Solidaridad. La brutal represión de los últimos días ha terminado de convencer al mundo sobre el verdadero talante del régimen venezolano y su intención de conservar el poder, aunque tenga que pagar con vidas humanas y con una población minada por cicatrices físicas y emocionales. La OEA, la ONU y el Parlamento Europeo han fijado posición, igual que decenas de artistas que han expresado su solidaridad con el verdadero país, con el que está en la calle luchando por la libertad y que dista mucho del boceto pintarrajeado por el imaginario oficialista. El jueves, en la alfombra roja del Billboard Latino, Luis Fonsi, Eva Longoria y Olga Tañón, quien días antes hizo viral un tema a capela dedicado a su segunda patria, manifestaron su apoyo. Más tarde, durante la ceremonia, Carlos Ponce y Kate del Castillo tuvieron palabras de aliento, mientras Nicky Jam y J Balvin aprovecharon el momento de recoger sus galardones para decir: “Venezuela estamos activos. Estoy contigo 100%” y “Tenemos que hacer algo por Venezuela”, respectivamente. El mismo día tuvo alta difusión el clip en el que dos de los mexicanos más influyentes de la industria del entretenimiento en Estados Unidos, como son Salma Hayek y Eugenio Derbez, compartieron su estupor por las imágenes que han visto de lo que sucede en la tierra de Bolívar, durante una entrevista en televisión. Ya Juanes con una tonada de Simón Díaz y Samo, el ex vocalista de Camila, con una versión de “Venezuela”, habían lanzado sus mensajes. Igual que Ricky Martin (“Siento tu dolor, estoy contigo”) y el oscarizado Jared Leto (con fotografía posteada de la protesta del 24 de abril) a través de sus cuentas en Twitter. La lista es jugosa: Bertín Osborne, Carlos Vives, Belinda, Maluma, Carlos Neda (cantautor salvadoreño) y Residente, el líder de Calle 13 que antes mostró su simpatía por el modelo de Hugo Chávez. La audiencia potencial directa de los mencionados es de casi 90 millones de personas, tomando en cuenta, únicamente, sus seguidores en la red del pajarito.
Esta vocería resulta invaluable para que el interés internacional no decaiga y puedan mantenerse las fórmulas de un mundo globalizado que presione hasta lograr la restitución del orden constitucional. En medio del duelo, la tristeza, el desasosiego y la angustia que marcan la cotidianidad nacional, reconforta saber que hay dolientes más allá de las fronteras que utilizan sus tribunas para evitar el abandono. El agradecimiento es infinito.