Con la pieza española Sí, pero no lo soy de Alfredo Sanzol, La Caja de Fósforos dio inicio al Primer Festival de Dramaturgia Europea, llamado “Estación Europa”. Seis obras, que representan a igual número de países de ese continente (Alemania, España, Italia, Polonia, Reino Unido y Suiza), podrán ser vistas hasta el 19 de noviembre en la sede de esta agrupación ubicada en la Concha Acústica de Bello Monte.

Alfredo Sanzol (Madrid, 1972), licenciado en Derecho por la Universidad de Navarra y en Dirección de Escena por la Real Escuela Superior de Arte Dramático Resad, es un autor y director teatral cuya actividad profesional comienza en 1999. Sí, pero no lo soy fue escrita en el año 2008 y forma parte, junto con Risas y destrucción y Días estupendos, de una trilogía que su autor describe como “el resultado de intentar crear una forma de contar historias como un cazador intenta crear la trampa perfecta para cazar bichos. Mis bichos son la realidad, las emociones y los recuerdos”.

Una sucesión de diversas historias y más de 30 personajes se irán presentando en escena, como fragmentos de distintas personalidades, permitiéndole a su creador aproximarse al tema de la identidad, tanto la privada como la pública, asumida en ocasiones por entornos personales y sociales que pueden hacerla moldeable, variable. Con un particular sentido del humor, Sanzol logra convertir a Sí, pero no lo soy en un crisol donde converge el ser humano en sus posturas y contradicciones.

Imbuida del mejor espíritu de Pedro Almodóvar, Diana Volpe dirige con soltura esta adaptación, ubicando la obra en la azotea de un edificio. Por allí y entre temas musicales (“La vida es una tómbola”, entre ellos) tomados en su gran mayoría de las películas del cineasta manchego, combinados con un colorido vestuario de inspiración también “almodovariana”, desfilará en frenético ritmo una serie de situaciones que, entre lo normal y lo absurdo, permitirán al espectador hacer catarsis para reflexionar desde la sonrisa sobre lo que acontece en escena.

Rossana Hernández, Carolina Leandro y Carolina Torres, integran junto con Giovanni García, Ricardo Nortier y Ángel Pájaro, el “sexteto” encargado, con entrega y fortaleza, de transmutarse con agilidad en los distintos y complejos roles que asumen a lo largo de la obra. Hay que brindar particular atención al segmento del maracucho, en acertada y oportuna adaptación del personaje navarro, aficionado a los sanfermines celebrados anualmente en Pamplona, incluido en el texto original de Sanzol.

Al vestuario creado por Raquel Ríos, se suma el efectivo diseño escenográfico de Ricardo Morales, con pintura escénica de Edward Parúh. Betsy Pérez Hatten fue la encargada de la preparación musical de sus intérpretes, mientras que Armando Díaz coordinó las coreografías necesarias. Carlos Fabián Medina asistió a Diana Volpe en la dirección de este trabajo. El resultado es una agradable sorpresa que ratifica la fuerza de la dramaturgia española contemporánea y el rigor, profesionalismo y talento del equipo de La Caja de Fósforos, en particular de todos los aquí involucrados.

Sí, pero no lo soy estará en cartelera hasta el domingo 10 de septiembre, presentándose los días viernes a las 7:30 pm y los sábados y los domingos a las 6:00 pm.


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