La dramática situación de las personas con una condición de enfermedad crónica es indescriptible y resulta difícil de creer, sobre todo para aquellos que viven fuera de nuestras fronteras y para los cuales el asombro quizás se acrecienta cada vez más, ya que un país como Venezuela, con todas las bondades que la Divina Providencia le concedió para llegar a ser la nación más rica de la región, hoy en día lo que refleja es miseria, pobreza, hambre y enfermedad.

Hace dos semanas se llevó a cabo una protesta, a las puertas del Ministerio de Salud, de pacientes crónicos acompañados de organizaciones no gubernamentales; una de tantas que han efectuado en los últimos tres años. Tristemente lo que recibieron solo fue el silencio y la indiferencia como respuesta de las autoridades de dicha institución.

Observamos con profunda tristeza y dolor el testimonio de la señora Elizabeth Salazar, quien es paciente oncológica, con un cáncer de mama diagnosticado hace nueve meses en el estadio inicial y que lamentablemente se convirtió en un cáncer más avanzado por no disponer del tratamiento de quimioterapia al momento del diagnóstico. No obstante, lo que más indigna y causa pesar es la acción desesperada que tuvo que realizar y que fue la de enseñar públicamente el seno afectado por el cáncer, demostrando lo que ha progresado la enfermedad.

Este desgarrador testimonio dio la vuelta al mundo y se hizo viral en las redes sociales. ¿Es que hay que llegar a este extremo para ser escuchado y tomado en cuenta por los responsables de llevar las riendas de la salud en este país, y lo que han ocasionado más bien es la desintegración del sistema público de salud? Aun así, la señora Elizabeth Salazar no ha recibido ninguna respuesta del gobierno, pero sí ha contado con la solidaridad de ciudadanos venezolanos y de personas fuera del país que le han donado algunas dosis de quimioterapia, sin embargo no son suficientes para el esquema completo de tratamiento que necesita.

Como ella hay muchos pacientes oncológicos, tanto adultos como niños, y con otras enfermedades crónicas que viven con la permanente angustia y zozobra del riesgo extremo de llegar a morir si no reciben el tratamiento que requieren. Es inocultable la crisis humanitaria tan grave que vive Venezuela, y aun así el Estado venezolano sigue desconociéndola y la ignora tanto nacionalmente como ante organismos internacionales, y ha incluso llegado a manifestar que el acceso a los medicamentos de alto costo está asegurado en Venezuela. Esta lamentable y falsa afirmación es una falta a la dignidad y de respeto para todas las personas afectadas con una condición de enfermedad crónica y que luchan por su vida.

La pasada semana destacaron las declaraciones del ciudadano ministro de Salud, a través de las cuales una vez más desconoce la crisis humanitaria, además de que los medicamentos se van a “comprar” directamente a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sin intermediarios, este mecanismo no existe. Cabe destacar que Venezuela está adscrita desde 2010 a convenios o mecanismos de cooperación con la OPS a través del fondo estratégico y rotatorio para la adquisición de medicamentos al menor costo posible dentro del mercado; es decir, el gobierno venezolano tiene que pagar como el resto de los países que recurren a este mecanismo de facilitación de la OPS para la adquisición de medicinas, de paso Venezuela está en mora con dichos pagos.

Es inadmisible atribuir o culpar a un “bloqueo comercial internacional” como la causa de la falta de medicamentos en la actualidad, por lo que también es pertinente recordar que el gobierno tiene una deuda con los laboratorios farmacéuticos nacionales y transnacionales de aproximadamente 5.000 millones de dólares que viene arrastrando desde hace algún tiempo.

Se recibió la visita de la doctora Carissa Etienne, directora general de la OPS, quien por lo menos pudo reunirse con algunas ONG relacionadas con la salud y médicos expertos que manejan de manera certera la información relacionada con la grave situación de salud, todos voceros calificados y creíbles, de manera que no se llevó la única versión del gobierno. No obstante, se conoció a través de los medios y por vocería de la misma OPS: “No se ha firmado ningún acuerdo con el gobierno”. Por lo que la información que dio a conocer dicha organización genera incertidumbre.

La doctora Etienne expresó públicamente por lo menos su preocupación por la aparición de las enfermedades reemergentes en Venezuela, como el sarampión y la difteria. Solo se decidió que vendrán comisiones para realizar mesas de trabajo a fin de analizar las prioridades en relación con los medicamentos. Mientras tanto, el tiempo pasa y los pacientes crónicos siguen padeciendo, y las enfermedades con brotes epidémicos siguen su curso y sin control alguno.


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