¡Cuando el rehén habla, todos los que podemos observarle desde una relativa libertad sentimos indignación al corroborar la sumisión que opera sobre la víctima!

Las fuerzas de la libertad, con su alegría característica, son el mayor motor de progreso humano conocido. Ellas nos permiten producir a través del trabajo los bienes y servicios indispensables, y adicionalmente aquellos que nos son placenteros. Con imaginación, inteligencia, creatividad e iniciativa propias, se logran así satisfacer las necesidades primarias y otras que nos son placenteras. 

La historia no niega que en existencia de opresión, o mediante distintas fórmulas de dominación de la sociedad, el ser humano puede sobrevivir subyugado; sin alcanzar a crear un sistema con niveles de dignidad democrática,. A través de la manipulación de sus debilidades, tales como su ignorancia, miedo, o el uso inteligente, pero pervertido, de formas del conocimiento, para su seduccción, van haciéndolo sumiso o dependiente; anulando así su conciencia ciudadana. Compra, o amenaza, son frecuentes herramientas al servicio del mal. El síndrome de Estocolmo también ha sido materia científicamente demostrada y que indican que el sufrimiento a nivel individual y de grupos bajo secuestro prolongado puede terminar produciendo agradecimiento y admiración hacia el secuestrador; como consecuencia de la afectación mental del ser humano. 

El adoctrinamiento; la aplicación de métodos de chantaje o negociación para secuestrar la voluntad de los hombres, y someterlos, es práctica común de las fuerzas diabólicas que no necesitan mas aclaratorias. Estas pueden tener, y de hecho han demostrado tener, eficacia para sostener tiranos durante largos periodos en el poder. Los casos históricos de la Europa del este, antes de caer el Muro de Berlín, o el norcoreano, así como otros en Africa, tienen cada uno su especificidad.

El caso latinoamericano que nos atañe más directamente del castrismo expandido desde Cuba a Venezuela, mediante el robo de nuestros recursos y sus células malignas esparcidas a través del Foro de Sao Paulo, hacia toda la región, se han asentado permanentemente también en Nicaragua y lo buscan hacer en Bolivia y quizás México, entre otros países. Esta ha sido la más costosa experiencia humana que jamás se pensó pagaríamos los venezolanos. 

El “laberinto movible” o trampa de células mutantes y que mimetizan, sirve para esconderse o disfrazarse, por ejemplo, con argucias dialogantes que, de tiempo en tiempo, esgrimen cuando les conviene. Así pueden desarrollar sus mecanismos de supervivencia para luego  matar cuando les llega su momento oportuno. Eso es lo que se pretende ahora desde México, como se hizo antes desde la España de Rodriguez Zapatero..

Como cáncer maligno, nos promete dejar vivir, cohabitando con él, si nos resignamos a su voluntad esclavizadora. Luego, cuando se fortalece, no nos deja alternativas que no sea escapar para reagrupar nuestras células sanas, y luchar con las mejores fuerzas de que dispongamos, a ver si nuevamente con ayuda de nuestra buena humanidad, e historia genética libertadora, podremos extirparlo y expulsarlo.            

Para Venezuela se ha abierto una nueva ventana de oportunidad, que estamos obligados a tomar como momento dilemático para terminar, de una vez por todas, con el narcorrégimen. Esta especifica tiranía no posee ni un solo “foco tumoral”, ni de un solo tipo. No se trata de un dictador que concentre en él las capacidades para monopolizar las fuerzas armadas bajo su solo mando. Existen en el cuerpo territorial venezolano, en los “cuatro puntos cardinales”, bajo cuadrantes seccionados según determinados parámetros y realidades, desde el sureste al sur oeste, por el noreste o por el noroeste, o por el centro, en el corazón de Venezuela, tumores de diversas tipos de mafias que controlan parte del todo. Chantajean, ultrajan, violan derechos humanos. Saquean a nuestra nación («¡A Venezuela le roban cuatro oros!” El Nacional, 24/12/ 2018).

Nuestra gente muere de mengua, por hambre y enfermedad, día a día. El equipo que dirige Ricardo Hausmann desde el Centro Internacional para el Desarrollo, Escuela de Gobierno Kennedy en la Universidad de Harvard, bajo un completo estudio evidencia la hambruna en proceso de agravamiento por la baja ingesta de calorías, debido a la imposibilidad de conseguir y adquirir alimentos por parte de una gruesa parte de la población por desabastecimiento o inflación ( “un día de trabajo permitiría adquirir 1,7 huevos en una inflación mayor al millón por ciento). El paliativo de cajas de comida, medicamentos y remesas se han convertido en el abrazo solidario para sobrevivir esperado por los venezolanos en todos los rincones del país; que el cínico régimen apenas permite para esclavizar, como hemos dicho antes, a la nación entera. Otros cientos de miles escapan de tal horror de las enfermedades (estiman 5,5 millones en total), y de la violencia criminal que siguen diezmando a nuestros hermanos.  Mas de 600.000 casos de malaria representan 54% del total de América.

En el complejo mundo en que habitamos, de múltiples intereses y organizaciones entrelazadas desde Venezuela con mafias internacionales, no podemos cometer errores primarios ni pecar de ingenuos frente a tan poderoso mal.             

En dicho artículo les decía: “¡Estamos ante un momento crucial de nuestras vidas! Debemos intentar realizar cualesquiera esfuerzos, de distinta índoles, magnitudes, y/o profundidades, para salvar a Venezuela”. Seguidamente agregué: “La narrativa del régimen mafioso venezolano sobre que el imperio y sus aliados son causantes de los males de la nación está acabada. Por lo tanto, será bajo el uso abierto de los métodos clásicos del castrismo cubano, de represión sistemática y encarcelamiento para mantener rehenes a quienes les hagan resistencia, u oposición verdadera, como intentará sostenerse”.

Cuando habla el rehén sentimos que parte de nosotros mismos está prisionero con él. Esta es la impostergable situación que vive Venezuela, en estas horas cruciales.. Están también en situación de secuestro, los casos de países hermanos como Nicaragua y Cuba, aunque cada uno con su propia especificidad.

Juan (Requesens) se atrevió a ser irreverente contra el tirano Maduro y es hoy rehén de las torturas y vejaciones del narcorrégimen. Hoy, nuevamente, otros factores nos secuestran desde la propia arena política. ¿Será así con otro valiente Juan (Guaidó) e impedirán al país salir de esta situación? 

Hemos llegado a ver al “jefe de campaña de Falcón, Claudio Fermín, decir lo que dijo en defensa del tirano. ¡Qué tristeza ver a Eduardo Fernández hablar de las bondades del servicio de inmigración del narcorrégimen!

Hoy, ante la trágica emergencia nacional en la que estamos, el juego político del gradualismo para la acumulación de fuerzas hasta estar perfectamente listos nos está llevando a nosotros mismos, que luchamos por la libertad y el comienzo del regreso al Estado de Derecho, a violar nuestra propia Constitución; pues esta nos conmina a colaborar en su restablecimiento (art. 333) y a que se asuma el vacío de mandatario encargado legítimo en el Poder Ejecutivo del país de inmediato. 

Todos hemos vivido esta larga tragedia de este cáncer que ha ido matando las células sanas de nuestra familia-nación; como a Oscar Perez y su equipo de patriotas, como Fernando Albán, y al más de un centenar de nuestros jóvenes héroes libertadores de franelas. Este cáncer que debilita nuestra familia americana toda, debemos extirparlo por todos, y entre todos. Rehenes del cáncer, si no nos liberamos de él, entonces el nos matará y se librará de nosotros: “Muera la tiranía, viva la libertad”.

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