Todos conocemos el juego de la silla, que consiste en colocar siempre una silla menos que el número de personas que están dando vueltas a su alrededor; quien se queda de pie al momento que detienen la música es eliminado. Este juego se repite una y otra vez con las mismas personas que forman parte del gabinete ejecutivo del régimen que está en Miraflores, pero en vez de ser eliminados, son intercambiados de ministerios.

En medio de la hambruna que vivimos en nuestro país, el inicio del Mundial de Fútbol celebrado en Rusia no alegró ni logró animar a una población que está desesperada y sumergida en un mar de problemas. Mucho menos logró levantar el ánimo el nombramiento del nuevo gabinete ejecutivo que fue anunciado por Twitter.

Empezamos con la Vicepresidencia, Nicolás dijo a través de un tuit: “He designado como vicepresidente ejecutiva a una joven mujer, valiente, aguerrida, hija de mártir, revolucionaria y probada en mil batallas, nuestra hermana Delcy Eloína Rodríguez”. Inmediatamente pensé: ¿qué pasó con Tareck? ¿Qué tan mal lo hizo para que los Rodríguez estratégicamente le tumbaran el puesto?

Delcy no está en ese puesto por ser lo que Nicolás dice que es. En mi opinión, Delcy Eloína es una pieza clave para que el régimen vaya depurando poco a poco a los personajes más malignos. Esto lo hemos visto sin visaje en distintas ocasiones, pero sin duda alguna lo más notorio fue cuando la nombraron presidente de la ANC.

Ahora, como se trata de un gabinete reciclado ¿en qué ministerios quedaron los otros integrantes del juego de la silla? Para no ser eliminado del todo, a quien fue vicepresidente por un año y seis meses le crearon un nuevo puesto “poderoso” al cual llamaron Ministerio de Industrias y Producción Nacional, que fue creado con el fin de “desencadenar y recuperar las fuerzas productivas de Venezuela”. Mismas fuerzas productivas que hoy están abandonadas porque ellos mismos las expropiaron y no fueron capaces de mantener, pero también El Aissami quedó como vicepresidente de la “revolución económica”.

¿Y el resto de los integrantes? Bueno, como no es de sorprender, Marleny Contreras, quien era ministra de Turismo, ahora pasó a ser ministra de Obras Públicas, cargo que ya había ejercido su esposo en años anteriores. Nada nos puede sorprender; recordemos que es el juego de la silla y quien es más astuto y ágil se queda con el mejor puesto.

Existe también un ministerio que una y otra vez es nombrado, al que le acreditan la soluciòn de la escasez y el realce de la soberanía alimentaria; para presentárselos es necesario que resuenen los tambores, puesto que ese cargo es para Nicolás uno de los más importantes. Hablo del Ministerio del Poder Popular para la Agricultura Urbana… Sí, agricultura urbana. Y no es que esté en contra de los huertos en los balcones de los apartamentos, cada quien es libre de hacer con su jardín lo que quiera, pero me preocupa que la agricultura urbana sea un ministerio en un país que vive en crisis y que tengan tanta fe en él.

Mientras apoyan un huerto en un balcón, la cría de conejos y la cría de chivos dentro de nuestras propias casas, a los agricultores y ganaderos venezolanos se les hace cada vez más cuesta arriba seguir trabajando en un país en donde son atacados y no tienen insumos para fumigar ni mucho menos vacunas ni medicinas para el ganado. Si no hay medicinas ni vacunas para el ciudadano que las necesita de urgencia, ¿qué se puede esperar para los demás?

Pasan los días y los problemas son cada vez mayores; no hay solución para absolutamente nada. Es preocupante lo que vivimos, pero es más preocupante aún que nuestro pueblo se esté acostumbrando a esto. «Gloria al bravo pueblo que el yugo lanzó» entonemos con ímpetu y luchemos por nuestra libertad.


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