“Un bello y buen día!” es lo que a uno le nace decir ante una nota o texto explicativo como el enviado recientemente por el ilustre embajador de Italia en Venezuela, diplomático Silvio Mignano, de título “Embajada italiana invita al Giro d’Italia en Venezuela”.

Actitud que, en su cordialidad, simpatía y amplitud, es bien conocida como rasgo propio que públicamente define, da a conocer y hace ser (como en efecto es) apreciado dicho embajador. En la nota de presentación él mismo notificó que con dicha actividad cultural deseaba ocupar de la manera más pacífica, más hermosa, más bella, los espacios y cada rincón de la ciudad de Caracas. Y ello desde su propio inicio parece constituir un logro pleno, por todo lo alto.

En efecto, desde el 23 de junio y hasta el 7 de julio, mantendrán la fiesta cultural que han denominado Giro y que incluirá diversas actividades creativas.

Y nos agregan como definición que dicho Giro es algo que “realmente pertenece a la identidad cultural social italiana y la idea es transformarlo en un gran evento cultural en Venezuela que mantenga las características propias de la Vuelta a Italia”.

Algo definitivamente memorable fue lo sucedido en la noche del reciente sábado 23 de junio, con el título de Gala musical italiana. Un extraordinario concierto en la residencia diplomática, con un programa en cuya primera parte fueron interpretadas por miembros de la Escuela de Música Mozarteum Caracas (Gianfranco Garofalo, violín, y Edinson Bolívar, piano) obras de compositores italianos para películas; y en la segunda parte arias de óperas muy bien cantadas por la soprano Andreína Ramírez y el bajo barítono Álvaro Carrillo, con Franca Ciarfela al piano.

Por el evidente placer que deriva de hacer invocaciones, vienen como ejemplos al recuerdo gestos y algunos hechos que allí resultaron trascendentes como la charla dedicada a abordar Los 70 años de la Constitución italiana, o la Lectura colectiva de la Divina Comedia en la plaza Los Palos Grandes, o algo tan digno de recuerdo como los 70 años del Ladrón de bicicletas, con la proyección del clásico neorrealista de Vittorio de Sica; un gran musical en honor del glorioso Gioacchino Rossini y asimismo una festiva presentación del grupo folklórico italiano Arlecchino. Y entre otros eventos, la charla La importancia de Italia en Venezuela, con Elías Pino Iturrieta, Carlos Sandoval y Adriana Gibbs.

El embajador Mignano manifiesta su aspiración a poder realizar otras etapas de estas actividades en otras ciudades del país; de ello y de su disposición a hacerlo no hay ninguna duda y de allí que nos dispongamos a celebrarlo. Él sumará a tan activo despliegue suyo una conferencia magistral en la Escuela de Artes refiriéndose a la Divina Comedia.

Termino esta breve nota expresando mi felicidad de haber vivido tan grata circunstancia en este lugar y en el seno de tan admirables y gentiles personas; doy fe aquí tanto de mi confesa y sentida admiración, como del agradecimiento a Italia por sus enormes y consistentes aportes a la formación humanística de nosotros y de nuestros lugares de origen, no son casuales ni por momentos, son profundos y trascendentes, en lo que refiero por ejemplo a las artes plásticas en general. Cine, historia y literatura, teatro, música, enseñanzas a lo largo de nuestras vidas incluyendo unas cuantas revelaciones trascendentes, en nuestras respectivas profesiones.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!