En la era pre-ciber, alumnos y hasta maestros usaron este recurso de las chuletas, papelitos y dibujos en la piel, clandestinos, con fórmulas numéricas, fechas, títulos y etcétera, pues los exámenes eran eliminatorios y aprobar el escrito de cualquier materia era la condición para presentar el oral o práctico. Este salvavidas es ahora obligatorio, digital, público y transparente si sus políticos usuarios en una negociación límite pretenden representar a 87% de los venezolanos, opuestos a la narcotiranía castrochavista.
1.- Condición previa: No son mercancía negociable los hambrientos, desnutridos, enfermos crónicos y terminales, políticos presos, inhabilitados, secuestrados y exiliados. Son víctimas sin derechos humanos de vida en salud y libertad, producto de un Estado ilegítimo, inmoral, discapacitado, invadido totalmente durante dos décadas por Cuba y sus satélites del cártel y grupos terroristas transnacionales.
2.- Definiciones: a) Negociador es agente, intermediario, comisionado. b) Negociante es mercachifle, especulador, traficante. c) Mediador es el árbitro, experto en solución de conflictos, sin fracasos continuos, ajeno a intereses propios ni agenda oculta, imprescindible para lograr un convenio limpio sobre la mesa, firmado ante múltiples testigos en salón y pantalla. d) Negociado es el pacto rápido para asegurar votos, cargos, lucros y otras ganancias provisorias o permanentes.
3.-Asunto principal de la reunión: ¿condiciones para una transición pacífica o se trata solo de la elección presidencial? Hasta hoy, es para lo segundo. En tal caso la clave radica en el oficialista delictivo CNE. ¿Hay que rogar “mejoras” o exigir garantías puntuales?
4.- Las garantías exactas para votar eligiendo de verdad –verdad, requieren al menos un año para desmantelar todo el corrupto sistema electoral viciado desde 1999, en manos cubanas. Sería el primer paso para confiar en resultados no manipulados. Venezuela ya no soporta más engaños, está en pleno proceso de un genocidio diario generacional, sobre todo infantil, progresivo, a punto de explosión social. El generalato y civiles militantes del PSUV la promueven para justificar su previa y actual criminalidad que los mantiene militarmente en el poder. Sobran las evidencias. Desde 2004 la oposición es mayoría, reconocida dos veces a regañadientes y luego ignoradas de facto. Repetir comicios de cualquier cosa sobre terreno minado con trampas incrustadas desde su raíz, más los sucios recientes manejos en las regionales, es irresponsable y culpable farsa electoral, opio revolucionario para el pueblo incauto, a beneficio del régimen. Transforma en cómplice al firmante de acuerdos no autorizados por la sociedad que dicen representar.
5.-Soluciones. En civilización hay una regla inviolable: lo primordial son las vidas propia y ajena desde leyes reguladoras de convivencia. Prohibido hacerle al prójimo lo que no quieres para ti. Descartado el votismo maniático, personalista, de absoluto control militarista que hace del sufragio un arma legitimadora para la barbarie del manipulador, pero culposa y suicida para el manipulado; existe un principio ético puesto en práctica exitosa para la Yugoslavia del serbio Milosevic y por la Unión Africana en cinco sitios, entre ellos Darfur y Somalia bajo matanzas y hambrunas planificadas de tipo stalinista.
Es la “injerencia humanitaria”, que no es un canal o favorcito gobiernero, ni mercadería para negocios, ni permiso para la invasión por marines imperialistas. Nada que ver. Ante el fracaso de los esfuerzos pacíficos, electorales, de protesta y manifestación legales, de permisos oficialistas para ayuda privada humanitaria en alimentos y medicinas, esta es la obligante, racional, convenida intervención armada, solidaria y temporal, que resguarda la legítima soberanía jurídica constitucional del país en crisis letal. Ejército de comandos expertos en ubicar focos precisos y con la responsabilidad de proteger a la población victimizada. Proceden de países democráticos que aplican esa ley todavía no escrita, solo para resguardar la existencia del país afectado, con proyección vecinal, regional y mundial.
Hasta el momento Canadá, Perú, Argentina y Brasil son de los muchos países que votan manualmente, hacen el escrutinio digital abierto por los medios televisivos y lucen dispuestos a considerar esta opción coordinada y transitoria, a su vez regida por cinco estrictas normas internas. ¿Y qué del resto de los países democráticos? Mañana pueden sufrir igual situación y no tendrán derecho de solicitar este SOS porque en aras de implicar una supuesta soberanía nacional mancillada no lo aplicaron cuando fue necesario para la sobrevivencia y salvación venezolana.
Antes de otro diálogo turístico en Santo Domingo, lo que resta de la ex mesa unitaria debe conocer los detalles de esta posible, necesaria, urgente acción del derecho humanitario internacional que abre ruta segura a una civilizada transición política, imprescindible para una elección presidencial como la Constitución manda.
Y es hora de que la OEA actualizada incorpore por fin esta “injerencia humanitaria” a su Carta Democrática. La emergencia de este país le sirve de motivo. Ese día llegará, pero Venezuela no puede esperar tanto.