Se trata de otro debate entre los venezolanos ¿debería prohibirse el chavismo? ¿debería ilegalizarse al PSUV? Lo más interesante es que no se trata de una discusión chavismo agonizante vs. opositores, el tema está particularmente dentro del sector de la oposición civil, donde para muchos es necesario para el futuro de la democracia condenar de forma plena el movimiento que ha pulverizado la libertad en Venezuela los últimos 20 años, mientras que otros ven lo expuesto como algo extremista.

La prohibición de partidos políticos y ciertas ideologías fue algo relativamente común en el siglo XX, donde casos como el nazismo, fascismo y comunismo fueron expresamente ilegalizados en algunos países, pero tenemos casos recientes como el de Ucrania, que en 2015 equiparó el comunismo al nazismo prohibiendo entonces su propaganda, distribución, creación, organización, etc. El problema es que la ideología queda y simplemente cambia de nombre, bien para evitar caer en la ilegalidad o bien porque no les conviene la mala reputación que sus antecesores construyeron. Sin ir muy lejos, el dictador Chávez durante su campaña de 1998 siempre se desligó del comunismo y del socialismo, incluso manifestó expresamente que Castro era un dictador, no le convenía aliarse a esos términos y personajes. Lo mismo ocurre ahora en 2019, cuando ningún socialista quiere saber nada del chavismo porque la propaganda es terriblemente mala, mejor condenar al moribundo socialismo venezolano (me niego a colocar el apellido del Libertador junto a la palabra socialismo) que hundir a todo el movimiento socialista internacional. 

El chavismo siempre ha tenido como fin fundamental hacerse con el poder y mantenerse en él y para ello ha hecho uso de herramientas típicas de las dictaduras comunistas, donde la intervención en todas las facetas de la sociedad es indispensable. Por ello siempre han controlado todas las ramas del poder público, la prensa y las comunicaciones (cierto que podías hablar mal del gobierno en algunos medios, pero después eras perseguido y amenazado), la riqueza (petróleo, minería, industrias), los servicios de interés general y en especial la comida, llegando a las facetas más inmediatas a los ciudadanos. Llegó al punto en que si quieres comer tienes que estar con ellos. Siempre ha sido una dictadura totalitarista. Esto solo podía significar correlativamente la disminución proporcional de la libertad, ya que mientras más grande se hacía el chavismo, menos libertad tenía el venezolano. Pero a lo anterior había que añadir la necesidad del control de las fuerzas del orden, porque esas fuerzas eran una amenaza al proyecto, por esa razón se despedazó la institucionalidad de la FAN (lo poco que quedaba de ella) y se crearon durante los primeros 10 años del chavismo una serie de organizaciones paramilitares (milicias y colectivos) y diversas alianzas con grupos armados y terroristas, como las FARC, el ELN, narcotráfico e incluso se habla del terrorismo islámico.

Ahora, ¿cómo puedes ejecutar lo precedente y salir impune de la opinión internacional? Allí entra la política, primero con el MVR, luego con el PSUV, Chávez necesitaba una fachada para poder alcanzar sus fines personales y el instrumento ideal era el partido político, con ello, el chavismo podía distribuir el dinero obtenido de la corrupción en campañas electorales, extorsionar a los ciudadanos y funcionarios, controlar los alimentos, los servicios y como si fuera poco, sentarse en una silla en las Naciones Unidas valiéndose de los corredores de la diplomacia y del principio de no intervención e injerencia, todo bajo la careta de un gobierno electo por el pueblo a través de un partido político.

Entonces, si tratamos de buscar un poco de coherencia jurídica, tenemos que el chavismo siempre ha sido una organización criminal que ha funcionado a través de diversos partidos políticos, por lo tanto, entra en aplicación el marco jurídico de nuestro país (Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional -Convención de Palermo-, Código Penal, ley contra la corrupción, legitimación de capitales, Estatuto de Roma, etc.), que claramente prohíbe y condena asociaciones con fines contrarios a la ley. El chavismo sin dudas, como organización de personas, se ha dedicado a alterar la paz y desenvolverse dentro de un sistema totalmente criminal. Basta leer el artículo 2 de la Convención de Palermo,ratificada por Venezuela, que indica que se entenderá por grupo delictivo organizado “un grupo estructurado de tres o más personas que exista durante cierto tiempo y que actúe concertadamente con el propósito de cometer uno o más delitos graves o delitos tipificados con arreglo a la presente Convención con miras a obtener, directa o indirectamente, un beneficio económico u otro beneficio de orden material”.

El que no vea al chavismo allí no ha vivido en Venezuela. Es muy simple, el chavismo y el PSUV ya están prohibidos, porque representan una organización de personas dedicada y organizada para la comisión de diversos actos ilegales y criminales con el fin de preservar estructuras de poder y dinero ilícito. El chavismo y sus fachadas políticas siempre han sido ilegales, solo que no había Poder Judicial y Ministerio Público que lo procesara porque formaban igualmente parte de la organización.

Lo que nos tiene que importar el día de mañana no es que el chavismo y el PSUV sean formalmente prohibidos, sino que las personas que tengan esa ideología e intenciones no puedan hacerse con el poder otra vez, porque hoy se llama chavismo o socialismo, mañana no lo sabemos. 


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