Cada día estamos más cerca de imponer un récord Guinness de apagones. Lo que sería otro «logro» del socialismo del siglo XXI en Venezuela.

Luego de ocurrir en apenas 24 horas otro apagón general en el país –el cuarto en lo que va del año–, dos horas después es que salió el “superministro” Jorge Rodríguez a decir que “ocurrieron ataques coordinados a las líneas de transmisión”.

Pregunto una vez más a los voceros del régimen: ¿cómo es que si las instalaciones de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica están militarizadas, no hay ni un video o foto de los supuestos «ataques terroristas», ni un enfrentamiento interno por el supuesto sabotaje, como lo dice de manera repetitiva el ministro Motta “sabotaje” Domínguez? Pero, además, suponiendo que los cuentos de Jorge Rodríguez y compañía fueran ciertos, el responsable de estos “ataques” sería Padrino López como jefe de los militares.

La verdad, aunque no lo reconozcan, es que los equipos están agotados por falta de mantenimiento. Y no hay forma que pueda ir recuperándose el sistema sin que exista no solo una verdadera inversión (sin que se roben el dinero), sino que se haga el mantenimiento respectivo; pero además con un plan rígido de racionamiento, con el que los venezolanos estemos claros del horario que podremos contar con el servicio mientras se recupera en sistema.

Lamentablemente, vamos camino a días de gran oscuridad en nuestra Venezuela. Como lo reporta el Comité de Afectados por Apagones, las fallas eléctricas en Venezuela van a paso de vencedores. En lo que va del año se han producido en promedio 100 cortes diarios del servicio eléctrico en el país y solo en el mes de marzo se han producido 41% de estas.

Una de las pruebas de corrupción por parte de esta “revolución”, por ejemplo, es la represa de Tacoma, donde se encuentra la Planta Hidroeléctrica Manuel Piar, que fue inaugurada en varias ocasiones y pagada tres veces, pero lo peor es que nunca fue terminada.

Pero es Tacoma I y II, el Parque Eólico de Paraguaná, el Parque Eólico de la Guajira, las nuevas plantas eléctricas a gas, las nuevas plantas termoeléctricas… nada avanzó por la corrupción, la falta de profesionalismo y de contraloría que ayudaron a que estemos viviendo esta debacle energética.

Así que cada vez que se le vaya la luz recuerden todos y cada uno de estos casos que les he venido mencionando, ese elefante blanco de Odebrecht, que prometió una maravilla hidroeléctrica en la tantas veces anunciada Central de Tocoma.

Y es que a pesar de sus burdas y absurdas excusas que ya nadie les cree, quedan cada día más al descubierto, al punto de que el propio Nicolás nos advirtió luego del primer apagón de este año que compráramos velas y linternas. Y el propio canal del Estado ha emitido varios programas explicando cómo –por ejemplo– hacer lámparas de aceite. Estoy seguro de que como estos señores que nos desgobiernan no tienen la más mínima vergüenza, pronto veremos en el combo de las cajas CLAP velas y fósforos.

Situación que demuestra la realidad, es decir, que no se le hizo el mantenimiento al sistema eléctrico y no se hicieron tampoco las inversiones necesarias durante los últimos 15 años, cuando teníamos el sistema eléctrico más avanzado y sólido del continente, tanto por diseño como por desarrollo.

Pero no es solo la crisis eléctrica, es la crisis petrolera, monetaria, sanitaria, de agua, del transporte, de seguridad, en fin, una crisis humanitaria en todas sus dimensiones, que es el resultado del peor gobierno que jamás haya tenido la República, además de ser el más corrupto.

Régimen que, además, parece haber renunciado a dar respuesta sobre el apagón, pues ahora todo es culpa de un enemigo imposible de derrotar: el imperio. El mismo que según ellos promueve una “guerra económica” que jamás han podido ganar.

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@OmarAvilaVzla


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