Ello nos recuerda la siguiente frase de Heráclito: “No hay que hablar y actuar como dormidos” (fragmento 73); pues, en esa condición, tendemos a olvidarnos de que pertenecemos a un mundo en el que vivimos junto a otros, lo que nos obliga a asumir, desde esa pertenencia, visiones compartidas que nos desafían como individualidades, pero que exceden los límites de éstas”. Hugo Zemelman. El ángel de la historia…

Tiempos de oscuridad en los cuales se asoma la esperanza. Días en los que, ante tantas desgracias, con bastante intensidad y en diversos espacios se habla de la necesidad de impulsar la unidad de los venezolanos con el concurso de diferentes sectores comprometidos con el cambio democrático. Se habla de frentes amplios, alianzas o simplemente de acuerdos o pactos unitarios que trasciendan lo electoral, abiertos a los partidos políticos y a la sociedad civil. Tanto para enfrentar la crisis y salir de la actual pesadilla nacional, como para rehacer o reconstruir a Venezuela.

Momentos propicios, en sintonía con ese clamor por la unidad, para tomar una mayor conciencia de que pertenecemos a un mundo en el cual vivimos junto a otros y donde estamos obligados en razón de ello, tal como lo expresa Zemelman, a asumir visiones compartidas que nos retan como individualidades y superan las fronteras del mundo propio de cada quien. También para despertar y rebelarnos ante aquello que quiere seguir condenándonos para siempre a “flotar en el mar de la sobrevivencia”. 

Considerado, entonces, en la perspectiva de la vida en comunidad que reconoce la necesidad fundamental de comprender al ser humano en la realidad de su coexistencia, en un contexto caracterizado por el estar ante otros y con otros, ese llamado a la unidad, tanto de propósitos como de acción, ha de ser valorado por sus potencialidades para lograr un bien común por encima de las posibilidades que tendríamos de alcanzarlo individualmente sin ponernos de acuerdo. Algo fundamental cuando nos enfocamos en la tarea de derrotar a un régimen que dispone de un descomunal poder y hace todo lo posible para perpetuarse, y, asimismo, cuando se trata de reconstruir a un país sumido en una crisis tan compleja y profunda.

Una unidad que en tal caso no basta con proclamarla. Si bien no es un reto fácil de cumplir, dada la multiplicidad de puntos de vista e intereses en juego, hay que construirla y activarla con los recursos de la razón y la pasión, con argumentos que orienten, emocionen y movilicen a nuestros ciudadanos, a fin de provocar múltiples acciones contundentes que contribuyan a generar la mayor presión posible contra el régimen. Hacerlo sin demoras innecesarias, a contrapelo de los que creen que la misma puede concretarse de modo espontáneo, sin mayores esfuerzos, confiando solo en la reacción automática de descontento de la gente ante las calamidades que padecen.  Y también a contracorriente de los que solo se limitan a esperar o a pedir que se alcen los militares, o de aquellos que día a día claman únicamente por la invasión de una fuerza extranjera para liberarnos.

Así, especial atención se debe brindar, entre otros asuntos, a la promoción, generación y articulación de iniciativas por la causa unitaria en las diversas comunidades y en otros espacios sociales; al contenido y calidad del mensaje para ilustrar, orientar y motivar a la ciudadanía; a la estrategia que se debe seguir; a los mecanismos adecuados para lograr la conexión con la gente y los problemas que a diario le afectan; a la preservación de la necesaria autonomía de las organizaciones que participen en las alianzas; al liderazgo compartido que debe privar en el trabajo organizativo y en el desarrollo de las movilizaciones.

Sin duda, es un enorme y trascendental desafío que también nos convoca y obliga a todos como ciudadanos por el bien del país: unirnos de verdad, confiar en nuestras propias fuerzas mancomunadas, para impedir que sigamos por el camino de la destrucción y para sentar las bases de la reconstrucción nacional.

¡Hora para dar otros pasos importantes hacia la construcción y activación de la unidad, después del maravilloso acto en el Aula Magna de la UCV y de la creación del Frente Amplio Nacional Venezuela Libre!

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@eleazarnarvaez


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