Dime si debajo de tus pies

no oyes los gritos y lamentos

de un país birlado por la desdicha

de ser tan solo un jirón marchito

del continente

Dime si por las tardes

no ves pasar la turba de niños

famélicos de regreso

de los grandes vertederos de la ciudad

agujereada por llagas de hambre y saña

implacable

Dime si no sientes el tropel de cascos

delirantes de los potros del odio cabalgar

trepidantes expropiando las últimas

sonrisas de jóvenes libertos que huyen

despavoridos de los garfios doctrinales

que lavan los tiernos cerebros de los semilleros

de la patria escarnecida vituperada por las hordas

rojas

Dime si cuando oteas el horizonte del resto de

país que cruje bajo tus pies pidiendo clemencia

no ves un hilo triste  de flauta hundiéndose en la

ciénaga que forman las lágrimas de los geriatras

abandonados por la mano de Dios y del diablo

Dime si en el saludo matutino de tu vecino

no ves un rictus postergado

junto  con la promesa de una bolsa de

carbohidratos y lácteos camuflados con cal

traídos en barcos cada luna llena

cuando los lobos aúllan su agonía

al pie de los conventos atiborrados de sombras

y osamentas de ojos desorbitados

por las heridas del desasosiego

Dime si la herida sangrante de la espera inútil sigue doliendo,

doliendo y más doliendo con el grito lancinante

del niño palúdico en el retén pediátrico

transfigurado en morgue improvisada

Dime si desde la lejura del transtierro

no se te atora el pésame al familiar

que perdió al hijo por la bala

asesina del hampa gobernante

Dime si no tienes pavor de volver

por la rampa de la terminal aérea y ser

requisado  humillado 

para decomisarte las pocas monedas

que traes de la extranjía

Dime si no sientes que has muerto ya

y que tu país es un obituario que llevas

contigo entre  papeles de tu equipaje extraviado.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!