Aunque nadie debería dedicarle ni una sola frase porque usted no la merece, lo hago  por todos aquellos que usted ha humillado, ofendido y maltratado con sus mentiras y que no tienen los medios para responderle. Estoy claro que lo que aquí escriba no la hará cambiar de posición o reflexionar, tanto usted como su hermano fueron alimentados durante años por el resentimiento, sentimientos que incluso les hicieron pensar que todo un país era responsable de la muerte de su padre y que la única forma de hacerle justicia era a través de la venganza. 

Más allá de lo que usted crea déjeme decirle que los más de 30 millones de habitantes de este país no tienen responsabilidad alguna de que su padre haya caído preso por secuestro y que haya muerto en la cárcel. Fue un hecho lamentable su asesinato, porque hasta el peor delincuente tiene derecho a la vida, pero eso no nos hace a todos los venezolanos culpables de este suceso. De hecho, los responsables fueron castigados en la mal llamada “Cuarta República”, no los nombraron ministros o jueces, como pasa con los asesinos y torturadores de hoy en día. Pero al parecer eso no fue suficiente para ustedes, era preciso infringir sufrimiento a millones de venezolanos para sentirse resarcidos, lo que los convierte no en unos vengadores sino en unos sádicos. 

De allí que cada declaración suya sea un monumento al descaro, como cuando dijo que nosotros estábamos en capacidad de “alimentar 3 países de la América Latina” o cuando negó toda crisis humanitaria en Venezuela. Lo dijo sabiendo que mientras usted mentía miles de venezolanos deambulaban buscando alimentos y otros miles medicamentos. Lo dijo sabiendo que miles de pacientes de enfermedades crónicas mueren cada día, que millones escapan a pie por las fronteras, no solo persiguiendo mejores condiciones de vida, sino atención médica, que hay embarazadas que llegan a dar a luz a Colombia sin haberse hecho un solo control en nueve meses, que hay mujeres que llegan con los senos pudriéndose y con metástasis rogando auxilio. Lea bien, que hay niños que les lloran todos los días a sus padres diciéndoles que no se quieren morir pero que no pueden ser trasplantados porque su prioridad es invertir millones de dólares en metralletas, uniformes militares y fábricas de teléfonos Huawei. 

Nada de eso les importa a ustedes, quizás les genere una profunda satisfacción, como a todo psicópata. Lo que sí sabemos es que disfrutan mintiendo, durante 20 largos años le han echado la culpa al imperio de cuanto pasaba en Venezuela, ahora como los miserables que son, pretenden llevar un conteo macabro de niños muertos esperando trasplantes y decir que es culpa del bloqueo de los Estados Unidos. Hay que ser bien inmoral para burlarse de esa manera del dolor de las víctimas. Si algo les importaran nuestros niños, con tan solo vender uno de sus Rolex de sus colecciones  bastaría para salvarle la vida a unos cuantos. Pero a ustedes no les interesa nada más que mantenerse en el poder, así tengan que bailar sobre una pila de cadáveres. Disfrútenlo mientras puedan Delcy, porque esto terminará y llegará la hora de la justicia.


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