La Unión Europea, Estados Unidos y Canadá han coincidido en señalar que en Venezuela está establecida una dictadura, expresando su profunda preocupación por la situación de deterioro que atraviesa nuestro país con motivo de su grave inestabilidad económica, social, política y de derechos humanos. Asimismo, han calificado de inaceptable a la asamblea nacional constituyente surgida de un proceso electoral violatorio de nuestra carta magna, y en tal sentido, no reconocen su legitimidad por su origen fraudulento e ilegal, lo cual representa “un quiebre fundamental del orden constitucional legítimo en Venezuela”. Han denunciado también la persecución y represión llevada a cabo por el gobierno de Nicolás Maduro, al que pidieron respeto por la Constitución venezolana.

El gobierno de Estados Unidos, al aplicar sanciones a funcionarios del régimen, ha sido explícito e indicó que la dictadura de Maduro sigue privando a los venezolanos de alimentos y medicamentos, encarcelando a los miembros de la oposición y reprimiendo en forma violenta la libertad de expresión.

Destaca que en Venezuela la tragedia de la tiranía “se manifiesta ante nuestros ojos”. “Ningún pueblo libre ha elegido jamás transitar el sendero desde la prosperidad hacia la pobreza. Ningún pueblo libre ha elegido jamás convertir lo que fue una vez y debería seguir siendo: una de las naciones más ricas de América del Sur, no la más pobre y corrupta de la región”.

Por otra parte, el gobierno de Canadá sostuvo que al imponer sanciones contra Nicolás Maduro y altos funcionarios de su régimen estaba enviando un claro mensaje en el sentido de que su comportamiento antidemocrático tiene consecuencias, indicando que son los responsables del deterioro de la democracia en Venezuela. “Canadá no permanecerá en silencio mientras ese gobierno roba al pueblo sus derechos democráticos fundamentales”, manifestó la ministra de Asuntos Exteriores de ese país, Chrystia Freeland.

Las sanciones canadienses subrayan el compromiso con la defensa de la democracia y los derechos humanos. Canadá ha mostrado con esta medida su solidaridad con el pueblo de Venezuela mientras prosigue la lucha por restaurar la democracia.

En este orden, y luego de rechazar las reiteradas violaciones de los derechos humanos, los países de la Unión Europea también aprobaron sanciones contra el régimen nefasto. Una de las medidas consiste en la prohibición de la comercialización de equipos militares, que podrían ser usados para reprimir las manifestaciones pacíficas, y la elaboración de un sistema que permita realizar restricciones de viajes y congelación de bienes a numerosos jerarcas del régimen dictatorial.

Hace pocos días Antonio dirigió una correspondencia al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la cual le pide “no titubear” a la hora de aplicar sanciones contra funcionarios del régimen de Maduro, responsables de hechos de corrupción y otros delitos. Queda claro que las sanciones son dirigidas exclusivamente contra funcionarios corruptos. Se trata de sanciones individuales, dirigidas a las personas que han robado descaradamente miles de millones de dólares, en los casos de corrupción más escandalosos del mundo, sanciones a funcionarios relacionados con el narcotráfico, responsables de violar los derechos humanos, que autorizan dispararles a los manifestantes a quemarropa. No son sanciones contra Venezuela.


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