos, como el sexo, origen, cultura, entre otros. En este sentido, genera información para basar los estereotipos y la impresión que se forman las personas. Existen estudios orientados a demostrar que la apariencia determina la capacidad de persuasión. Las facciones de las personas muchas veces pueden influir de manera positiva o negativa en la interacción social. Del mismo modo, las expresiones faciales son el indicador más determinante de las distintas emociones, ya que, el rostro muestra de forma natural la alegría, la tristeza, la rabia, la sorpresa, entre otros sentimientos. Cada una tiene su propia interpretación.
El idioma del cuerpo es una manera de comunicación basada en posturas, gestos y en los movimientos corporales. Se puede saber lo que piensa una persona, qué rasgos identifican su forma de ser y sus intenciones, a través de su comportamiento no verbal, pues este, muchas veces, brinda información muy valiosa, más allá de las palabras.