Luisa Ortega Díaz desde Brasil denunció que Diosdado Cabello había recibido 100 millones de dólares de la trama Odebrecht, la respuesta de este no se hizo esperar: 1) “¿Porqué en 10 años no investigaste cuando eras fiscal?”. 2) “Ya no puedes investigar a nadie porque no eres fiscal”. 3) “Yo creo que ella está loca, Marcelo Odebrecht dijo que en Venezuela habían repartido 98 millones de dólares y dice que a mí nada más me dieron 100, esas cuentas no cuadran”. 4) “Su esposo era el capo de los capos, dirigía una red de extorsión desde el Ministerio Público”.

Señor Cabello, es evidente que Luisa Ortega sí investigó todo eso, tanto es así que está entregando los resultados a fiscales generales de varios países, no podría estar exponiéndose a decirles mentiras a quienes en poco tiempo constatarán su veracidad o falsedad.

Que Luisa Ortega no formalizó esas denuncias en tribunales venezolanos podría ser porque no llegó a concluir las pesquisas dado el gigantesco entramado de corrupción que, como en ningún otro país, en Venezuela abarca desde los más altos niveles de la administración pública, incluyendo la militar, hasta los estratos intermedios como gobernaciones y alcaldías, y donde hasta ahora no se tiene un personaje como en Brasil tienen a Marcelo Odebrecht develando toda esa red por lo que se hizo más o menos fácil tener resultados. Otra razón sería el conocimiento exacto que ella tiene de lo que habría pasado en esos tribunales controlados por usted, señor Cabello, y por los demás involucrados. Recordemos que para abrirle camino hacia la presidencia de la AN a usted le cerraron de un solo tajo en la Sala Político Administrativa del TSJ 17 expedientes que había en contra suya por robos ocurridos durante su gestión en la Gobernación de Miranda.

Que Luisa Ortega le imputó haber recibido 100 millones de dólares mientras que entre las delaciones de Marcelo Odebrecht se ha afirmado que en Venezuela en total se repartieron 98 millones, hay que recordar que esta cantidad fue solo para que le asignaran los contratos, pero de los dineros del Estado se destinaron mas de 20.000 millones de dólares a esas 11 obras que nunca se ejecutaron, se los robaron sin ni siquiera disimularlo.

Dice usted que el esposo de Luisa Ortega es un capo que controlaba el destino de las denuncias que manejaba la Fiscalía; le devuelvo la pregunta señor Cabello: ¿Por qué dejó pasar tanto tiempo para decirlo? El esposo de la fiscal es un diputado de su partido, usted, Diosdado, alto jefe del mismo, que presidió la Asamblea Nacional y que controla los aparatos de inteligencia del régimen, ¿no se enteró antes de eso que ahora denuncia?

Que Luisa Ortega ya no puede investigar nada porque no es fiscal, déjeme decirle, señor Diosdado, que se equivoca usted, ella sigue siendo la fiscal general; la autoridad que podría destituirla, como es la Asamblea Nacional, no lo ha hecho, por el contrario, la ha ratificado, y ella está reconocida en todo el mundo con excepción de Cuba y Corea del Norte. Es obvio que la condición de fiscal general exiliada le da aún más veracidad, más fuerza a sus denuncias, es una autoridad legítima y perseguida por aquellos a quienes estaba investigando. Quiero recordarle el precedente de la Panamá de Noriega, de donde salió huyendo el presidente Erick Del Valle, fue reconocido por Estados Unidos y desde ese exilio ordenó embargos de cuentas bancarias a la dictadura que fueron ejecutadas, también investigaciones por tráfico de drogas, lavado de dinero, corrupción, violación de derechos humanos y otros, todo lo cual tuvo como desenlace la Operación “Just Case” con la cual los “marines” se llevaron a Noriega. De tal manera que si Luisa Ortega Díaz dictara providencias de investigación pidiendo colaboración a sus iguales, es decir, a los fiscales generales de Estados Unidos, de Europa, de 17 países de América Latina, que le han manifestado su respaldo para investigar los delitos como los que a usted, Diosdado, se le vincula, no sería la primera vez que un funcionario legítimo echado del poder por un dictador ejecute actos propios de su cargo desde el exilio encontrando apoyo internacional, y recuerde que el caso Odebrecht tiene implicaciones en varios países y en cualquiera de ellos le pueden dictar orden de detención y enjuiciamiento a quienes aparezcan involucrados, estén donde estén y sean quienes sean.

Finalmente, señor Cabello, no sé si lo sabe, pero existe un instrumento para la justicia internacional denominado Protocolo de Palermo dictado por la ONU para la persecución de los delitos sin fronteras, el narcotráfico y la corrupción entre ellos, que puede ser invocado por Luisa Ortega en ese peregrinaje en el que anda urbi et orbi denunciando que tales delitos se practican con impunidad en nuestro país, agrediendo con ellos a muchas naciones, llevándoles droga, contaminando sus sistemas financieros con lavado de dineros, de todo lo cual usted está señalado de ejercer desde la posición de poderío que tiene por debilidad de Maduro y en complicidad con este. Y sepa además, señor Cabello, que ese protocolo unido al sistema de jurisdicción universal pueden venirse en su contra si ella hace lo que tiene que hacer, que no es precisamente poner el caso en la ineficiente Corte Penal Internacional, cuya competencia además es complementaria y como tal excluye la posibilidad de denunciar en otras instancias, como serían en las fiscalías de Estados Unidos, España, y Brasil, entre otras, por donde haya pasado ese dineral robado y los grandes alijos de cocaína que constantemente salen desde puertos y aeropuertos venezolanos.

Está usted grandemente equivocado, señor Cabello, ella no está loca.


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