Cuántas veces hemos dicho que el verdadero amigo de los demócratas en la lucha por reconquistar nuestros derechos democráticos en Venezuela estaba en la calle.

La calle se transformaría en el fuerte impenetrable por las abusivas fuerzas de seguridad por parte del represivo gobierno tiránico venezolano.

La calle, a pesar de no tener muros es más difícil de conquistar que el muro de Berlín, paradójicamente, por la sencilla razón, de que cuando está ocupada por los ciudadanos, demuestra la fortaleza de la libertad individual que, como un solo as, es imposible de quebrar aún por la violencia del represor.

Ya en el pasado se han perdido ocasiones por ceder este espacio para reconquistar y hacer respetar los derechos constitucionales, los verdaderos resultados electorales, en fin, la democracia que tanto añoramos.

La habilidad y represión del tirano ha hecho retroceder la calle engañándola, o por un temprano triunfo como fue la conquista de la renuncia del poder del fallecido teniente coronel, o más recientemente, cuando ya la fuerza de lo que venía apagó con la trampa, un diálogo que convenció a los más ingenuos; el objetivo estaba logrado.

Esta situación pareciera que hoy se repite cuando luego de un sofisticado sainete, cuyo guión pareciera haber sido escrito por Giuseppe Tomasi Di Lampedusa, puesto que nada mejor para ilustrar la teoría del “Il Gattopardo” que hay que cambiar todo para que todo quede igual.

Cuales personajes diseñados para mover mucho sin alterar nada, los gerifaltes pretenden engañar para que una vez más se apague la fuerza de la calle al ofrecer una palpable disposición al diálogo, dizque reconociendo o arrepintiéndose de la verdadera intención de inhabilitar a la representación popular de la Asamblea Nacional.

Sólo queda por ver si predomina la estupidez o la valentía, pues la suerte ya está echada y depende sólo de la voluntad ciudadana el destino de nuestra patria.

Hoy nuestras calles se vuelven a colmar de ciudadanos dispuestos a poner su valentía delante de la ignominiosa bayoneta para reconquistar el verdadero legado bolivariano y execrar cuanto antes a los mentirosos que hoy lacran a nuestra nación.

Venezuela quiere libertad.


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