El prófugo de la justicia venezolana Nicolás Maduro partió a la China a buscar respiro financiero.  Deambula atrapado en el insólito y terrible endeudamiento  en que su mentor Chávez dejó a Venezuela.  Aún después de recibir ingresos con tantos ceros, difíciles de escribir, como las cifras de la devaluación del bolívar por la inflación. Ingresos de alrededor del trillón de dólares por concepto de venta de nuestro petróleo, que compraron la voluntades y «amistades internacionales»

Antes de enfrentarse a la justicia divina, junto al endeudamiento, el difunto nos dejó sometidos también a la fórmula del continuismo comunista; bajo la actual regencia castrista que ha gobernado y gobierna a Venezuela en alianza con sectores enriquecidos del narcoterrorismo de las FARC y el ELN.

La cobardía de la cúpula militar, infiltrada y comprada en comodidad, que ha preferido someter a su propio pueblo al genocidio, antes que enfrentar la conspiración internacional del narcotráfico, más la corrupción que “en venganza” adelantaron su revancha comunista frente al triunfo occidental del pasado siglo contra este flagelo. Con su zombie Maduro, que vemos dando tumbos sin terminar de caer, van haciendo caer cada vez, más y más, a  nuestra  ultrajada nación.

La imagen de un venezolano que se arrodilla e identifica como educador frente a un verdadero latinoamericano, como lo es Luis Almagro Secretario General de la Organización de Estados Americanos, revela, con toda la fuerza de su real dramatismo,  la urgencia vital de salvar de una vez por todas a una nación sometida a la humillación, a la persecución, al hambre, a la enfermedad, a la represión; es decir  a un genocidio que la lleva a escapar con lo puesto de su territorio. Si esto no es ya una terrible violencia, que será a lo que se refieren los que deshojan la margarita de la  “salida negociada y pacífica”, frente la necesidad de buscar una salida salvadora.

Pero como si esto fuera poco, la contracción de la deuda externa frente a China, por más de 50 000 millones de dólares, se han estado pagando con el hambre del pueblo.  Todavía restan unos 20 000 mil millones más, por lo cual no entran dinero liquido. Los cinco mil aprobados dentro del llamado fondo estarían formando parte de ese alargue que la paciencia China busca extender para seguir cobrando los 20 mil millones adeudados.

Así, no solo nos han dejado sin soberanía política frente a la castrocomunismo cubano, sino sin soberanía económica frente a los chinos. A estos llegan también arrodillados como el hombre de la frontera pero ofreciendo todo tipo de  prebendas para que les conceda más dinero fresco de supervivencia a su régimen castromadurista. Así, el títere cumple su rol encomendado desde la isla prisión. Tanta humillación no se hubiese imaginado Miranda o Bolívar sufriría nuestro otrora «ejercito forjador de libertades».

Con el decreto número 3610 de emergencia económica del pasado lunes 10 de septiembre (Gaceta Oficial 41 478), Maduro pretende conseguir la “implementación de mecanismos de registro, identificación y verificación que permitan un óptimo control de la aplicación de subsidios y demás beneficios de carácter público”. En otras palabras, como lo prescribe la receta comunista que impone un sistema de control social de repartición de la pobreza, ha impuesto la salida de millones de conciudadanos de nuestra patria como ocurriera en Cuba durante los casi sesenta años de dictadura.

Pasamos por el momento más delicado, dentro de todos estos casi ya veinte años de dominación del castro comunismo en Venezuela. Ellos pretenden convertirnos definitivamente en copia fiel de su franquicia castrista, esta vez anclados al auxilio chino como otrora lo hiciera Cuba con la ex Unión Soviética. Su vigilancia, su invasión con agentes de espionaje,  su tortura y control social están en juego durante las próximas semanas.  Raúl Castro juega así su juego de preferencia China, a través de su marioneta Maduro. Son sus “últimos cartuchos” para que junto a más endeudamiento y entrega vergonzosa  de nuestros recursos a estos intereses chinos Cuba siga recibiendo su cuota parte por “la gerencia política” de temas como las “negociaciones de paz” FARC-Colombia, por ejemplo.

La sociedad venezolana ha resistido, y resiste con gran coraje y dignidad. Más allá de las traiciones y manipulaciones de los colaboracionistas conocidos de la vieja partidocracia, nacional e internacional, muchas diputadas y diputados como Beatriz Becerra del parlamento europeo por ejemplo o los diputados de la fracción 16 de julio del parlamento venezolano y otros, luchan sin cuartel por la libertad de la nuestra nación venezolana. 

Los dinosaurios políticos, que no por edad sino por su enquistamiento en componendas del pasado, habrán de desaparecer de la faz de nuestra “tierra de gracia” venezolana. Les llegó la fuerza del clima de sociedad civil organizada que no esperaban. Dichos traidores, favorecidos con jugosas prebendas, comprobadas también de cómo se enriquecieron en estos casi veinte años de tragedia para la nación. Estos deben hacer sus maletas, mientras tengan tiempo, pues serán juzgados con la dureza y rigurosidad que merecen. Ojalá, lo digo con convicción, tengan la suerte de que  lleguemos primero nosotros con “La Justicia”, antes que se desate la furia del pueblo.

Solo con los 2300 millones del Principado de Andorra sumados a los 600 millones que han lavado, según ha denunciado del senador estadounidense Marcos Rubio, recuperaríamos 2900 millones de dólares, en lugar de un nuevo endeudamiento con los 5000 millones de dólares de China con que Maduro robaría y malgastaría nuevamente. No podemos permitir que siga representándonos un ladrón sentenciado, al contraer más endeudamiento para Venezuela. No hay que permitir que nos traiga más  hambre, más muerte, y más éxodo. En una palabra más sufrimiento. Es hora que toda la civilización occidental interprete en su justa dimensión el tamaño de este conflicto humanitario, estratégico político y de seguridad internacional. Solo pedimos no nos dejen solos; es hora de luchar por la ¡Libertad y la Democracia en America!

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