Una revolución en el transporte aéreo, dentro de las áreas metropolitanas y ciudades satélites del primer mundo, ya está en movimiento. Grandes capitales en startups están siendo invertidos y detrás de ellos grandes emprendedores, como uno de los fundadores de Google y la empresa de transporte compartido Uber, así como empresas aéreas con años en el diseño aerodinámico y manufactura de aeronaves como Airbus y Bell HelicopterTextron están apostando a este segmento.

Imagínese reduciendo su viaje de una hora desde su casa al trabajo hasta en solo 15 minutos. Imagínese nunca más estar atascado en el tráfico y no pagar más que el mismo costo de una tarifa de metro o tren. Dependiendo de su viaje diario, podría ahorrar hasta 2 horas por día, un tiempo que puede pasar mejor con sus amigos y familiares o practicar otras actividades. Todo lo que necesita hacer es llamar a su taxi aéreo con su teléfono inteligente para reunirse con usted en la pista de aterrizaje más cercana.

Claro, todo este desarrollo trae consigo la construcción de pequeños helipuertos, en aeropuertos y algunos en el centro de grandes ciudades, donde únicamente será posible sobre los grandes rascacielos y a las afueras de las grandes metrópolis, cerca de terminales de metro o autobús, para continuar hasta la casa. Al final habrá que cambiar las normativas y se podrá aterrizar en cualquier estacionamiento plenamente acomodado para tales fines, espacios como los hay en estacionamientos de grandes centros comerciales.

Aquí algunas de estas empresas:

1-Blade, https://blade.flyblade.com/con sede en Nueva York, se lanzó en 2014 para realizar lo que denominan viaje compartido en los helicópteros. La startup de aviación actualmente ofrece viajes a pedido por la ciudad de Nueva York, como viajes a Hampton por 800 dólares. Actualmente, Blade con  50 millones de dólares de fondos recaudados, ofrece viajes a los pasajeros del área de la bahía de San Francisco, con viajes desde el propio aeropuerto de San Francisco y el aeropuerto de Oakland, hasta las ciudades de South Bay, Monterey y Napa.

Está disponible para aquellas personas que no tienen mucha prisa, pues le puede tocar esperar un poco o tienen suficiente dinero para pagar por todos los puestos, pues estos viajes cuestan no menos de 200 dólares por persona.

La compañía de aviación Airbus, que se ha asociado con Blade para lanzar un servicio de helicópteros dentro de las ciudades fuera de Estados Unidos, planea probar taxis de vuelo autónomos en Alemania este próximo verano de 2019.

A medida que Blade continúa expandiéndose, ya tiene planes de lanzarse en la India, en un futuro cercano deberá afrontar algo de fuerte competencia en el mercado de taxis voladores.

2- Uber tiene planes de desplegar comercialmente una red de viajes aéreos compartidos con su empresa Uber Elevate, https://www.uber.com/ve/es/elevate/para 2023. Trabajando juntamente con Bell Helicopters Textron, están desarrollando un modelo de cabina de cuatro asientos. Esta cabina estará equipada con un conjunto de tecnologías de conectividad como videollamadas, Wi-Fi, inteligencia artificial y cobro inalámbrico, gracias a las cuales los pasajeros del aerotaxi urbano podrán aprovechar al máximo su tiempo de vuelo, que solo será una fracción de lo que sería su viaje terrestre, según sus diseñadores.

Uber también ha afirmado que usar su servicio de taxi aéreo será más barato que tener un automóvil, con todos los gastos que ello implica además del pago del seguro, estacionamiento y combustible.

3- Kitty Hawk https://kittyhawk.aero/ con  1 millón de dólares recaudados, es una empresa respaldada por Larry Page, fundador de Google, con planes para un taxi aéreo autónomo y completamente eléctrico.

La empresa ha hecho pruebas en secreto en una pequeña isla de Nueva Zelanda. Ya tienenun vehículo con forma de avión llamado el Cora. Dotado con 12 hélices, el Cora tiene una autonomía de vuelo de hasta 100 kilómetros y puede desarrollar una velocidad de 100 kilómetros por hora. Bajo el pleno apoyo del gobierno neozelandés, estiman que para 2021 ya esté funcionando la red de taxis voladores autónomos en ese país.

4- Volocopter (35,2 millones de dólares) https://www.volocopter.com/en/está desarrollando su visión para los taxis aéreos que se integran en el transporte metropolitano y por ultimo.

5- Lilium, una empresa alemana con sede en Múnich https://lilium.com/ con  101,4 millones de dólares recaudados, está trabajando para llevar sus aeronaves eléctricas al público dentro de los próximos 6 años. El vuelo de su primer prototipo fue realizado en 2017 y tienen estimado su primer vuelo de su aeronave totalmente funcional para este año. Tiene en la mira el transporte entre Londres y París en tan solo una hora a velocidades promedio de 300 Km/hr y con una capacidad máxima de 5 pasajeros. También tiene en la mira a Nueva York y calcula que el costo de transporte de una persona desde el centro de Manhattan hasta el aeropuerto John F. Kennedy, que actualmente cuesta entre 56 y 73 dólares y dura 55 minutos en automóvil para recorrer 26 Km, lo pueden hacer en tan solo 15 min y con un costo inicial de 36 dólares hasta llevarlo a 16 dólares en corto tiempo cuando se regularice su uso.

6-Terrafugia, la empresa China Zhejiang Geely, empresa propietaria de Volvo y Lotus, adquirió a finales del año pasado la firma estadounidense Terrafugia https://terrafugia.com, que viene prometiendo un vehículo aéreo para este 2019. El proyecto indica que ese primer coche volador tendrá capacidad para recorrer 800 kilómetros y contará con 2 asientos y alas plegables porque se trata de un auto híbrido que podrá rodar por autopistas. Estará equipado para vuelo con el conocido y confiable motor Rotax 912iS de 100HP con 4 cilindros con fuel inyección para un tiempo de operación de 2.000 hr TBO y para desplazamiento sobre carreteras con motores híbridos-eléctricos. Esperan que para 2023 el avión de despegue y aterrizaje vertical entre en servicio.

La revolución del transporte urbano está a la vuelta de la esquina para alzar vuelo en países desarrollados, para muchos de nosotros viviendo en países del tercer mundo, donde todavía no hemos podido tener un servicio de energía confiable, pasarán unos cuantos años antes de hacerse nuestra realidad.


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