-Racionamiento de agua, gas y electricidad durante horas, días, semanas y meses.

-Interminables colas para adquirir alimentos, transportes, pensiones y dinero en efectivo.

-Escasez criminal de medicinas de todo tipo.     

-Hospitales insalubres, contaminados y en ruinas. Los pacientes llevan insumos básicos o los médicos, con su miserable sueldo de 15 dólares mensuales, se los compran.

-Escasez de pastillas anticonceptivas, pañales y leche de fórmula.

-Ausencia de reactivos para los bancos de sangre.

-Reincidencia de enfermedades erradicadas: sarampión, polio, difteria, malaria, paludismo y tuberculosis.

-Valientes enfermeras venezolanas que, sin abandonar a sus pacientes, están luchando en la calle para lograr el salario justo que les permita tener una vida digna.

-Médicos que recetan a humanos fármacos que son para animales.

-Bomberos sin vehículos, porque no hay repuestos ni agua para apagar incendios.

-Obras inconclusas con pérdidas mil millonarias en dólares: los trenes de Aragua, Carabobo y Guarenas.

-Menos producción de petróleo por carencia de taladros.

-La hiperinflación más alta del mundo. No hay dinero en efectivo y las plataformas de bancos, saturadas, se caen o son muy lentas.

-Escasez de unidades de transporte y gente trasladada en camiones para animales.

-Metro gratis porque no hay dinero en efectivo y saturado por usuarios que se golpean al salir y al entrar, sin aire acondicionado ni afuera ni adentro de los vagones y con la mayoría de las escaleras mecánicas sin funcionar.

-La producción nacional en la debacle. No hay exportación ni inversión nacional ni internacional.

– Venezuela, en la noche parece un cementerio por temor a la inseguridad.

-Las luces de las autopistas y avenidas permanecen encendidas de día y apagadas de noche.

– 276 presos políticos.

-3 millones de venezolanos que han emigrado, la mayoría en condiciones precarias como ocurre en la posguerra.

-Gente que come de la basura.

-Venezolanos que con suerte ganan 5 dólares mensuales. Un kilo de carne cuesta 3 dólares.

-Dificultad para conseguir leche de vaca. Se consigue una cosa horrible llamada “bebida láctea”.

-Muchos profesores universitarios cuyos alumnos les llevan comida para que no dejen de dar clases. Su mayor salario es 25 dólares mensuales.

-Librerías sin libros vendiendo papel tualé y chucherías.

Si los comunistas administraran el Salto Ángel y el Relámpago del Catatumbo, en cuatro años no habría ni Salto ni Relámpago.

¡El comunismo destruye a Venezuela!


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