Herman Kahn y Anthony Wiener, padres de la prospectiva y de la futurología, describen los escenarios de la siguiente manera: Sirven para llamar la atención, a veces de manera dramática y persuasiva, sobre la gama más amplia de posibilidades que deben considerarse en el análisis del futuro. Los escenarios son una forma de obligarse a uno mismo y a otros a hundirse en el mundo desconocido y rápidamente cambiante del presente y el futuro. Ayudan a iluminar la interacción de los factores psicológicos, sociales, económicos, culturales, políticos y militares, incluida la influencia de las personalidades políticas individuales sobre lo que de otro modo podrían ser consideraciones abstractas, y lo hacen de una forma que permite la comprensión de muchos elementos que interactúan simultáneamente.

Frente al próximo 20 de mayo, podríamos intentar formular la siguiente lista:

Escenario “A”: El Consejo Nacional Electoral proclama a Nicolás Maduro presidente para el período 2019-2025 y Henri Falcón denuncia el resultado y desconoce la decisión del CNE.

Escenario “B”: Frente a la misma decisión del CNE, Henri Falcón reconoce la derrota y reconoce la victoria de Maduro.

Escenario “C”: El CNE proclama el triunfo del oficialismo, Nicolás Maduro anuncia la formación de un “gobierno de unidad nacional” y nombra vicepresidente a Henri Falcón y a Francisco Rodríguez “Zar” de la economía.

Escenario “D”: Henri Falcón, ante la ausencia total de garantía, retira su candidatura.

Escenario “E”: El CNE anuncia la victoria de Henri Falcón, Nicolás Maduro lo felicita y programa la entrega de la banda presidencial para enero del año 2019,  al terminar su período.

Cada elector decidirá por su cuenta cuáles de estos escenarios son más o menos probables.  Yo quisiera concentrarme en el escenario “C”:

Según Tibisay Lucena, oráculo oficial del chavismo y a quien la voluntad de los electores interesa poco, anuncia que Nicolás Madura gana las elecciones con algo más de 8 millones de votos, mientras que Henri Falcón llega casi a 6 millones.

En una alocución televisada, el presidente reelecto declara que piensa efectuar grandes cambios, reconoce que se han cometido algunos errores y que para derrotar la guerra económica se requiere de un gran frente nacional.  A estos efectos anuncia el nombramiento de Henri Falcón como vicepresidente de la República y encarga a Francisco Rodríguez de derrotar la hiperinflación, sanear las finanzas públicas, restablecer relaciones con la comunidad financiera internacional, construir una economía de mercado, conseguir muchos préstamos y reconstruir la industria petrolera. Si Henri Falcón no acepta (ya veríamos qué hace Rodríguez), ya no estaríamos en el escenario “C” sino en el “A” o en el “B”.

Ante el escenario “C”, que muchos consideran que sería la jugada maestra de Maduro, me hago las siguientes preguntas:

¿Habrá una política clara con relación a la corrupción y al narcotráfico? ¿Se investigarán las denuncias y se castigará a los culpables?

¿Qué pasará con los presos políticos? ¿Y con las violaciones de derechos humanos? ¿Habrá borrón y cuenta nueva?

¿Se seguirá regalando petróleo a Cuba? ¿Seguirán los cubanos controlando los servicios de inteligencia, identificación, la Fuerza Armada, los puertos y los registros?

¿Seguirá el Alto Mando Militar participando y obligando a participar a oficiales y soldados en la política partidista?

¿Se mantendrá la asamblea constituyente? ¿Deberán el vicepresidente y los nuevos ministros juramentarse ante ella?

¿Cuál será el destino de la Asamblea Nacional cuyo mandato llega al año 2020? ¿Se le devolverán sus atribuciones constitucionales? ¿Se le permitirá designar al Tribunal Supremo, al CNE y al Poder Ciudadano? ¿Le corresponderá aprobará el presupuesto?

¿Habrá un Poder Judicial independiente?

¿Seguiremos viviendo con prórrogas sucesivas e inconstitucionales del estado de excepción?

¿Existirá una prensa libre, sin hostigamiento, sin Conatel y sin restricciones de acceso al papel o asfixias publicitarias?

¿Se le devolverán a los estados sus facultades constitucionales y el situado que les corresponde? ¿Se proclamará a Juan Pablo Guanipa gobernador del estado Zulia?

Estas preguntas, y muchas otras, debe hacérselas Henri Falcón antes de aceptar la oferta que pudiera producirse, pero la formulo muy especialmente a unos pocos amigos que de buena fe, pues ella debe siempre presumirse, le acompañan en su aventura electoral. La pregunta puede resumirse en una sola: ¿Aceptarán ustedes convivir y sentarse en la mesa del Consejo de Ministros con el atajo de delincuentes, narcotraficantes y asesinos que nos gobierna actualmente?  Es muy importante que piensen. 

Como dicen Kahn y Wiener, no estamos en un mundo de consideraciones abstractas y las personalidades políticas individuales tienen mucho peso. Las posibilidades del escenario “E” son microscópicas. No va a ocurrir, cualquiera que sea el número de venezolanos que vaya a votar el 20 de mayo. Maduro será el ganador.

¿Qué harán ustedes si llega el escenario “C”.


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