Creo que ya estamos claros en que en Venezuela estamos en dictadura. Nicolás Maduro hace esfuerzos sobrehumanos por mantenerse en el poder y en ese sentido ha sacado nuevamente un as bajo su maga para consolidar su régimen represivo y autocrático, la convocatoria a una asamblea nacional constituyente prevista en los artículos 347, 348 y 349 de nuestra Constitución Nacional.
Una nueva Constitución hecha a su medida es lo que pretende el dictador usar para satisfacer sus ambiciones de poder, para lo cual ha convocado a una asamblea nacional constituyente de la cual aún no sabemos a ciencia cierta cuáles serán sus bases, creo que una vez se sepan se podrá hablar con mayor propiedad y certeza del asunto.
La doctora Hidelgard Rondón de Sansó, ex magistrada del Tribunal Supremo de Justicia y quien se ha relacionado en diversas oportunidades con el régimen, ha dado una antesala clara de esta convocatoria al decir: “Para hacer una convocatoria a una asamblea nacional constituyente, además del sometimiento a una supuesta normativa, tiene que existir una razón real, objetiva, histórica que la justifique. No es posible que un gobierno que ha proclamado su atención y obediencia a la Constitución actual, fruto de las ideas del líder máximo que lo propiciara, de pronto declare que ese régimen debe ser transformado totalmente (transformar al Estado) y que esa normativa debe ser modificada por un nuevo régimen que tenga lineamientos totalmente diferentes, por lo cual es necesario revocar el texto vigente y sobre sus cenizas erigir uno totalmente diferente a sus pautas y regulaciones”.
Resulta que casi 18 años después de proclamada la Constitución Nacional vigente, que hasta hace unos meses el régimen la calificaba como la mejor constitución del mundo, ahora resulta que esta es la “moribunda constitución”, de la dictadura de Nicolás Maduro.
Es importante revisar lo dicho por la dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) Mary Pili Hernández respecto a esta convocatoria a la asamblea nacional constituyente que debería de llamar a la reflexión de la dictadura, pues viene de sus mismos camaradas: “No estoy tan segura de que el motivo de la convocatoria a una constituyente sea querer, sinceramente, convocar y consultar al pueblo. Me temo que la razón de la convocatoria a esta constituyente responda más a una estrategia política para extender el tiempo de las elecciones, para evitar perder gobernaciones o alcaldías o para que el grupo que gobierna pueda conservar la actual estructura de poder. Algo tan importante como una constituyente, que pone en juego el valor estratégico de la revolución, es decir, la propia Constitución, el modelo de país que los venezolanos y venezolanas decidimos darnos, es algo muy serio. Si estamos convocando esa constituyente por las razones equivocadas, corremos el riesgo de perderlo todo y eso sería gravísimo. Creo que es un problema de principios, es decir, entender si realmente vamos a abrir una convocatoria popular, participativa, protagónica para todas y todos los venezolanos, o si simplemente vamos a utilizar este proceso constituyente como una manera de extender el poder político para un grupo. Considero que aquí está la reflexión más importante”.
Es claro que lo que se busca con esta convocatoria a asamblea nacional constituyente es perpetuarse en el poder y evitar cualquier elección popular que sin duda alguna las perdería; en estos momentos la dictadura difícilmente ganaría la elección de una junta de condominio, por eso su negativa a estas.
El régimen pretende desviar la atención del país y de la comunidad internacional haciendo creer que busca la paz y la reconciliación del país, cuando en realidad su único objetivo es profundizar la dictadura en Venezuela.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, ha sido también claro sobre esta convocatoria y ha dicho: “Venezuela sufre una grave alteración de su orden constitucional por parte de un régimen que ha violado la Constitución en todos sus principios fundamentales. La violación de la Constitución es el problema venezolano. Este mismo régimen anuncia ahora el fin de la Constitución de Chávez y de su legado, a partir de un fraudulento llamado a una asamblea constituyente. El régimen ya ha violado la separación de poderes, las libertades fundamentales con la detención arbitraria y la prisión política de sus ciudadanos, ha violado la independencia del poder judicial, y los derechos sociales de su pueblo, que no accede a sanidad ni alimentos. Asimismo, ha violado el principio de justicia con el asesinato impune por parte de fuerzas de seguridad y grupos paramilitares de ciudadanos que manifestaban pacíficamente; ha violado los derechos electorales de su pueblo, negándole el referéndum revocatorio y las elecciones regionales; ha violado la probidad republicana con sus gobernantes enriquecidos en un sistema de corrupción impune, han violado la soberanía sobre sus recursos naturales, permitiendo y fomentando el saqueo indiscriminado. Ahora se busca consolidar este régimen autoritario”.
A las dictaduras les importa poco o nada la opinión del pueblo, con esta constituyente pretenden burlarse una vez más de los venezolanos; mientras la represión desaforada a los opositores continua y el rechazo al régimen aumenta cada día más, la dictadura solo busca consolidarse en el poder.