Woyzeck, del alemán Georg Büchner, es una obra teatral que permaneció inconclusa debido a la muerte del dramaturgo, ocurrida en 1837, cuando contaba con apenas 23 años. En 1879 fue publicada por primera vez, tras una revisión por parte del austríaco Karl Emil Franzos. Büchner es, además, el autor de La muerte de Danton, pieza escrita en 1835, con la cual aborda la Revolución francesa, enfrentando las ideologías y personalidades de Danton y Robespierre.

Escogida por La Caja de Fósforos, Woyzeck fue el proyecto sobre el cual se basó el Tercer Taller Superior de puesta en escena conducido por Orlando Arocha, en el cual formaron parte 12 jóvenes directores, responsables de dirigir por separado diversas escenas que en su conjunto ensamblan la obra, completando con ello el trabajo supervisado (y dirigido) por Arocha.

Tras 10 meses de trabajo, Aitor Aguirre, Jan Thomas Mora Rujano, Armando Díaz, Rafael Barazarte, Carlos Fabián Medina, Leonardo Mendoza, Jesús Carreño, Pedro Borgo, Abel García, Julián Izquierdo Ayala, Kevin Jorges y Aníbal Cova fueron los  12 realizadores participantes del taller producto del cual surge esta puesta en escena, que cuenta con las actuaciones de Moisés Berr, Laura Gardié, Carlos Abbatemarco, Daniel Jiménez, Francisco Aguana, Anthony Castillo y Ari Savio.

Considerada como precursora del movimiento expresionista alemán iniciado a principios del siglo XX, Woyzeck está basada en una historia real, que le permitió a su autor, explorar sobre las vejaciones a las que es sometido un individuo por su entorno, afectando su salud física y mental hasta conducirle a la enajenación, como metáfora de una sociedad que aniquila a los más débiles.

La universalidad y atemporalidad de la historia les permite a sus creadores, ubicarla en un contexto más próximo, tanto en lugar como en tiempo, resultando perturbadora en la contemporaneidad de su historia. En el montaje presentado, una efectiva escenografía nos ubica en una especie de patio, situado en la parte de atrás de un camión, convirtiéndonos  en testigos de las humillaciones sufridas por su protagonista, en su afán por ayudar económicamente a su mujer y a su pequeño hijo.

Del sólido trabajo de sus intérpretes, destaca el realizado por Moisés Berr como Woyzeck, quien desde su fragilidad logra transmitir la fuerza requerida por el personaje, víctima de un entorno que le va hundiendo cada vez más en sus miserias personales.

Adaptada varias veces al cine, es particularmente recordada la versión realizada por Werner Herzog en 1979, protagonizada por Klaus Kinski. El austríaco Alban Berg compuso una ópera de nombre Wozzek, montada por primera vez en 1925, mientras que en el año 2000 se estrenó además un musical con el mismo título, creado por Tom Waits, Kathleen Brennan y Robert Wilson. Una trascendencia que la obra de Georg Büchner ha logrado en diversas ramas del arte, basadas o inspiradas en su texto.

A presentarse en La Caja de Fósforos hasta el próximo domingo 1ª de abril, Woyzeck cuenta con escenografía creada por Carlos Fabián Medina y Julián Izquierdo Ayala, producida por Escenografía Ya. El vestuario fue realizado por Kevin Jorges y Aitor Aguirre, mientras que la musicalización fue seleccionada por Jesús Carreño y Armando Díaz, todos bajo la coordinación de producción de Jan Thomas Mora.


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