En la transición hacia un mundo con menores emisiones y más resiliente al cambio climático, el Acuerdo de París de 2016 significó un paso decisivo para enfrentar una amenaza global y para configurar una ruta común para limitar el calentamiento del planeta por debajo de 2°C. También para definir la Agenda Global de Desarrollo Sostenible 2030, vinculada al fomento de economías limpias y aminorar los impactos del clima sobre la seguridad humana y la preservación de los ecosistemas del mundo.

La UE y sus Estados miembros siguen trabajando decididos a mantener este impulso en Venezuela y en pro de la implementación del Acuerdo de París. La Presidencia de Fiji de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP23) abrió un nuevo espacio para seguir adelante unidos, a través del llamado Diálogo de Talaona, en el que 196 países revisarán de forma sistemática sus acciones y políticas en materia climática a partir de 2018. Es la primera oportunidad en que se evaluará el cumplimiento de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC), además de la planificación de estrategias de largo plazo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

“Talaona” es una palabra tradicional utilizada en Fiji y el Pacífico para reflejar un proceso inclusivo, participativo y transparente de diálogo. La UE valora especialmente este concepto, que permitirá aprovechar las experiencias y lecciones aprendidas hasta ahora. La UE aporta su experiencia de más de dos décadas de políticas climáticas que se han traducido en resultados concretos: —la proporción de energías renovables en la combinación energética de la UE está próxima a su objetivo de 20% para 2020; y adelanta un marco legal vinculante para las NDC, para reducir las emisiones GEI en 40% para 2030, y 80% para 2050 desde sus niveles de 1990. Ello, sin sacrificar el crecimiento económico, la creación de empleo y la seguridad energética y alimentaria –los GEI europeos se redujeron 23% entre 1990 y 2016 junto con un crecimiento de 53% del PIB comunitario. De igual modo, el Banco Europeo de Inversiones, junto con los bancos de desarrollo de los Estados miembros, han financiado más de 20,2 millardos de euros en pro del desarrollo de tecnologías bajas en carbono, y en respaldo a los países más vulnerables afectados por los impactos del cambio climático y por la falta de acceso a energía segura y sostenible.

La UE y sus Estados miembros respaldan el alcance de las NDC adoptadas por Venezuela en 2015, y vela por trabajar juntos en la gestión efectiva de los riesgos climáticos adoptados en el Acuerdo de París, especialmente con los entes locales y regionales. En tal sentido, la UE celebra las alcaldías venezolanas que hacen parte del Pacto Mundial de Alcaldes para el Clima y la Energía.

2018 es nuevamente un año crucial para la cooperación internacional en materia climática. El Diálogo de Talaona abre la oportunidad para adoptar un programa de trabajo compartido en la próxima Conferencia de las Partes (COP24) a fines de este año en Katowice, Polonia. Se propone crear un compendio de reglas asociadas al Acuerdo de París, que permitan hacer seguimiento sistemático y mostrar el progreso obtenido, tanto por países desarrollados como en desarrollo. La adopción de estas reglas en la COP24 reflejará el compromiso por la acción y el impulso de seguir adelante unidos.

Invitamos a todos en Venezuela a seguir trabajando juntos en pro de los objetivos de Talaona y la COP24.

Seguimiento: #ClimaDiplo 


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