Ha sido la MUD la que contribuyó con el adoctrinamiento del régimen inculcado al pueblo venezolano, la que ha colaborado por casi dos décadas con la dictadura y que finalmente nos lleva en corto tiempo de la cohabitación a la convivencia directa con la dictadura, de manera originariamente legal y legítima, tras haber suscrito, juramentado y arrodillado ante la asamblea nacional constituyente, que con ironía y gran cinismo meses antes calificaba de fraudulenta. También consecuencia de las elecciones viciadas impuestas y promovidas por la izquierda MUD-PSUV con el único fin de cumplir su principal objetivo, ya logrado, de legitimar al régimen y llevarnos a convivir con él sin importar los resultados negativos que esta canallada trajese para la ciudadanía, a quienes la situación los afecta directamente con mayor magnitud.
Hoy el daño ya está hecho y es muy tarde para fingir “arrepentimiento”. No existe la posibilidad de lavarse las manos, de intentar salvarse o pronunciar un discurso “asumiendo” que se cometieron errores, a sabiendas de que sus actos, los de la MUD, siempre fueron en pro del régimen y de sus beneficios personales partidistas. Fue la Mesa la que neutralizó la calle, desprestigió a la resistencia, arremetió contra los abstencionistas y tildó de infiltrados. Fue la que nos condenó a la infame asamblea nacional constituyente y sus elecciones, pero también es por ello que hoy intentan mostrar un rostro distinto y alegan “abstenerse” ante las narcoelecciones municipales. Pero en realidad es un tema de estrategia, por el hecho de tener candidatos con el nombre de independientes que han sido acogidos por la tarjeta de Un Nuevo Tiempo, AP o Copei y desde ya manifiestan su participación en comicios presidenciales “limpios y libres” sin importar si el árbitro está bajo la tutela del mismo sistema, y aunque se hable de negociaciones electorales MUD-PSUV para ser complaciente con un pueblo que anhela un nuevo Consejo Nacional Electoral, el sistema siempre seguirá siendo el mismo y el objetivo también, el de fingir democracia en dictadura.
El primer gran paso para la caída del régimen es desobedecer, desconocer, desarticular y exterminar a la MUD, a su principal anillo de seguridad, su máscara de oxígeno y su bastión de fortaleza. Es evidente que si muere la MUD muere el régimen y será de esta manera como daremos inicio a la refundación de la República y recuperación de las instituciones, ya que de lo contrario simplemente estaremos condenados a más años de dictadura.
Hoy contamos con las herramientas necesarias para derrocar al cómplice del dictador, a sus principales aliados y por fin abrir paso a la generación política emergente: a los jóvenes que han expuesto su vida por la libertad del país, que han mantenido un discurso claro y coherente apegado a la realidad y al acontecer ciudadano que tanto nos afecta; a quienes han dejado el populismo a un lado y han dicho a viva voz que una dictadura no se puede combatir con métodos clásicos de la democracia, a quienes han desmentido al socialismo y a la falsa oposición y, por supuesto, a quienes están capacitados y tienen toda la voluntad de luchar hasta encontrar la libertad para recuperar a Venezuela. La salida no está en la MUD, ni en el diálogo ni mucho menos en elecciones, está en nosotros, los ciudadanos que desobedecemos y desconocemos a la izquierda.