Con Polvo del italiano Saverio La Ruina, La Caja de Fósforos dio inicio a sus actividades en 2018. Tras una primera función en conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, realizada el pasado mes de noviembre, bajo el auspicio de la Unión Europea en Venezuela y la Embajada de Italia, este montaje teatral dirigido por Diana Volpe puede ser visto en temporada hasta mediados de febrero, en la sala que está ubicada en la Concha Acústica de Bello Monte.

La Ruina, de quien pudimos apreciar en septiembre del año pasado Dissonorata, texto también de su autoría presentado con ocasión del primer Festival de Dramaturgia Europea, aborda nuevamente el tema del maltrato contra la mujer con Polvo, pieza escrita en el año 2015 que le permite hurgar en el lado oscuro de una relación de pareja, hasta dar con los demonios ocultos presentes en una tormentosa historia de amor y desamor.

Próxima a trabajos como Traición de Harold Pinter, Escenas de un matrimonio de Ingmar Bergman o Te doy mis ojos de Iciar Bollaín, Polvo se nos presenta como un necesario y valiente ejercicio de reflexión sobre un tema de lamentable vigencia. Aborda la aniquilación emocional de una mujer, atacando su fortaleza y su capacidad de soñar, con ese conjunto de partículas y moléculas, al cual hace referencia el título de la obra, como envolvente tóxico.

Estructurada a la manera de una pelea de boxeo, segmentada en diversas escenas que recuerdan la estructura de los rounds de combate, la obra nos aproxima al idilio frágil y enfermo que irá surgiendo entre una mujer de apariencia segura, traumada en el fondo por sucesos de su pasado, seducida por un hombre, fotógrafo de profesión, capaz de transmitirle el encanto y la confianza necesaria para atreverse a iniciar con él una historia que, como espectadores, sospechamos desde el principio que irá por un mal camino.

Rossana Hernández y Elvis Chaveinte son los encargados de interpretar con gran credibilidad a sus protagonistas, en un ejercicio de actuación que les somete a una dura prueba emocional, mediante un perverso juego que explora las complejidades de la relación de pareja, desde su perspectiva más oscura. Diana Volpe asume con rigor la dirección de esta puesta en escena, incluyendo la acertada participación de una pareja de bailarines, Francisca Becerra y José Lugo, quienes siguen la coreografía diseñada por Armando Díaz mediante movimientos que apoyan la intensidad dramática presente en el escenario.

Producida por Hebu Teatro, Polvo cuenta con una escenografía diseñada por Orlando Arocha y realizada por Escenografía Ya. El vestuario fue creado por Raquel Ríos, mientras que la iluminación fue desarrollada por Gerónimo Reyes, apoyados en la producción de campo de Luis Ernesto Rodríguez (quien realizó además las fotografías de su imagen) y en la asistencia de dirección de Carlos Fabián Medina. Puede ser vista en La Caja de Fósforos. El horario de las funciones es viernes a las 7:00 pm, y sábado y domingo a las 6:00 pm.


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