La ética del desarrollo consiste en el análisis que se realiza con respecto a los cambios socioeconómicos de la sociedad con la finalidad de promover la solución de las dificultades presentes en los países o naciones menos favorecidas, así como sus problemas de ética social y humana. Esto involucra propiciar los fines y medios requeridos para lograr el avance regional, nacional y mundial.

Para alcanzar ese propósito es necesario que se le brinde mayor prioridad a los valores éticos y a los principios humanos que a los intereses económicos o políticos, con el fin de contribuir al cambio social. Así mismo, se requiere fomentar un canal para generar medidas públicas con la intención de beneficiar al individuo y minimizar la exclusión social. Sin duda, estos factores son esenciales para alcanzar el desarrollo.

Por otra parte, se requiere abarcar soluciones en cuanto al respeto a la vida y a la dignidad humana promoviendo el amparo y resguardo de los derechos humanos, que muchas veces se encuentran violados en estos grupos sociales. Además, se debe velar por la generación de un equilibrio en los procesos de producción necesarios para elevar la calidad de vida de los individuos, propiciar oportunidades laborales y el acceso a productos básicos, protegiendo el ambiente de manera sostenible.

Así mismo, es preciso que prevalezca la solidaridad humana con el fin de lograr la unión de esfuerzos, la justicia, la inclusión de todos los sectores, el desarrollo económico y social que brinde oportunidades equitativamente. Este aspecto se refiere al apoyo de los miembros de la sociedad quienes de manera desinteresada deseen realizar acciones para ayudar a los demás en su superación o supervivencia.

Como se puede observar, si no se respetan derechos humanos como la justicia, la igualdad, la inclusión, que permitan a la población tener acceso a una mejor calidad de vida,  así como el cumplimiento de la  ética social, no puede existir el desarrollo humano. Algunas de las dificultades presentes en la superación de los sectores más desfavorecidos están determinadas por el incumplimiento de estos factores, lo que imposibilita la construcción de una sociedad más equilibrada.


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