Cuando realmente no observamos responsablemente lo que pasa a nuestro alrededor no nos es posible participar adecuadamente para encontrar soluciones a los problemas existentes. La comprensión de estos requiere estar capacitados, intelectual y moralmente, para diagnosticar correctamente tal causa o causas (originarias y  de agravamiento) de su aparición y permanencia. Es buscar el conocimiento con relación al problema planteado, y encontrar la respuesta o respuestas correctas para contribuir a producir la solución  o soluciones necesarias.

Las lágrimas vertidas pueden ser síntoma de abrumadora alegría, como también del desahogo ante la tristeza o el dolor profundo que nos causa la pérdida de lo que sentimos como lo más valioso: “Lo esencial es invisible a los ojos”, nos dijo el escritor francés Antoine de Saint Exupery en su célebre libro El principito. Si queremos saber sobre el nacimiento de la vida, su valor y su pérdida, deberíamos consultar a las madres. Así sabríamos qué hacer para ponderar la vida misma.¿Cuál camino y resolución tendríamos que tomar para resolver el drama humanitario que se agrava en Venezuela?

“Amigos invisibles” solía decirnos el intelectual venezolano Arturo Úslar Pietri, en aquel su programa televisivo de conocimientos y reflexiones. Son oportunos  precisamente estos días, de finales del año 2017 e inicio de 2018, para reflexionar sobre el valor de la existencia humana y la ambigüedad de aquellos que nosotros, el pueblo, le dimos el poder pero que no lo han podido asumir para rescatar la necesidad de vivir con dignidad y liberar nuestra nación del yugo de una dictadura putrefacta que cada vez más va infectando todo el porvenir de generaciones que se levantan en desnutrición de cuerpo y alma. La región latinoamericana toda se contaminó gracias a esa ambigüedad de seudodirigentes que han hecho de la política una profesión para su bienestar y ego, mientras un pueblo entero se hunde en la desesperanza.

Podría pensarse que la sonrisa es solo síntoma de alegría. Nada más incorrecto. Muecas de delincuentes, de tiranos enfermos que en medio de sus patologías pueden mostrarnos sonrisas nerviosas pretendiendo retarnos a los que los observamos. Tengan por seguro que distinguimos en el dibujo siniestro de sus rostros su evocación a la venganza; entremezclada con el odio profundo contra nuestra sociedad que no les acepta, y que no se traga su sádico proceder.  Les observamos cuando anuncian y no cumplen, como quien ejerce un acto de grandeza frente a seres inferiores, a cabalidad la liberación de todos los presos de conciencia, liberando algunos, no sin antes someterlos al degradante peaje emocional al sentarlos para recordarles que siguen ante la injusticia y la tiranía, imponiéndoles sus aborrecidas presencias.

A pesar de la muerte de decenas de miles de ciudadanos inocentes, asesinados por el hampa, con la cual han coexistido desde el mismo comienzo de esta mal llamada revolución bolivariana, ustedes brindarán seguramente porque en este 2017 aún mantienen su gobierno dictatorial. Brindarán por su poder frente a un pueblo que no les quiere. Brindarán a pesar de que han causado, mediante una represión asesina, la muerte de decenas de jóvenes manifestantes; lo que les ha permitido aferrarse a ese poder destructor de la vida. A algunos de esos jóvenes nuestros, que pudo ser mi hijo, como pudo ser el tuyo, les rompieron literalmente el corazón con sus armas, como a nosotros también; a través de fuerzas militares compradas, manipuladas, pervertidas con su degradado ejemplo criminal. Será su brindis como una mueca de  sonrisa en sus fauces que los confirman como lobas y lobos de nuestro nación. 

¡Nosotros nos quedamos con nuestras lágrimas de solidaridad y orgullo por nuestros jóvenes que entregaron sus vidas por la libertad de Venezuela! Sus nombres serán inmortales en la historia gloriosa de la patria. Nosotros, con lágrimas de libertad en los ojos, los inscribiremos con oro en base de granito de nuestra Guayana recuperada. ¡Con esa octava estrella que el Libertador Bolívar decretó la consagremos a su memoria, y al recuerdo de la paz y la unión entre las generaciones venideras que construiremos entre todos los que amamos verdaderamente a nuestra Venezuela!

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