A diferencia de lo que ocurre entre compañías o industrias, la competitividad de una nación es difícil de evaluar.

¿Qué criterios subyacen en la competitividad internacional de una nación? ¿Deben ser competitivas todas las compañías e industrias de una nación para que esta también lo sea? Incluso potencias económicas como Japón y Alemania cuentan con grandes segmentos económicos incapaces de llegar a la altura de sus competidores extranjeros.

¿Es preciso que una nación disponga de un superávit en su balanza comercial (mayor cantidad de exportaciones que de importaciones) para ser competitiva? Países como Estados Unidos han conseguido aumentar el ingreso nacional a pesar del déficit comercial (mayor cantidad de importaciones que de exportaciones). ¿Puede decirse que una nación competitiva es aquella que genera empleos para sus ciudadanos? No obstante la importancia de esta capacidad, la creación de empleos no es por sí misma el factor decisivo, pues es aún más importante la creación de empleos altamente remunerados que eleven el nivel de vida de un país.

Si la meta  de la política económica fuera optimizar el empleo, seguiríamos usando carruajes, caballos, burros y trabajando en talleres obsoletos. La conservación de los mismos empleos de los que hemos dispuesto desde siempre desalentaría el desarrollo de otros que requieren de mayor grado de habilidad, necesarios para aumentar nuestra base de conocimientos y producir innovaciones y crecimiento.

Finalmente, ¿es competitiva una nación con índices salariales reducidos? El bajo nivel de los salarios no es la clave para la exportación. Si así fuera, países como Haití y Bangladesh serían grandes exportadores. Lo cierto es exactamente lo contrario. Naciones de alto nivel salarial como Alemania y Estados Unidos son los mayores exportadores del mundo. Evidentemente, ninguna de estas explicaciones de la competitividad es plenamente satisfactoria.

Uno de los objetivos económicos básicos de un país es generar un alto y creciente nivel de vida para su población (al contrario de lo que hace Maduro sumiendo a Venezuela en las tinieblas, la pobreza y la muerte). El cumplimiento de esta meta no depende de la vaga noción de mantenimiento de la competitividad nacional, sino de la obtención de un alto nivel de productividad de los recursos empleados. La productividad es, al paso del tiempo, uno de los factores más importantes del nivel de vida de una nación, pues se halla en la base del ingreso per cápita. Además de servir de sustento al alto nivel del ingreso, una alta productividad permite a la población disponer de más tiempo libre en lugar de trabajar jornadas más largas. Asimismo, la productividad genera el ingreso nacional susceptible de gravámenes fiscales para solventar los servicios públicos y aumentar el nivel de vida.

El comercio internacional permite a una nación incrementar su productividad al eliminar la necesidad de producir en territorio nacional la totalidad de los bienes y servicios indispensables. Así, una nación puede especializarse en aquellas industrias cuyas empresas muestran una mayor productividad que sus competidoras extranjeras e importar bienes y servicios en los que sus empresas exhiben menos productividad. De esta manera, los recursos se canalizan de usos de baja productividad hacia otros altamente productivos, con lo que se incrementa el nivel promedio de productividad de la economía. Tanto las importaciones como las exportaciones son necesarias para incrementar la productividad.

Donald Trump, haciendo gala demagógica deshojó, de entre sus promesas, el eslogan de campaña “America first” para practicar una política exterior aislacionista que, en parte, explica los aranceles impuestos recientemente a las importaciones de acero (25%) y aluminio (10%) provenientes  de países exportadores, con sus excepciones; así aspira a proteger la industria nacional de sus competidores que evidentemente tienen mayor productividad industrial, producción por hora, que Estados Unidos, donde aquella ha descendido significativamente, desde la década de 1970, en la industria siderúrgica y otras, como la automotriz, con relación a sus socios comerciales, sobre todo: China, Japón, Brasil, Corea del Sur, Canadá, México, Alemania, Inglaterra, Francia, Italia, Bélgica, Suecia, Suiza, etc.

Más bien ha debido fomentar, entre otras medidas, reestructuración industrial, incorporar tecnologías innovadoras y nuevos métodos de producción, sobre todo, los computacionales, agilizar los procesos industriales para reducir costos de producción, inventarios y costos de materiales; aceptar a los representantes de los trabajadores como socios valiosos en el proceso de innovación.

Moldear la acción política con demagogia, nacionalismo a ultranza y populismo es insensato Así comenzarán hostilidades económicas, puesto que los países afectados procederán con retaliación.

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@psconderegardiz


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