Es imposible negar el juicio catastrófico sobre las FAN,  han traicionado a Venezuela o dicho con propiedad, el Alto Mando Militar ha traicionado a Venezuela.

La primera prueba de ello es  su subordinación ante la Cuba comunista. Las evidencias sobran, la presencia de Ramiro Valdez en Venezuela y la participación de los militares cubanos en la dirección de este cuerpo, corren algunos nombres: Leonardo Adollo, Herminio Hernández, Alejandro Ronda, Julio Gandarilla, Ramiro Méndez, Eusebio Serrat, Rodrigo Hernández, Rufino Zabaleta, Jaime Freitas, Simón Sénior, Luis Fernández, Armando García, entre otros. Las FAN se subordinan a Cuba y el Alto Mando Militar obedece a Ramiro Valdez. Podrían intentar excusarse tras Maduro por ser el primero de la fila, arrodillado frente a Raúl Castro. Repito la pregunta de la intelectual cubana María Werlau: ¿Cómo ha podido una isla en la miseria como Cuba someter a un país como Venezuela con una tradición democrática de más de medio siglo? En el texto de María se incluyen los siguientes puntos totalmente significativos del carácter de la relación:

“1. El contexto histórico de la incursión de la Cuba revolucionaria en Venezuela y la relación simbiótica (Castro-Chávez) de los principales líderes de ambos países en un plan de integración revolucionaria.

2. La presencia ubicua de Cuba en el control general de Venezuela, en las fuerzas armadas, los servicios de seguridad, las agencias gubernamentales, la economía y toda la sociedad, incluidas las bases de datos integrales y los sistemas de tecnología de la información.

3. El control de «hermano mayor» de Cuba y sus ciudadanos por parte de Cuba.

4. El proyecto de integración neomarxista que integra Cuba con Venezuela.

5. El proyecto de integración hemisférica ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de las Américas) y su proyecto ideológico en el foro del socialismo del siglo XXI en Sao Paulo.

6. La red criminal internacional del ALBA y sus vínculos con actores no estatales y extrarregionales (FARC, Hezbolá, Irán, Rusia, China y Corea del Norte)”.

Este trabajo, presenta  pruebas contundentes de la gran traición del Alto Mando Militar cuando permite la invasión de la cuba castrista a Venezuela,  entrega de nuestra soberanía que increíblemente es pagada por Venezuela con más de 350 millones de dólares. Hecho nunca registrado en la historia del mundo.

Sin embargo, hay aspectos tan graves como la constancia de esta sumisión, surgen cuando analizamos lo acontecido el 23 de febrero. ¿Por qué las FAN se repliegan y permiten o dejan el campo libre a Iris Valera y sus delincuentes en el Táchira, a los colectivos armados integrados por malhechores antisociales que arremeten contra la población civil? ¿Fue una orden de Cuba o iniciativa de Maduro?  ¿Cómo se permitió al  general de Brigada José Miguel Montoya Rodríguez atacar  a balazos la etnia  pemona , cuando estos intentaban proteger la ayuda humanitaria? ¿Cómo se permitió la embestida de soldados armados con ametralladoras contra las flechas de la valiente tribu pemona?  Tal como  reseña la prensa local: “Una mujer indígena de nombre Zoraida Rodríguez falleció tras ser herida por disparos efectuados por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). La acción fue en contra de un grupo de pemones que trataban de impedir que convoyes de ese cuerpo y del Ejército pasaran por el sector Kumarakapay, al sureste del estado Bolívar, a impedir la entrada de la ayuda humanitaria”.

No es solo una gran traición permitir que las FAN sean controladas desde Cuba, que Padrino se arrodille frente a Fidel Castro, sino cerrar los ojos ante la arremetida de la delincuencia contra la ciudadanía. La FAN se traicionó a sí misma, protegió el crimen contra la seguridad de la nación. Acaso, hay en el amplio cuerpo de la gente armada residuos de conciencia, de respeto humano  hacia los ciudadanos que están obligados a defender.

El nuevo  liderazgo debe exigir y provocar una presión mundial para que el castrismo saque sus manos de Venezuela. Sabemos que en Cuba internamente hay miedo, temen que la salida de Venezuela sea el inminente inicio de otro periodo especial, lo que quizás podría ser una etapa postrera de la malhadada Revolución cubana que le ha robado la vida a una generación de cubanos que aspiraron a vivir en democracia.

Las FAN de hoy no son bolivarianas, han traicionado el espíritu libertario de nuestros próceres, han aceptado la invasión de Cuba y han abandonado la seguridad de nuestros ciudadanos. Hay un clamor de justicia en la sociedad y una solicitud a los militares que discrepan de estas traiciones para que cumplan con su conciencia y con la Constitución.


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