1. La historia de Hugo Ferdinand Boss…

Los perfectos y bien diseñados trajes de los más feroces y represivos cuerpos fascistas de herr Hitler fueron diseñados por un alemán perfectamente admirador del homicida austríaco. Fue un ferviente nazi y durante el tiempo que se ocupó de “trajear” a Heinrich Himmler, el jefe absoluto de la Gestapo, así como a sus compadres Joseph Goebbels, Josef Mengele, Hermann Goering y Adolf Eichman, en sus galpones los obreros, costureros, pegadores de botones, aseadores, cortadores de tela, cosedores y demás trabajos propios de sastrerías, talleres de costura y asuntos relacionados eran unos pobres judíos totalmente esclavizados y tratados como perros.

Esa fábrica de trajes y casa del terror la habitaron durante muchos años 180 prisioneros de guerra. 140 franceses y 40 polacos que dormían sobre restos de tela. Así que el éxito de esa gran empresa que hoy exhibe con orgullo el nombre Hugo Boss creció sobre la base de la sobreexplotación, el crimen y la violación abierta y descarada de los derechos humanos dirigida por el mismísimo herr Hugo Ferdinand Boss.

El taller original quedaba en la pequeña localidad de Metzingen. Fue el creador de las “pintas” del Partido Nacionalsocialista Alemán, de la temida y horrenda Waffen SS y además del Wehrmacht. El solo nombre de la SS alemana ya despide olor de masacre, un tufo de muerte. La Wehrmacht se engalanó en sus tres componentes con los trajes del señor Boss. Heer (el ejército), Kriegsmarine (la armada) y la Luftwaffe (aviación). De manera tal, queridos lectores, que es bueno recordar que cada vez que compren o usen algo Boss de alguna manera están dándole continuidad a aquella pequeña empresa. ¿Quién vestirá a Pedro Carreño y los otros enchufados tan bien emperifollados? ¿Un bisnieto de Huguito?

2. Las reuniones secretas y privadas…

Se armó un alboroto, hubo opiniones de aquí y de allá, acusaciones al por mayor: especulaciones, rencillas, promesas de venganza, críticas, caras de asombro, aspavientos, bataolas, reclamos y demás asuntos reñidos con la decencia, la amistad, la solidaridad, la unidad, la comunidad de propósitos, los grandes objetivos, los retos de la historia y demás retahílas iguales o parecidas en virtud de que a Avanzada Progresista se le ocurrió el abominable crimen, la traición atroz, el despreciable acto de informarles a los venezolanos que sus principales líderes opositores se estaban reuniendo a partir de una solicitud abierta, pública, publicitada, positiva, oportuna, valiente, necesaria, importante, urgente e impostergable hecha por Henrique Capriles Radonski para que la fauna opositora tratara de ponerse de acuerdo en algo.

Qué pena con el vecino. Aclaremos de una vez: no era una reunión secreta. Nadie fue invitado bajo esa premisa, así que los que especularon que se había violado un pacto de caballeros están nebuloseando y hablando pura paja. Es posible que resulte aconsejable un secretismo religioso en una reunión entre Jorge Rodríguez y Ramón Guillermo Aveledo o entre Diosdado Cabello y Chúo Torrealba, por las razones obvias de no estropear un acuerdo. Pero hablar de un “grave secreto” de una reunión de Julio Borges con Henri Falcón. O de Henry Ramos con Manuel Rosales, ¡por favor! Parecen la onomatopeya de un par de rodillas de chivo rozándose en las montañas del estado Falcón, quiero decir, están más pelados que dos rodillas de chivo. Tampoco era una reunión privada. Nunca se habló de tal compromiso. En todo caso, quien va a una reunión privada siempre tiene la posibilidad de anunciar su participación. Mis vainas privadas lo serán hasta que yo decida hacerlas públicas. ¡Dios!

Así que esas carmelitas descalzas que levantaron sus abanicos para ocultar sus rostros al verse descubiertos en una reunión de los más regular y cotidiana, no son sino una parranda de especuladores, tahúres y prestidigitadores que quieren aparecer como un bombón y no pasan de ser caramelo de papelón. Puro teatro barato y malo. Seguiremos asistiendo a todas las reuniones reunificadoras de la oposición, y si no se declara secreta y por qué razón lo es… se lo anunciaremos al país. Vicente Díaz dele que son pasteles.

