Haifa Aissami Maddah fue nombrada por Nicolás Maduro como “embajadora” ante la Corte Penal Internacional, muy extraño caso de una persona señalada junto a su hermano, el vicepresidente Tareck el Aissami, de tener vínculos con el terrorismo islámico y al narcotráfico

Mis experiencias en Washington DC

He estado en la Facultad de Derecho de American University de Washington DC, cursando un diplomado sobre Derechos Humanos donde he recibido clases referidas a las Cortes Internacionales de Justicia; Impunidad y Justicia Internacional y el Sistema Interamericano de los Derechos Humanos. Me motivó a participar en esta actividad tratar de mejorar mis habilidades profesionales para la denuncia contra Nicolás Maduro y su cohorte criminal la cual vengo preparando para llevarles ante la Corte Penal Internacional de La Haya, esto porque he visto la información de que 22 casos que en la misma dirección se han consignado ante ese Alto Tribunal y la mayoría han sido rechazados, hasta ahora ninguno admitido a trámite, ¿qué pasa?, ¿acaso no es obvio lo que ocurre en el país donde una camarilla infecta ha secuestrado al Estado para toda clase de fines delictivos?, ¿es que no ven la matanza de una fuerza militar está ejecutando contra ciudadanos inermes que solo piden democracia, comida, medicinas, paz? No quería que mi denuncia fuera la número 23 a parar al pote de la basura de ese juzgado internacional, voy a prepararme, voy a indagar –me dije– y volví a las aulas como en mis ya muy pasados años mozos. Les cuento lo que he conseguido.

La Corte Penal Internacional (CPI) entró en vigencia en el año 2002 y desde entonces solo ha conocido de unos pocos casos, el año pasado Vladimir Putin anunció el retiro de Rusia de la competencia de dicho juzgado para llevar casos contra ciudadanos de ese país, eso como reacción ante el pedido de Francia para que se juzgara el criminal bombardeo a la ciudad Siria de Alepo, entonces la Cancillería rusa emitió una dura reprimenda a dicho juzgado, en un comunicado oficial dijo que: “En 14 años de funcionamiento solo ha dictado cuatro sentencias y ha gastado más de 1.000 millones de dólares. Lamentablemente, el tribunal no ha justificado las esperanzas puestas en él y no se ha convertido en un órgano de justicia internacional independiente y de prestigio”, y seguidamente Putin firmó el retiro de su país del Tratado de creación de dicho tribunal excluyéndole competencia para juzgarle. Dictaduras africanas incursas en hechos de posible juzgamiento en esa instancia, tales como Gambia, Burundi y Sudáfrica, se han puesto fuera de los alcances del TPI como también lo han amenazado Kenia, Namibia y Uganda. Otros países donde no se ha admitido la actuación del TPI son Estados Unidos, China, India, Israel, Irak y Cuba.

Del trato especial de la CPI con el régimen venezolano

Respecto a Venezuela, la Fiscalía de la CPI ha recibido denuncias sustentadas contra Nicolás Maduro por graves hechos que se han alegado como constitutivos de delitos de su competencia y no se ha producido ni la más mínima señal de la apertura de una investigación; por el contrario, ha trascendido que el régimen dictatorial mantiene un intenso lobby en La Haya al punto de que ha nombrado como embajadora ante ese tribunal a Haifa el Aissami, hermana del vicepresidente de Venezuela, Tareck el Aissami, quien es una de las personas señaladas como incursa en hechos de narcotráfico y facilitador del terrorismo islámico, dicho nombramiento de esta embajadora fue publicado en Gaceta Oficial número 40823 del 7 de enero de 2016.

La CPI se apresuró a desmentir la información dada por Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López, y su abogado de que estuvieron en ese tribunal para consignarle una denuncia sobre múltiples crímenes pero tal rapidez de esa Corte no se presenta ante las tantas denuncias que contra el régimen de Maduro se han formulado, luego, caben las siguientes preguntas: ¿Tiene algo que ver la designación de esa embajadora y su fuerte lobby con la inercia de la fiscalía de la CPI ante las tantas denuncias que se le han consignado sobre crímenes del régimen venezolano?

La eficacia como motivo

La creación de la Corte Penal Internacional fue motivado a la necesidad de atacar la impunidad en crímenes que por su trascendencia numérica, por su grado de horror, por la fuerza y poder de los autores, entre otras características, se suceden sin castigo en distintas regiones del mundo, de manera que la indiferencia ante hechos que se le denuncien niega su razón de ser. La inactividad de la Fiscalía ante denuncias fundamentadas es contraria al espíritu, propósito y razón de la existencia del organismo y estimula la ocurrencia de los crímenes que debe perseguir. Estamos pidiendo que se produzcan pronunciamientos formales y públicos donde se diga si se admiten o se rechazan nuestras denuncias y las razones que a bien se tenga para uno u otro pronunciamiento. La indiferencia respecto a los hechos que sobre el caso venezolano se le han denunciado es a su vez un crimen porque implícitamente es una autorización para la continuación de lo que se le ha denunciado, así como el castigo es disuasivo, la indiferencia es estímulo para la continuidad y repetición del mal.

La falta de actividad de la CPI, de su fiscal, sobre el caso venezolano no ha sido explicada, en ello hay una grave falta de la necesidad de transparencia que debe privar en órganos de esta naturaleza, y es que nada dicen, no es que se rechazan las denuncias, es que no hay ni siquiera una explicación y solo se escuchan rumores al respecto. Los ciudadanos tenemos derecho a saber qué está pasando, al fin y al cabo somos quienes además de ser nuestra protección el motivo para su existencia, somos quienes pagamos su funcionamiento, los gobiernos que les asignan partidas presupuestarias obtienen tales recursos de los dineros de todos, de los dineros públicos, de nuestros bolsillos, de nuestros impuestos, de nuestro trabajo.

Confieso mi decepción

En estas actividades he podido tener contacto con importantes actores de la justicia internacional, entre ellos con la propia presidenta de la Corte Penal Internacional, magistrada Silvia Fernández Gurmedi, y en público le hice una pregunta sobre el tema venezolano, quedó en un video que publicaré, también allí está su respuesta, muy diplomática, ustedes juzgarán por sí mismo.

Las reflexiones anteriores y otras que expondré en sucesivos escritos, me llevan a la decepción sobre la posible intervención de esa CPI en nuestra tragedia venezolana, me reafirmo en la tesis que he venido exponiendo 1) sobre la necesidad de una fuerza militar multinacional que nos ayude a enfrentar a la banda criminal de Fuerte Tiuna que actúa en conjunto con fuerzas militares cubanas, 2) de la creación de un Alto Tribunal de Justicia Transicional para juzgar a la pandilla de Miraflores/Fuerte Tiuna bajo el modelo del Tribunal de Nuremberg cuya historia recomiendo ir leyendo.

…continuará…


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