“Los supermercados full de comida; leche en polvo de todas las marcas. Traje harina de maíz, arroz, azúcar, crema dental… Los precios, los mismos; pero el problema es el cambio tan bajito. Es accesible comprar una batería para carro. Nosotras almorzamos en un restaurante y tremendo menú en 3.000 pesos: yo pedí una sopa de verduras y pechuga a la plancha, mientras que mi compañera pidió una sobrebarriga. Muy fluido el transporte: en 2.000 pesos cada recorrido. Los bultos de comida para perros de todas las marcas y a precios muy accesibles, Deprimente ver la exposición de carros a crédito para el año 2019 en Colombia, muy bonitos de verdad, y esos centros comerciales majestuosos. Las bodegas repletas de comida, los niños en clase… así éramos de productivos en Venezuela. En un supermercado había de todo que pensé por un momento que estaba en Estados Unidos. Qué dañinos los que han contribuido a destruir nuestro país…”. (Doña García; 09-11-2018).
Elemento central: salario mínimo constitucional.
Los diferentes escenarios de inflación para 2018 apuntan, muestran y demuestran que el “salario mínimo” constitucional consagrado como “vital” (artículo 91) supera con creces los 1.800 BsS. Recordar que:
“Todo trabajador o trabajadora tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales…”.
“El Estado garantizará a los trabajadores y trabajadoras del sector público y privado un salario mínimo vital que será ajustado cada año, tomando como una de las referencias el costo de la canasta básica…”.
El elemento central que debe fundamentar la gestión gubernamental y su contraparte sindical y gremial federativa guarda relación directa con hacer valer y reivindicar el salario mínimo constitucional, donde aspectos como la cifra oficial de la inflación, el valor real de la canasta básica y las opciones para la instrumentación o pago inmediato deben ser los pilares esenciales de la discusión.
Proclama y plan intersectorial.
Por ello carece de contenido argumentativo y de política gremial universitaria cualquier “proclama y/o plan intersectorial” que se aleje o margine en toda su extensión y connotación del artículo 91 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela: que en la práctica se traduce en hacerle el juego al gobierno nacional en dilatar y retrasar la decisión de transferir poder adquisitivo a los trabajadores decentes de Venezuela. Consecuentemente, es muy oportuno y pertinente ratificar el contenido de la comunicación enviada a la junta directiva de Fapuv el día 4 de junio de 2018 (Hacer click: https://bit.ly/2T89ytD).
Cinco días de contrabando pagan el salario mínimo.
Se sacrifica la meritocracia, se pone en serio riesgo la ansiada recuperación económica y se vulnera el salario constitucional (artículo 91), al seguir manteniendo el precio de la gasolina a niveles absurdos y antieconómicos, mientras que si se sincera la situación, con solo 5 días de los recursos que se fugan por concepto de este flagelo denominado contrabando de extracción, se podría pagar el actual salario mínimo gubernamental: para un total aproximado de 3 millones de trabajadores decentes que laboran en el sector público venezolano. Además, se debe recalcar que con las proyecciones mensuales por la venta clandestina e ilegal de este combustible, se pagaría hasta 6 veces esta remuneración mínima mensual, es decir 10.800 BsS: con sus respectivos equivalentes en petros y lingoticos. Por favor, tómese en consideración la siguiente ilustración:
A. Diariamente el contrabando se ubica (enero 2017): 3.000.000 litros de gasolina.
B. Precio aproximado (actual) en Cúcuta-Colombia: 3.600 pesos el litro.
C. Monto diario en contrabando de gasolina (pesos): 10.800.000.000 pesos.
D. Monto diario: contrabando de gasolina: 1.080.000.000 BsS.
E. Monto diario: contrabando de gasolina: 3.698.630, 10 dólares.
F. Monto diario: contrabando de gasolina en petros: 61.643,8.
G. No. de lingotes (lingoticos) de 1,5 gramos/ contrabando: 285.714 lingoticos.
H. No. de lingotes (lingoticos) de 2,5 gramos /contrabando: 171.429 lingoticos.
I. No. de trabajadores con salario mínimo equivalente a contrabando: 600.000.
El buen pagador procura pagar: cultura del “buena paga”.
Igualmente haciendo valer el salario constitucional que está por encima de cualquier postura política, argumentaciones de crisis financiera o económica, norma o contratación colectiva, y que debería ser el fundamento central de cualquier proclama federativa o plan intersectorial, la deuda del gobierno nacional con sus trabajadores aumenta sustancialmente al no poder frenar la inflación y al empeñarse con el anclaje del salario mínimo a niveles infrahumanos de una manera inmisericorde. No obstante, haciendo hincapié en la cultura del “buena paga” a continuación se presenta un estado de cuenta aproximado, relacionado con la cuantiosa deuda que el Ejecutivo nacional mantiene con sus trabajadores.
Para septiembre de 2018:
Salario mínimo indexado ajustado a la inflación equivalente a los 10.652 BsS.
Deuda del gobierno nacional con cada trabajador:
8.852 BsS o 2,5 petros o 2,34 lingoticos (1,5 gramos) o 1,41 lingoticos (2,5 gramos).
Para octubre de 2018:
Salario mínimo indexado (ajustado a la inflación) equivalente a los 21.888 BsS.
Deuda del gobierno nacional con cada trabajador:
20.080 BsS o 5,6 petros o 5,3 lingoticos (1,5 gramos) o 3,2 lingoticos (2,5 gramos).
Para noviembre de 2018:
Salario mínimo indexado (ajustado a la inflación) equivalente a los 44.976 BsS.
Deuda del gobierno nacional con cada trabajador:
43.176 BsS o 12 petros u 11,4 lingoticos (1,5 gramos) o 6,9 lingoticos (2,5 gramos).
Para diciembre de 2018:
Salario mínimo indexado (ajustado a la inflación) equivalente a los 92.419 BsS.
Deuda del gobierno nacional con cada trabajador:
90.619 BsS o 25 petros o 24 lingoticos (1,5 gramos) o 14,4 lingoticos (2,5 gramos).
Mensaje final:
Definitivamente el cambio de pensamiento, emoción y sentimiento favorecerán la necesaria transformación del nivel de conciencia individual y social… con el consecuente impacto positivo sobre el sistema sensorial y los mecanismos de acción de toda la nación venezolana.
Fuente: “Perspectiva Económica y Académica Contemporánea”. UNET. Año 2018.