In memoriam. En un país donde la crisis generalizada se agudiza un día detrás de otro es lógico pensar que la población está pendiente de resolver los problemas inmediatos y cotidianos, dejando poco tiempo disponible para hacer ejercicios de memoria. La angustia de enfrentar el presente resta posibilidades de revisar el pasado, rezagándolo al rincón de los trastos.

Sin embargo, en momentos de mayor florescencia y estabilidad económica tampoco han abundado los espacios para mantener vivo el legado de quienes hicieron invaluables aportes en diferentes ámbitos, a través de la difusión masiva. El desinterés de los medios de comunicación también contribuye a la amnesia colectiva.

La reflexión viene a cuento a propósito del reciente fallecimiento de Carlos Moreán, brillante figura del mundo de la música que se despidió el 24 de octubre, tras perder la batalla con esa terrible enfermedad que es el alzhéimer, en un centro asistencial capitalino donde pasó sus últimos años sin recuerdos que lo acompañaran.

Moreán fue fundador del quinteto Los Darts, una de las respuestas venezolanas al movimiento que nació con Los Beatles y que se expandió por el planeta al lograr el inmediato reconocimiento de sus colegas, al tiempo que generaba histeria femenina. “Tú la vas a perder”, “Si estás triste” y “Ahora es tarde” forman parte de esa movida sesentosa de ensoñación.

Además, trabajó al lado del maestro Aldemaro Romero en el referencial Festival de Onda Nueva y del mítico Renny Ottolina en sus recordados programas de televisión. Fue director musical de intérpretes de la talla de José Luis Rodríguez. Y, como si fuera poco, integró una agrupación de culto que conjugó el humor con las partituras, llenando teatros con público y carcajadas: Medio Evo.

En el terreno personal, fue el único esposo de Miss Venezuela 1965, María de las Casas, con quien tuvo a sus hijos Carlos Herman (residente en Florida) y Johann Sebastian (establecido en Madrid); el segundo enlace de Miss Venezuela 1973, Desirée Rolando; y también estuvo unido a la primera actriz Carlota Sosa, junto a quien procreó a Julio, su tercer hijo.

Este vuelo rasante por la historia de una figura que se formó en las mejores escuelas, que cosechó todo tipo de triunfos –tanto de cara como de espaldas al público– y que se despidió a los 70 años en silencio, pretende ser un pequeño tributo a ese grande de nombre Carlos Moreán.


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