Entre el 240 y el 550 d. C., morbosísimos hindúes dejaron escrito en sánscrito y con gráficas explícitas, inenarrables y dificilísimas posiciones sexuales aptas solo para atletas olímpicos o instructores de yoga avanzado. Si hacer el amor normal es complicado, ¿cómo será hacerlo con este diabólico legado hindú?

El Kamasutra se divide en capítulos.

Capítulo I, dedicado a la introducción (del contenido del libro).

Capítulo II, dedicado al acto sexual en sí.

Capítulo III, dedicado a la elección de la esposa, al cortejo y matrimonio. Aquí no se habla de la erección, perdón, de la elección del esposo que tan difícil es tomando en cuenta que para la época no existía el Viagra.

Capítulo IV, dedicado a la esposa.

Capítulo V, dedicado al cortejo de las esposas, pero de otros.

Capítulo VI, dedicado a las cortesanas. El difícil arte del amor prepago.

Capítulo VII, dedicado al arte de atraer.

En Venezuela, la connotada doctora Loly Viloria, antropóloga falconiana nacida en Pecaya, cerca de la sierra de Falcón, donde se prepara el rebelde licor de cocuy pecayero, descubrió unas cuevas gigantescas donde morbosísimos antepasados indígenas dejaron por sentado, parado y acostado, la vida sexual de estos antiguos habitantes de Venezuela.

De acuerdo con la doctora Viloria, estas pinturas rupestres datan de hace 1.500 años, es decir, estos pecayeros se adelantaron a los hindúes.

Junto con la doctora Viloria y reputadas y reputados científicos, visité estas aún vírgenes cuevas. Con asombro contemplé bosquejos amatorios de nuestros antepasados y enfermos paisanos.

Menos mal que Colón llegó a Venezuela por Macuro y no por Pecaya, de no ser así, no sé de lo que habrían sido capaces estos eróticos indios falconianos al verlo con faldita marrón, medias panty y cabello Yeye Gogo.

Hoy, en exclusiva, comparto técnicas del cortejo para hacer el amor de estos vetustos pecayeros.

El Superman: el hombre se pone una capa y tira a la mujer desde un árbol, después se autocomplace tirándose él mismo.

El Flácido Domingo: la mujer siente gran frustración, por razones obvias.

El Jesús Soto: el hombre hace una esfera gigante y la guinda en la carretera. Cuando la mujer pregunta: ¿En qué te inspiraste para hacer esa bola tan grande? El hombre aprovecha y responde: Ven y te enseño.

El Socialista: era uno de los más populares porque todo el mundo andaba mamando.

El MUD: coito sin orgasmo.

El Indio del Whatsapp: en la tribu, había un indio de color que destacaba por… Ay, se me acabó la página.


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