3. Si hubiese ganado la oposición el 20 de mayo otras cosas…

Aquellos dirigentes que últimamente han sido perseguidos por el Sebin, cuyas esposas o esposos, padres y hermanos fueron acusados por el gobierno de Maduro de traficar con carros robados: que son víctimas de la judicialización de la política y de una persecución implacable para acallar sus voces, para acobardarlos, para arrinconarlos, ¿no estarían en mejores condiciones si hubiese ganado la oposición en las pasadas elecciones del 20 de mayo?

Las enfermeras, los enfermeros, los profesores, los trabajadores de Corpoelec que hoy reclaman mejores sueldos, salarios dignos, y solo les ofrecieron 20 millones de bolívares fuertes, es decir, unos 6 dólares al cambio de 3.400.000 bolívares fuertes por dólar, según lo dice @MonitorDolarVe (página que recomiendo), ¿no estarían mejor si hubiese ganado la oposición e implantado la dolarización del salario según la cual las enfermeras comenzaban por 150 dólares mensuales y los profesores por 180?

Aquellos partidos que por no participar en las elecciones presidenciales del 20 de mayo los inhabilitaron, les impiden inscribirse, tener tarjetas, les violan sus derechos políticos, les persiguen a sus dirigentes, les cancelan sus cuentas bancarias, ¿no estarían mejor si hubiese ganado la oposición?

Aquellos venezolanos que sufren la temible y terrible hiperinflación, que ven a sus familiares morir por falta de medicinas, que tienen que sacar a sus hijos de las escuelas privadas por no tener cómo pagarlas, cuyos descendientes se van de Venezuela como quien huye de la peste negra o del ébola, ¿no estarían mejor si hubiese ganado la oposición?

Ya vendrá un pazguato, un necio a decirme que era imposible ganar y que es mejor esperar mejores condiciones, cambiar el CNE, pedir la renuncia de Maduro, esperar una invasión internacional, eliminar la asamblea nacional constituyente, confiar en un golpe militar o en una explosión social. Bueno, yo sostengo lo mismo de siempre: lo único que nos puede unir es una salida constitucional, democrática, pacífica y electoral.

4. El apoyo internacional a la oposición no es eterno…

He seguido muy de cerca las actividades realizadas por nuestros dirigentes en el exilio. Tenemos una fiscal, un Tribunal Supremo, alcaldes, diputados, concejales visitando permanentemente otros países, hablando con presidentes, con ministros, con embajadores, con el poder legislativo, con organizaciones multilaterales, con tribunales y cortes internacionales. Si mal no calculo, hay 50 países que nuestros exiliados han visitado, y cada uno de ellos lo ha hecho por lo menos 5 veces, estamos hablando de 250 visitas por persona o partido político, y si son 10 viajeros, individuos o grupos en la lista, estaremos hablando entonces de 2.500 encuentros, 2.500 notas de prensa, 2.500 entrevistas, 2.500 reseñas, 2.500 reuniones de carácter internacional. Ese ritmo no es fácil mantenerlo ni por nosotros ni por ellos.

Registro también que el interés mundial por Venezuela ha venido disminuyendo. Solo el hecho de que en México cambió la cosa y que en España hay otro gobierno nos advierte que tenemos menos aliados incondicionales, además, la actitud criminal de Ortega en Nicaragua cambia el foco hacia la América Latina.

Creo no equivocarme al afirmar que en las actuales condiciones una invasión salvadora por parte del mundo no es posible. Y, además, cito lo dicho por el director de Política Internacional de la Unión Europea que estuvo de visita hace algunos días: cuando uno de los asistentes a una de las reuniones que sostuvo habló de la “comunidad internacional” el director le saltó como un tigre hambriento y le advirtió: No existe ninguna comunidad internacional: China, Rusia, Europa y Estados Unidos tienen intereses muy diversos y no pueden ustedes estar hablando de un supuesto apoyo de la comunidad internacional como si fuéramos iguales.

Maduro, por su parte, siempre dice; yo tengo seis amigos y no necesito ninguno más: China, Rusia, Cuba, Irán, India y Turquía. ¿Qué les parece?

Hasta aquí mis reflexiones y comentarios…


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