El Hospital de Valencia es una de las construcciones más grandes que se hicieron en nuestra ciudad durante sus primeros dos siglos. Inicialmente se le llamaba Hospital Real o también Hospital de San Antonio de Padua, y este fue construido a mediados del siglo XVII, cuando se decidió su construcción, la cual fue realizada al noroeste de la Iglesia Matriz haciendo esquina entre lo que hoy es la calle Colombia y la avenida Soublette.

La extensión del hospital era aproximadamente como de una hectárea y con el transcurrir del tiempo fue perdiendo terreno y su estructura modificada, la cual, afortunadamente, se pudo recuperar gracias a los trabajos de restauración que se hicieron en la década de los noventa bajo el gobierno del Dr. Henrique Salas Römer.

El obispo Mariano Martí en su visita pastoral a la ciudad en 1782 hace una visita al mencionado monumento y lo describe de la siguiente manera:

Este edificio fue hecho con pisos de ladrillo y techos de teja con caña y vigas con tirantes dobles.

Los «tirantes» son unas vigas de madera que se colocaban horizontalmente en la armadura del tejado o entre las paredes o muros para evitar el desplome.

La población a la cual atendía el hospital era de unas 7.327 almas según el Censo Eclesiástico, el cual lo reportaba de la siguiente manera:

  1. Blancos: 3.058.
  2. Indios: 205.
  3. Pardos: 2.996.
  4. Negros: 40.
  5. Esclavos: 938.

El número de casas dentro de la ciudad era de 513 y fuera de ella 569.

Por tal motivo el hospital contaba con poco número de camas y es por ello que el salón de los enfermos reunía las siguientes características:

El referido salón se ubica entre la entrada principal y zaguán y la capilla. Medía 24 varas de largo y 8 de ancho, tenía una reja que daba hacia la capilla para oír misa. Tenía 3 ventanas de rejas con balaustres torneados que miran hacia la calle Real (hoy Colombia) y otra que mira hacia el corredor interno, presenta una puerta con una cerradura y llave de hierro.

En el interior del salón había:

  • Dos escaparates: uno para los medicamentos y el otro para guardar la ropa.
  • Nueve catres forrados de cuero, seis con barandillas y tres sin ellas. Uno con colchón de paja y los demás con esteras. Todas con sábanas, colchas y almohadas.
  • Doce camisas de lienzo amarillo, ocho calzoncillos, dos pares de paños de mano con ocho servilletas.
  • Dos visitadoras, un barril de madera, tres botijas, dos mesas, una pala pequeña de cobre para hacer unciones y la imagen de un Cristo colgado en la pared.
  • Al lado del salón de los enfermos seguía la capilla, la cual tiene 16 varas de largo y 8 de ancho, dedicada a la advocación de san Antonio de Padua.
  • Esta capilla contaba entre sus pertenencias una estatua de san Antonio de Padua, santo de origen portugués que nació en 1195 y murió en 1231, llamado de Padua por haber muerto en esa ciudad de Italia. Y un cuadro de la Virgen de la Luz, el cual se caracteriza por la imagen de la Virgen cuya corona es sostenida por dos ángeles. En su mano derecha empuñada brota una llama y en su brazo izquierdo sostiene al niño Jesús el cual recoge corazones de una cesta. Y en la parte inferior de la mano derecha se encuentra el demonio.
  • Estas dos obras hoy en día no están en la Casa de La Estrella sino que están en la Iglesia de la Luz en la Entrada, municipio Naguanagua.

Después de la Capilla y la Sacristía, sigue la otra ala, que constaba de cinco piezas de seis varas de largo y cinco de ancho, todas con sus puertas y una de ellas es utilizada como almacén.

Y finalmente en la parte sur del hospital que hoy en día era el área donde está la imprenta del estado, las oficinas de la Academia de Historia del Estado Carabobo y el Archivo del Estado Carabobo, estaba el cementerio o camposanto, con su osario en el centro. El osario es el lugar de las iglesias o cementerios donde se reúnen los huesos que se sacan de las sepulturas.

El hospital tenía un inmenso patio interno donde había una fuente la cual recibe agua a través de una cañería que conecta con el tanque de la calle Antonio Marvez.

El Hospital de Valencia tiene una gran historia que va desde su finalidad original hasta pasar por ser sede del Colegio Nacional, sede de los congresos de 1812 y 1830, Hospital de Sangre, sede de las Fuerzas Militares y Casa del Niño. Hoy en día es un museo y sede de la Academia de Historia del Estado Carabobo.


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